Los precios de los cereales siguieron aumentando fuertemente en febrero, aunque los de la harina de trigo disminuyeron en algunos mercados. El aumento general de los precios se atribuye a la persistente inestabilidad económica, incluida una moneda volátil y más débil que elevó los costes de producción y transporte. En un esfuerzo por reducir parte de esta presión alcista, el Gobierno eliminó un impuesto sobre el combustible en febrero, un mes después de su aplicación. En febrero, los precios del arroz y de la harina de trigo estaban en general a más del doble de sus valores de un año antes. Los precios de los productos a base de harina de maíz -que subieron bruscamente en febrero-, quedaron en cerca de un 50 por ciento más altos a nivel interanual. Se espera que las desfavorables perspectivas de producción de las cosechas de cereales de 2019 y la previsible restricción de los suministros mantengan la presión alcista sobre los precios en los próximos meses. Además, el impacto del ciclón Idai en las zonas orientales del país podría provocar subidas de precios debido a los obstáculos para el funcionamiento normal de los mercados.