Los precios del maíz amarillo siguieron aumentando debido a las escasas disponibilidades estacionales, acentuadas por la lentitud de las ventas de los agricultores, motivada por la inquietud por los efectos de la sequía en las cosechas de 2021. Sin embargo, la reducción de las exportaciones en octubre ‑debido a la apreciación de la moneda del país y a la decisión del Gobierno de permitir las importaciones de maíz genéticamente modificado de los Estados Unidos de América‑, limitó la presión alcista. Los precios del grano de trigo también subieron como consecuencia de las menores ventas de los agricultores, pero se notificaron descensos hacia finales de noviembre cuando empezó a prevalecer la presión a la baja del aumento de los suministros de la recién finalizada cosecha de 2020. Los precios del arroz se mantuvieron estables, tras los aumentos sostenidos de los meses anteriores, ya que la baja disponibilidad estacional se vio compensada por una demanda minorista más débil y por el incremento de las importaciones en los dos últimos meses. Los precios de los cereales fueron en general muy superiores a los de un año antes, a causa de la debilidad de la moneda local, que dio lugar a cuantiosas exportaciones de maíz y arroz y encareció las importaciones de arroz.