El principal mecanismo de financiamiento verde a nivel mundial, el Fondo Verde para el Clima, aprobó recursos económicos que fortalecerán los medios de vida de más de medio millón de personas en Guatemala y evitará la emisión de 1 millón de toneladas de CO2, equivalente al 8% de la meta que el país se ha comprometido ante la Convención de Cambio Climático para 2030

 El Fondo Verde para el Clima aprobó hoy un proyecto de US $ 66,7 millones de dólares para un proyecto en Guatemala que aumentará la resiliencia de los agricultores más vulnerables del país frente a los impactos del cambio climático.

El proyecto "Medios de vida resilientes de pequeños agricultores vulnerables en los paisajes mayas y del Corredor Seco de Guatemala", RELIVE (por sus siglas en inglés) de Guatemala beneficiará a 583 mil personas de forma indirecta, y dará asistencia técnica directa a 116 mil productores –la mayor parte con ascendencia indígena de las etnias achí, q’eqchi’, mopán y chortí, incluyendo a 46 mil mujeres– en 29 municipios de Alta Verapaz, Baja Verapaz, Chiquimula, Petén y Zacapa.

RELIVE tiene un financiamiento total de US$ 66,7 millones, de los cuales el Fondo Verde para el Clima proveerá US$ 29.8 millones y el Gobierno de Guatemala y la Agencia de Cooperación Internacional de Corea, KOICA, aportarán US$ 29.8 y US$ 7 millones, respectivamente. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Guatemala actuará como Entidad Ejecutora juntamente con el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), el Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (MAGA) y el Instituto Nacional de Bosques (INAB). El proyecto también cuenta con la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ) como socio en su implementación, y se basa en los aprendizajes adquiridos gracias al trabajo conjunto de las instituciones nacionales, la FAO, y las Agencias de Cooperación de Corea, España, Japón, México y Suecia, entre otras.

“Estamos muy complacidos con el planteamiento del proyecto RELIVE, su enfoque de integralidad y la población que será beneficiaria, particularmente las poblaciones indígenas y la participación contundente que tendrán las mujeres. Las sinergias que desarrollará en campo serán de mucho impacto para el país, ya que permitirá la resiliencia y recuperación de los recursos naturales en un área geográfica de mucho interés para el país”, dijo Mario Rojas, ministro de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala.

Los agricultores familiares también fortalecerán sus capacidades en el uso de sistemas innovadores de información climática, variedades mejoradas de cultivos y técnicas de gestión del suelo y el agua. Se espera que 20 mil familias serán más resilientes frente a la sequía y a las olas de calor gracias a la gestión eficiente del agua para la agricultura y otras actividades socioproductivas.

Ricardo Rapallo, Representante de FAO en Guatemala asegura que “el proyecto que se ha aprobado es una excelente oportunidad para apoyar una forma de producir más sostenible y resiliente, que contribuya además a la reducción de las emisiones que impactan en el cambio climático. Agradecemos al MARN, MAGA e INAB la confianza depositada en FAO para apoyar en la implementación de este proyecto que esperamos además contribuya a mejorar las condiciones de vida a las poblaciones más afectadas por el reciente Tormenta Tropical ETA. Es precisamente en estos departamentos donde se concentran las acciones de este proyecto”.

A lo largo de 7 años, el proyecto mejorará la seguridad alimentaria de las familias y sus comunidades a través de prácticas agroforestales, también la gestión y el acceso al agua a nivel de la cuenca a través de la restauración de paisajes; mejorará los mecanismos de gobernanza locales y nacionales, así como la capacidad de las instituciones para implementar medidas de adaptación al cambio climático.

El proyecto financiado por el Fondo Verde para el Clima promoverá la participación activa de las mujeres para favorecer la inclusión y promover su contribución a la sostenibilidad de los sistemas alimentarios y el uso y manejo de los recursos naturales. Asimismo, serán apoyadas para que tengan un mayor empoderamiento económico y participación en circuitos locales y regionales de comercio de productos agroforestales, café, cacao, frutas, hortalizas, productos maderables y no maderables.