Foto: ©FAO/Elizabeth Herrera

Desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconocemos los esfuerzos del gobierno de Guatemala y en especial del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) por obtener un hito relevante al actualizar su Plan Institucional de Respuesta (PIR) para mejorar las acciones de respuesta mediante una coordinación intra e interinstitucional para abordar de forma eficiente y eficaz a las poblaciones afectadas por fenómenos hidrometeorológicos.

Frente a la temporada de lluvias que se aproxima en el país, el MAGA cuenta ya con protocolos de gestión de riesgos, que asigna funciones, responsabilidades y tareas específicas para la coordinación de las acciones de respuesta antes y durante una posible ocurrencia de una situación de Riesgo, Emergencia o Desastre (RED).

El PIR incluye un enfoque para la atención de emergencias por fenómenos agroclimáticos con un protocolo de acciones anticipatorias. Este componente contó con el apoyo técnico de la FAO y establece indicadores para el monitoreo de sequía agrícola y para el exceso de lluvia basado en el análisis de variables predictivas y valores climáticos.

El gran valor de las acciones anticipatorias es que son intervenciones implementadas durante la ventana de tiempo crítico entre un activador generado y la ocurrencia real del choque, es decir, antes de que se materialicen los impactos sobre las vidas y los medios de subsistencia de una población.

En este sentido, las acciones anticipatorias tienen un vínculo intrínseco con los Sistemas de Alerta Temprana y deben diseñarse e implementarse desde una perspectiva “sin arrepentimiento”, es decir, que deben considerarse como una buena implementación incluso si no se sufre una afectación por la amenaza esperada.

Tanto a nivel regional como a nivel global diversos estudios de la FAO han demostrado la eficacia y eficiencia de las acciones anticipatorias en la protección de los medios de vida ante diferentes amenazas, por cada 1 USD invertido en acción anticipatoria se genera un retorno de inversión de hasta USD 7 en daños y pérdidas evitadas.

Desde la FAO, consideramos que es de suma importancia el uso de análisis de riesgos y pronósticos agroclimáticos para desencadenar intervenciones antes de que una amenaza se convierta en una emergencia humanitaria en los sectores agrícolas y pecuarios. Para las familias de pequeños agricultores, actuar ante señales de alerta temprana puede marcar la diferencia entre una amenaza y la materialización de esta en un desastre o crisis.

Asimismo, reconocemos el apoyo de la Dirección General de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Unión Europea (DG-ECHO) y Cruz Roja por su apoyo a la culminación de este documento a través del proyecto Escalando la acción anticipatoria ante la amenaza de sequía e inseguridad alimentaria en Centroamérica.

Esto documento asegura que el Ministerio tome decisiones en funciones a un pronóstico o previsión para prepararse ante una amenaza. La identificación temprana de riesgos agroclimáticos permite generar recomendaciones de forma oportuna, orientada a minimizar el impacto en la producción agrícola, pecuaria, hidrobiológica y forestal.

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