Los precios al por mayor del grano de maíz blanco –esencialmente un alimento básico–, bajaron en mayo de 2024, tras alcanzar máximos históricos en abril. El reciente descenso se produce tras una pequeña revisión al alza del pronóstico sobre la producción de maíz blanco para 2024. A pesar de esta ligera mejora, se sigue pronosticando que la cosecha de maíz blanco de 2024 bajará un 25 % a nivel interanual, ya que la sequía vinculada a El Niño recortó drásticamente las perspectivas de las cosechas. Las tendencias de los precios del maíz blanco difieren de las del maíz amarillo –que se utiliza sobre todo como pienso–, lo que refleja perspectivas diferentes de cosechas para cada cultivo: las zonas que cultivan maíz amarillo se vieron menos afectadas por la sequía y, por consiguiente, se pronostica que la producción sólo disminuirá alrededor de un 13 % a nivel interanual. Además de la presión sobre el suministro interno, también se espera que el aumento de la demanda de exportación de los países vecinos –se considera que los déficits de producción también harán aumentar las necesidades de importación en la subregión–, mantenga la presión alcista sobre los precios.