Tras dos meses de relativa estabilidad, la tasa anual de inflación alimentaria se aceleró en noviembre y se estimó en el 29 %, frente al 24 % de octubre. El mayor uso de dólares de los EE.UU. ha contribuido a moderar las fuertes subidas de precios, pero en el caso de los productos denominados en dólares de Zimbabwe, los precios han seguido subiendo, lo que refleja la persistente debilidad de la moneda. Los precios de la harina de maíz –un alimento básico–, alcanzaron máximos históricos en septiembre (últimos datos disponibles). Con la campaña agrícola 2023/24 apenas en sus inicios, las previsiones de condiciones meteorológicas secas relacionadas con El Niño suponen un riesgo de subida de los precios alimentarios a nivel interno.