El Secretario General de las Naciones Unidas: “Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas es el asunto pendiente de nuestro tiempo y el mayor desafío de derechos humanos en nuestro mundo”
,Malabo - Al celebrar el Día Internacional de la Mujer 2018, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en esta ocasión al 8 de marzo 2018 recordó que "Estamos en un momento crucial para los derechos de las mujeres. Las desigualdades históricas y estructurales que permitieron que florezcan la opresión y la discriminación se están exponiendo como nunca antes. Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas es el asunto pendiente de nuestro tiempo y el mayor desafío de derechos humanos en nuestro mundo ".
Este mensaje convincente es un recordatorio de las inherentes desigualdades de género en el acceso a la agricultura crítica y los recursos rurales, el conocimiento, las oportunidades, los servicios y los mercados. Las persistentes brechas de género en los diversos subsectores de la agricultura constituyen un desafío clave de la capacidad que socava el crecimiento y la transformación agrícola en la región.
El 8 de marzo del 2012, con ocasión al Día Internacional de la Mujer, el Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva anunció oficialmente la adopción por parte de la FAO, de la nueva Política de la Organización sobre la igualdad entre los sexos. A través de esta política, subrayó su propio compromiso y el de la organización a promover la paridad hombres – mujeres y la autonomización de las mujeres como elementos esenciales para eliminar el hambre y la pobreza en el mundo.
“Ahora es el momento: las activistas rurales y urbanas transforman la vida de las mujeres” es el lema de este año 2018. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) considera la igualdad de género como un elemento central que le permite cumplir con su mandato de alcanzar la seguridad alimentaria para todos y todas a través de mejorar los niveles de nutrición, optimizar la productividad agrícola y el manejo de recursos naturales, así como mejorar los niveles de vida de la población rural.
La política de igualdad de género de la FAO tiene como meta alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres en materia de producción agrícola sostenible y desarrollo rural, para erradicar el hambre y la pobreza.
Los objetivos de igualdad de género de la FAO son: que las mujeres participen en igual medida que los hombres en materia de toma de decisiones en las instituciones rurales y en la formulación de leyes, políticas y programas, que las mujeres y los hombres tengan igualdad de acceso y control sobre los empleos e ingresos dignos, la tierra y otros recursos productivos, que las mujeres y los hombres tengan igualdad de acceso a los bienes y servicios necesarios para el desarrollo agrícola y a los mercados, que la carga de trabajo de las mujeres sea reducida en un 20 por ciento a través de mejores tecnologías, servicios e infraestructura y que la ayuda agrícola destinada a proyectos relacionados con lasmujeres y a la igualdad de género aumente hasta un 30 por ciento del total de las ayudas a la agricultura.
Entre los varios proyectos desarrollados en el Marco de cooperación FAO y Guinea Ecuatorial, el aspecto de género representa un factor imprescindible para sus ejecuciones. En el marco del proyecto “La seguridad alimentaria reforzada en el medio urbano de África Central, gracias a una mejor disponibilidad de los alimentos producidos localmente” la participación de la mujer ha sido patente en un 47% de 120 beneficiarios, en el proyecto “Desarrollo del Plan Nacional de Inversión REDD+ de Guinea Ecuatorial”, un 42% de 531 participantes en las consultas de campo y en el proyecto “Mejora de la cadena de valor de la pesca artesanal en Guinea Ecuatorial” 65 % de 54 participantes.
Para cumplir con su mandato, la FAO incorporará los aspectos degénero en todas las facetas de su trabajo. Se asegurará que la transversalización de género se convierta en una práctica cotidiana en todo su trabajo normativo y en todos los programas y proyectos a nivel de las regiones, subregiones y países.