FAO en Guinea Ecuatorial

Productores de moka mejoran sus condiciones de vida, siendo resilientes ante plagas y enfermedades fitosanitarias

Maria Rosa Ganet Gobe, agricultora de Moka (Foto © FAO/ Ibule Djole)
25/01/2022

Agricultores de Moka han mejorado sus condiciones de vida a través de buenas prácticas en la prevención y manejo de plagas y enfermedades que afectaban a su producción.

Malabo .- El distrito de Moka representa una de las áreas de mayor producción de hortalizas en Guinea Ecuatorial. A pesar del uso intensivo de plaguicidas por parte de los agricultores, éstos sufrían una elevada incidencia de plagas y enfermedades que incurrían en grandes pérdidas cuantitativas y cualitativas de sus producciones hortícolas.

Los habitantes de la localidad de Moka, son mayoritariamente personas de tercera edad que su actividad principal es la producción de cultivos como medio de subsistencia y comercialización. Cultivos como el picante, tomate, perejil, zanahoria, pimiento, apio, judías, lechuga, repollo, maíz, malanga, patatas, berenjenas, pepino, sandía y otros. Sin embargo, se enfrentaban a muchos problemas fitosanitarios como la pérdida elevada de producción y riesgo para la salud y el medio ambiente, debido al uso incorrecto de plaguicidas. Todo ello, acareando consecuencias como escasos ingresos económicos, enfermedades y escasos medios de vida para éstos agricultores y sus familias.

Para brindar apoyo a estos agricultores, nació el proyecto “Asistencia Técnica en la Prevención y Control de Plagas y Enfermedades en la provincia de Bioko Sur” cuyo objetivo fue identificar los principales problemas fitosanitarios existentes y capacitar a los productores y a los extensionistas en la identificación de plagas y enfermedades. Gracias este proyecto se ha mejorado las vidas de muchos agricultores en el distrito de Moka. “Para mi este proyecto ha significado muchísimo a nivel personal y de mi familia” reconoció Maria Rosa Ganet Gobe, agricultora de Moka.

Maria Rosa Ganet Gobe, es una agricultora de profesión. Lleva casada desde hace 47 años y es madre de cinco hijos. Vive en Moka y su actividad principal es la horticultura familiar y comercial. Según ella, “en los últimos años viene enfrentándose a grandes dificultades a través de las plagas que afectaban a su producción, y en consecuencia sus ingresos económicos. Todo ello porque los conocimientos que había heredado de sus padres fueron cómo producir, pero no cómo luchar contra las plagas”.

“Yo soy la representante de los productores de Moka que participaron en este proyecto como beneficiarios. Debo confesar que gracias a este proyecto mi vida y trabajo agrícola han mejorado. Muchas son las plagas que nos afectaban. Yo personalmente desconocía cómo a través de productos naturales y de bajo costo, yo podía combatir ciertas plagas, y eso me ayudo a ahorrar e incrementar mis ingresos económicos” aseguro Maria Rosa Ganet, agricultora de Moka.

Según Ganet, al iniciar el proyecto percibía que se le moría la producción y que algo afectaban los cultivos en Moka, pero nadie sabía identificar lo que sucedía. La alternativa que tomó fue aumentar el uso de plaguicidas, pero no hallaba resultados. Las enfermedades se habían vuelto resistentes a los plaguicidas que estaban acostumbrados a utilizar, y eso dañaba toda su cosecha. Pero tras recibir la formación en sobre identificación y manejo de las plagas a través del proyecto, actualmente tiene mucha producción y sus ingresos han aumentado.

Ramón Oki Maosaña, que también es agricultor de profesión y residente en el distrito de Moka también fue beneficiado por el proyecto. Es padre de 8 hijos y posee alrededor de 10 hectáreas de tierra en el que siembra tomate, pimiento, cebolla, perejil, apio, judías, lechuga y berenjena. A través del proyecto mejoró sus ingresos económicos, su producción y sus capacidades contra las plagas y enfermedades fitosanitarias. “Aprendí mucho en control de plagas y enfermedades, por ejemplo, nuevas, metodologías para combatir las plagas como trampas para luchar contra las moscas de la fruta. “Anteriormente compraba productos caducos, pero ahora ya sé cuáles utilizar y cómo manipularlos, pero sobre todo las dosis de aplicación adecuada. Desde entonces ha mejorado mi producción de tomates y en consecuencia han subido mis ingresos económicos. En la última cosecha perdí muchísimo, pero al aplicar las nuevas prácticas recibidas del proyecto, mis ingresos han cambiado, puedo seguir pagando los estudios a mis nietos y mantener a mi familia”.

Resultados Obtenidos del proyecto

Como efecto directo de la aplicación de dicho proyecto, se ha producido una mejora en el estado sanitario de los cultivos y vidas de los productores, y se han reforzado las capacidades institucionales de la Delegación de Agricultura de Luba, gracias al refuerzo de las capacidades en el área de sanidad vegetal parte de los expertos de FAO y del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Bosques y Medio Ambiente (MAGBOMA). Así mismo se asegura una alimentación digna y sostenible a las familias de beneficiarios.

En el proceso de identificación, se detectaron 40 plagas y 20 enfermedades en 21 variedades de productos que se cultivan en la localidad de Moka, mayormente en el pimiento, repollo y tomate. El proyecto ayudó a los agricultores y agricultoras, por un lado, en el monitoreo de las plagas y enfermedades, en la identificación y estudio de la oferta de plaguicidas presentes en el mercado nacional y en el uso y manejo efectivo de los plaguicidas. Por otro lado, también fueron capacitados en uso y manejo de pulverizadoras, trampas de insectos, plaguicidas alternativos, biología de plagas y en buenas prácticas agrícolas.

Luciano Rovesti, Asesor Técnico Principal del proyecto, aseguró que “el proyecto ha logrado todos los productos previstos y ha contribuido de manera significativa a la identificación de los problemas en el ámbito fitosanitario, así como de posibles soluciones. No obstante, esos logros pueden resultar efímeros si no se garantiza la continuación del proceso de cambio emprendido por el proyecto”.

El proyecto ha conseguido crear resiliencia y ha probado que es posible luchar contra las plagas y enfermedades que afectan los cultivos agrícolas. También constituye un modelo para otras localidades del ámbito nacional afectados por las enfermedades fitosanitarias.

El refuerzo de la inversión en el sector agrícola para salvaguardar y proteger efectivamente los sistemas agroalimentarios contribuirá positivamente en la economía nacional, y ayudará activamente a reducir la pobreza y el hambre y la inseguridad alimentaria.