FAO en Guatemala

Sin contar con las mujeres rurales no se puede alcanzar el hambre cero

21/11/2018

Guatemala presenta el enfoque de género de su programa de apoyo a la agricultura familiar en la Semana de la Agricultura y la Alimentación. 

 

La brecha de género, que se extiende por el campo en prácticamente todos los países de América Latina, en Guatemala también es una brecha para la efectividad de sus planes contra el hambre. El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación detectó una falta de acceso de las mujeres rurales al Programa de Agricultura Familiar para el Fortalecimiento de la Economía Campesina (PAFFEC) que ponía en riesgo el alcance de este sobre numerosos hogares, y especialmente sobre los encabezados por mujeres, entre los que se encuentran los más vulnerables. Por eso, el Gobierno decidió tomar cartas en el asunto y dotar a sus programas de un enfoque de género.  

El ejemplo de Guatemala fue presentado por Felipe Orellana, viceministro de Desarrollo Rural, en un evento paralelo organizado por el Programa FIRST (UE-FAO) durante la Semana de la Alimentación y la Agricultura que se celebra estos días en Buenos Aires (Argentina). La conferencia reúne a Gobiernos, agencias especializadas, sector privado y sociedad civil de toda América Latina y el Caribe. 

“La realidad es que para retomar el progreso en la reducción del hambre y la malnutrición por la que América Latina se ha distinguido en las últimas décadas serán necesarias más inversiones”, dijo este miércoles Carmelo Gallardo, representante de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en República Dominicana. “Pero las inversiones no serán efectivas si antes no creamos las condiciones para que realmente tengan impacto”, advirtió Gallardo en Buenos Aires (Argentina). 

“Para ello, en Guatemala se ha incluido a la unidad de género en la comisión técnica del PAFFEC, la que toma las decisiones, y se aprobó la incorporación del enfoque de género al programa”, explicó Orellana. 

El Programa FIRST, una alianza de la Unión Europea y la propia FAO, trabaja mano a mano con los Gobiernos de más de 30 países para generar ese ambiente propicio en el que las inversiones puedan realmente contribuir a mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de la población. Junto al caso de Guatemala, en Buenos Aires se destacaron los avances conseguidos en Colombia, Cuba y Honduras a la hora de establecer esas condiciones adecuadas.  

El mismo día en que se presentaba en La Semana el informe de FAO sobre la pobreza rural en América Latina y el Caribe, los ponentes han reafirmado el compromiso de los países en asegurar la efectividad de las políticas e inversiones para erradicar el hambre y la pobreza sin dejar a nadie atrás.