FAO en Guinea Ecuatorial

Nueva edición: El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021

(Foto © FAO)
28/07/2021

La FAO lanza el informe del Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021

Malabo. - La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha presentado el nuevo informe El Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2021 (SOFI) sobre la transformación de los sistemas alimentarios en aras de la seguridad alimentaria, una mejor nutrición y dietas asequibles.

El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo es una publicación anual realizada por la FAO, el FIDA, la OMS, el PMA UNICEF. Hace un seguimiento de los progresos relacionados con la erradicación del hambre y la mejora de la seguridad alimentaria y la nutrición. También ofrece un análisis de los desafíos a los que nos enfrentamos para lograr la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El informe está dirigido a responsables de las políticas, organizaciones internacionales, instituciones académicas y el público general.

El informe parte de los análisis de las cuatro ediciones anteriores, para comprender la manera en que el hambre y la malnutrición han alcanzado niveles tan críticos, ya que han generado inmensos conocimientos empíricos sobre los principales factores determinantes de los cambios recientes en la seguridad alimentaria y la nutrición. Dichos factores, cuya frecuencia e intensidad van en aumento, constan de los conflictos, la variabilidad y las condiciones extremas del clima y las desaceleraciones y debilitamientos de la economía, todo ello agravado por las causas subyacentes como la pobreza y unos niveles de desigualdad muy altos y persistentes.

Según el informe, se estima que en 2020 padecieron hambre en el mundo entre 720 y 811 millones de personas, 161 millones más que en 2019. En 2020, casi 2 370 millones de personas carecieron de acceso a alimentos adecuados, lo que representa un incremento de 320 millones de personas en solo un año. Ninguna región del mundo se ha librado. A raíz del elevado costo de las dietas saludables y de la persistencia de los altos niveles de pobreza y desigualdad de ingresos, las dietas saludables siguieron resultando inasequibles para unos 3 000 millones de personas en todas las regiones del mundo. Además, conforme al nuevo análisis que se recoge en este informe, el hecho de que las dietas saludables sean cada vez menos asequibles se relaciona con mayores niveles de inseguridad alimentaria moderada o grave.

Millones de personas en el mundo padecen inseguridad alimentaria y distintas formas de malnutrición porque no se pueden permitir el costo de las dietas saludables. Partiendo de una comprensión sintética de estos conocimientos, se genera información actualizada y nuevos análisis para crear una perspectiva integral de los efectos combinados de estos factores, tanto los efectos de los unos en los otros como los que tienen en los sistemas alimentarios, y la manera en que afectan negativamente a la seguridad alimentaria y la nutrición en todo el mundo. A su vez, las pruebas sirven de base para realizar un examen en profundidad de la manera de pasar de las soluciones basadas en compartimentos estancos a soluciones integradas basadas en sistemas alimentarios.

Todavía no es posible cuantificar por completo el efecto de la pandemia de la COVID-19 en 2020, pero el informe muestra preocupación en que muchos millones de niños menores de cinco años se hayan visto afectados por retraso del crecimiento (149,2 millones), emaciación (45,4 millones) o sobrepeso (38,9 millones). La malnutrición infantil sigue representando un problema, en especial en África y Asia.

La obesidad en adultos sigue aumentando, sin que se observen indicios de cambio en la tendencia mundial o regional. La labor dirigida a erradicar la malnutrición en todas sus formas se ha visto obstaculizada por perturbaciones en las intervenciones esenciales en el ámbito de la nutrición y por los efectos negativos en los hábitos alimentarios durante la pandemia de la COVID-19. Por lo que se refiere a la salud, la interacción entre la pandemia, la obesidad y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación ha puesto de manifiesto 

que es urgente garantizar el acceso a dietas asequibles y saludables para todos. Esa multiplicidad de reveses resta visibilidad a algunos logros importantes, como el aumento de la prevalencia de la lactancia materna exclusiva en menores de seis meses de edad.

Las cifras indican que sigue habiendo desigualdades regionales preocupantes. Cerca de una de cada cinco personas (el 21% de la población) padeció hambre en África en 2020, proporción que supera más de dos veces la de cualquier otra región. Ello representa un incremento de 3 puntos porcentuales en un año. A continuación, vienen América Latina y el Caribe (9,1%) y Asia (9,0%), que registran incrementos de 2,0 y 1,1 puntos porcentuales, respectivamente, entre 2019 y 2020.

Del número total de personas subalimentadas en 2020 (768 millones), más de la mitad (418 millones) vivían en Asia, más de un tercio (282 millones) en África y cerca del 8% (60 millones) en América Latina y el Caribe. En comparación con 2019, en 2020 padecieron hambre 46 millones de personas más en África, 57 millones más en Asia y unos 14 millones más en América Latina y el Caribe.

A falta de menos de un decenio para 2030, el mundo no va camino de poner fin al hambre y la malnutrición y, en el caso del hambre mundial, avanzamos por la senda opuesta. Este informe ha demostrado que el debilitamiento de la economía derivado de las medidas de contención de la COVID-19 adoptadas en todo el mundo ha contribuido a uno de los mayores aumentos del hambre mundial registrado en decenios, que ha afectado a casi todos los países de ingresos medios y bajos, lo cual puede revertir los avances registrados en el ámbito de la nutrición.

¿Qué se puede hacer (todavía)?

Como se indicaba en el informe del año pasado, la transformación de los sistemas alimentarios es esencial para lograr la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y poner las dietas saludables al alcance de todos. En la edición del año en curso se pasa a exponer seis "vías de transformación" que, según afirman los autores, se basan en "un conjunto coherente de carteras de políticas e inversiones" dirigidas a contrarrestar los factores que determinan el hambre y la malnutrición.

En función del factor o combinación de factores que afecte a cada país, en el informe se insta a los responsables de formular políticas a que:

  • Integren las políticas humanitarias, de desarrollo y de consolidación de la paz en las zonas de conflicto, por ejemplo, mediante medidas de protección social que eviten que las familias vendan sus exiguos bienes a cambio de alimentos.
  • Amplíen la resiliencia frente al cambio climático en los distintos sistemas alimentarios, por ejemplo, ofreciendo a los pequeños agricultores un amplio acceso a seguros contra riesgos climáticos y financiación basada en previsiones.
  • Fortalezcan la resiliencia de la población más vulnerable ante las adversidades económicas, por ejemplo, mediante programas de apoyo en especie o en efectivo para reducir los efectos de las perturbaciones derivadas de la pandemia o la volatilidad de los precios de los alimentos.
  • Intervengan a lo largo de las cadenas de suministro para reducir el costo de los alimentos nutritivos, por ejemplo, fomentando la plantación de cultivos bioenriquecidos o facilitando el acceso de los productores de frutas y hortalizas a los mercados.
  • Luchen contra la pobreza y las desigualdades estructurales, por ejemplo, impulsando las cadenas de valor alimentarias en las comunidades pobres mediante transferencias de tecnología y programas de certificación.
  • Fortalezcan los entornos alimentarios y la introducción de cambios en el comportamiento de los consumidores, por ejemplo, eliminando las grasas trans industriales y reduciendo el contenido de sal y azúcar en el suministro de alimentos o protegiendo a los niños frente a los efectos negativos de la comercialización de alimentos.

Para más información:

http://www.fao.org/documents/card/es/c/cb5409es

http://www.fao.org/publications/sofi/2021/es/