El Viceministro de Desarrollo Económico Rural del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), José Miguel Duro, conoció los resultados para la recuperación de sistemas alimentarios de las familias en Camotán y Jocotán, Chiquimula, alcanzados por el Proyecto “Resiliencia del sistema alimentario y fortalecimiento de la resiliencia de familias afectadas por la canícula 2,014 en municipios de los departamentos de Chiquimula y Jalapa, Guatemala”, ejecutado con la asistencia técnica de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el financiamiento de la Embajada de Suecia en Guatemala

En esta visita campo, Ricardo Rapallo, Representante de FAO y el Viceministro, en compañía de representantes de la Secretaria de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN), Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), alcaldes municipales, líderes comunitarios y de mancomunidades conocieron la experiencia de la Asociación de la Microcuenca Agua Caliente (ASODIMA)de Camotán en Chiquimula.

Para ello, realizaron un recorrido por las prácticas para el manejo integral del suelo y agua que han implementado para proteger la seguridad alimentaria y nutricional, tales como cosechadores de geomembrana y bombas de extracción de agua, estanque piscícolas y crianza de peces con plantas nativas, huerto de plantas medicinales, banco de semillas criollas y agroindustria comunitaria.

Así mismo, las autoridades tuvieron la oportunidad de conocer los testimonios de productores locales sobre la secadora solar de frutas y chatate, producción de tomate bajo condiciones controladas, sistemas de riesgo por goteo, así como los Comités de Agua y kit de herramientas.

El programa de campo de la FAO en Guatemala y organizaciones socias en el terreno para la ejecución del proyecto construyeron e implementaron el “Modelo de intervención para agricultores de pequeña que residen en el Corredor Seco de Guatemala”, el cual tiene como objetivo promover acciones coherentes, integrales y participativas, de reducción de vulnerabilidad, gestión de riesgos y aumento de la resiliencia de las poblaciones vulnerables de las comunidades ante los efectos de la sequía.