Participantes al MDT 2019 en Libreville (Foto © FAO)

30 de octubre de 2019, Libreville - "La agroindustrialización respetando los principios del desarrollo sostenible es posible, si cumple con el siguiente desafío: incluir a pequeños productores, respetar el medio ambiente y seguir siendo competitivos en precio y calidad, tanto en interiores que fuera de África central". Rodrigue Owoumbou, Secretaría General de Agricultura en Gabón.

Los desafíos de transformar el mundo rural y el desarrollo de sistemas agroindustriales inclusivos en África Central fueron el tema general de la 12ª reunión del Equipo Multidisciplinario de la subregión (SFC-MDT) celebrada en Libreville, Gabón. del 29 al 30 de octubre de 2019 para identificar prioridades subregionales para el nuevo bienio 2020-2021.

De hecho, para alcanzar el desafío HambreCero para 2030, el mundo rural tiene un papel central que desempeñar en los países donde los pequeños productores ocupan un lugar preponderante en los sistemas agrícolas.

Agricultura y agroindustria en África Central: situación y perspectivas

En su presentación al MDT, los expertos declararon que el desarrollo de los agronegocios sigue siendo embrionario aguas arriba, aguas abajo de la producción e incluso en la cadena de valor de los sistemas agrícolas. La agricultura y la agroindustria han evolucionado bajo el triple efecto de las restricciones locales e internacionales, las reformas políticas, macroeconómicas y sectoriales y la adaptación de los productores, dijeron.

En África central, hay una pequeña agroindustria (a menudo familiar) dominado por transformaciones locales y artesanales de la producción de alimentos, la agroindustria media, cuyas actividades constituyen un potencial muy fuerte para apoyar los agronegocios en los países y las grandes agroindustrias que a menudo nacen a través de la adquisición de empresas públicas o paraestatales en el momento de la privatización, o mediante la firma de Alianzas Público-Privadas entre los Estados y las multinacionales. La explotación de los recursos agrícolas de estas grandes multinacionales está destinada a la comercialización en el mercado de materias primas y a la exportación.

Para desarrollar el sector agrícola de las economías de la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC), se han desarrollado varias estrategias entre las cuales podemos señalar: el Programa Integral de Desarrollo Agrícola de África (CAADP) en 2003, la "Declaración de Maputo" sobre agricultura y seguridad alimentaria por parte de los Jefes de Estado y de Gobierno de África, la adopción del Programa Regional de Seguridad Alimentaria por parte de los Jefes de Estado y de Gobierno en 2004, la Política Agrícola Común (PAC) en asociación con la FAO y la Iniciativa para Agronegocios y Desarrollo de Agroindustrial en África (ID3A) lanzado en 2010 en la Conferencia de Abuja en Nigeria (con DAB, FAO, FIDA, CEA y ONUDI).

Sistemas alimentarios para una dieta sana y sostenible.

Según la Consulta de expertos sobre alimentos sostenibles y saludables (19 de agosto de 2019), las dietas saludables y sostenibles son hábitos alimenticios que promueven todas las dimensiones de la salud y el bienestar individual. Tienen baja presión e impacto ambiental, son seguros, accesibles, asequibles y equitativos y son culturalmente aceptables.

Estos sistemas están respaldados por un enfoque basado, entre otras cosas, en (i) la intensificación de las cadenas de valor alimentarias que contribuyen a una dieta saludable y sostenible; (ii) reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, y (iii) promover estrategias sostenibles de educación alimentaria y nutricional en las escuelas.

Asociación público-privada para promover sistemas agroalimentarios inclusivos en el mundo rural

La FAO ve al sector privado como un aliado clave en la lucha contra el hambre. En las últimas décadas, la gobernanza en la alimentación y la agricultura ha evolucionado a través de la innovación y el uso de nuevos recursos en una variedad de campos tecnológicos, financieros, administrativos y científicos. Cada vez más, el sector privado está contribuyendo y, a veces, contribuyendo a estas transformaciones. La colaboración efectiva con el sector privado puede ayudar a reducir el hambre y la desnutrición al mejorar la calidad del trabajo de la FAO en agricultura, pesca, silvicultura, gestión de recursos naturales, cadena alimentaria del agricultor al consumidor.

Un sector privado de agroindustrial que vincule a los agricultores con los consumidores puede ser un importante motor de crecimiento para los sectores agrícolas y rurales no agrícolas. Si bien una concentración excesiva de agroindustrias puede reducir su eficiencia e impacto en términos de reducción de la pobreza. Un mejor clima de inversión para las pequeñas y medianas empresas puede aumentar la competitividad. Las asociaciones dirigidas entre el sector público y el privado y las iniciativas privadas de responsabilidad social son los instrumentos apropiados para promover la participación de los pequeños productores.

La agroindustria representa una proporción grande y creciente del producto interno bruto (PIB) en los países en desarrollo y, por lo tanto, es el eslabón no agrícola en las cadenas de valor agroalimentarias. Proporciona insumos al sector agrícola y lo conecta con los consumidores a través del manejo, procesamiento, transporte, comercialización y distribución de alimentos y otros productos agrícolas. Por lo tanto, existe una gran sinergia entre los agronegocios y el desempeño de la agricultura como herramienta de desarrollo. Un agronegocio dinámico y eficiente estimula el crecimiento agrícola.

Sin embargo, todavía hay desafíos por superar, como:

• Cerrar las brechas de productividad
• Vincular a los agricultores con las cadenas de valor regionales y mundiales.
• Mejorar los sistemas de información del mercado y las estadísticas.
• Reducir las barreras arancelarias y no arancelarias relacionadas con las diferentes reglas.