Iniciativa Pesquerías Costeras

Día Mundial de los Océanos: ¿puede el EEP ayudar a garantizar una pesca sostenible?

La Iniciativa Pesquerías Costeras de la FAO/FMAM promueve el enfoque ecosistémico para la gestión de la pesca (EEP), que considera a los humanos y su entorno de una manera holística

08/06/2022

8 de junio de 2022, Roma - El Día Mundial de los Océanos nos recuerda que el mar es una parte fundamental del sistema de soporte vital de nuestro planeta, pero su salud está en peligro debido al cambio climático, la contaminación y prácticas insostenibles como la sobrepesca.

Cada año, las pesquerías mundiales pierden USD 83 mil millones en beneficios económicos debido a la sobrepesca, según un informe del Banco Mundial titulado The Sunken Billions Revisited.

La sobrepesca también pone en peligro los medios de vida de los 492 millones de personas en todo el mundo que dependen de la pesca en pequeña escala.

Una forma de reducir este riesgo es el Enfoque Ecosistémico de la Pesca (EEP), un marco de gestión holístico promovido por la FAO y la Iniciativa Pesquerías Costeras (IPC) que considera el medio ambiente y las sociedades humanas como elementos interconectados.

El EEP es un proceso participativo: su objetivo es crear un sentido conjunto de propiedad entre los pescadores y los tomadores de decisiones mientras trabajan juntos para preservar la cadena alimentaria marina para las generaciones actuales y futuras.

Uno de sus principios es que a las especies se les debe dar tiempo para reproducirse. Sin embargo, en muchos casos, los pescadores no pueden darse el lujo de dejar de trabajar, ni siquiera por un día.

Una carrera hacia el fondo

Este es el caso de la pescadora artesanal Yesenia Condori, cuya asociación empresarial, Mujeres del Mar del Puerto de Quilca en Perú, está integrada por 28 armadoras. También son dueñas de una ferretería que vende artículos de pesca.

La Sra Condori dice que su asociación quiere pescar de manera sostenible, pero se ve obstaculizada por los bajos precios del mercado y la falta de almacenamiento en frío.

"En nuestro puerto, los precios son muy bajos. Por lo tanto, los pescadores tienen que extraer mayores cantidades para cubrir sus gastos y quedarse con lo suficiente como para mantener a sus familias", explicó la Sra Condori en la Consulta Mundial de la IPC en marzo.

"Si pudiéramos eliminar nuestra dependencia de los intermediarios y también financiar una cámara frigorífica, podríamos extraer menos y agregarle valor a nuestros productos", añadió.

Matilde Mendes Martins y Carolina Monteiro, ambas vendedoras de pescado de la Isla de Maio en Cabo Verde, comparten las mismas dificultades.

"Mi mayor dificultad es que no logro producir suficiente hielo para conservar todo el pescado", explicó la Sra Martins durante una reciente visita de intercambio organizada por el IPC en África Occidental.

"Si tuviera los medios para hacer más hielo, mi pescado llegaría al mercado en buenas condiciones, lo que a veces no sucede", agregó.

"Cuando hay mucho pescado, no podemos venderlo todo en un día, y muchas de nosotras no tenemos recipientes para el hielo", dijo la Sra. Monteiro. "Esto significa que tenemos que trabajar muchas horas para vender la mayor cantidad de pescado posible antes de que se eche a perder".

Los pescadores artesanales necesitan almacenamiento en frío

Ahmad Baihaki del Banco Mundial trabaja en el Fondo de desafío de la IPC en Indonesia, que promueve inversiones responsables del sector privado en pesquerías sostenibles. Él dice que los pescadores en pequeña escala deben poder contar con los medios para reducir su esfuerzo y aumentar su eficacia.

"En el caso de la pesca artesanal en Indonesia, se está pescando mucho, pero no hay instalaciones para producir hielo. Gran parte del pescado se tira", explicó el Sr Baihaki durante la Consulta Mundial de la IPC.

Citó uno de los casos de negocios del Fondo de desafío de la IPC en Indonesia: una instalación de fabricación de hielo con energía solar que "ayudaría a los pescadores a pequeña escala a aumentar la calidad de sus capturas para que puedan ganar más con menor esfuerzo".

El EEP: un camino a seguir

Para los pescadores artesanales a lo largo de las costas del mundo, quienes según la FAO son responsables de al menos el 40 % de las capturas globales, la respuesta a la sobrepesca podría ser el EEP, que reúne a las comunidades, los inversores y los gobiernos en un esfuerzo por acordar y adoptar comportamientos sostenibles.

"El EEP está diseñado para ser participativo y adaptable: proporciona circuitos de retroalimentación en diferentes escalas de tiempo y promueve el uso de los mejores conocimientos disponibles para informar la toma de decisiones", explicó Merete Tandstad del Programa EAF-Nansen de la FAO.

"La participación de los involucrados en la pesca desde el comienzo del proceso de planificación crea un sentido de propiedad del proceso y de sus resultados", agregó la Sra Tandstad.

Lograr un equilibrio entre las necesidades humanas y el medio ambiente

"Debemos reconocer que existen compensaciones entre la conservación y lo que las poblaciones locales pueden sostener", según Lena Westlund, analista de pesca internacional y consultora senior de la FAO.

La gestión conjunta, garantizar derechos de tenencia seguros y otorgar a las comunidades locales la "propiedad" de los recursos que se les pide que utilicen de manera sostenible para su propio futuro y el de los demás, son claves para implementar el EEP en la pesca costera a pequeña escala, explicó la Sra Westlund.

Por ejemplo en Indonesia, la IPC trabaja con el gobierno para crear incentivos para la gestión comunitaria de las pesquerías, dirigida por pescadores indígenas.

Esto significa una infraestructura adecuada, incluido el almacenamiento en frío, y recompensas de mercado para la pesca sostenible.

"El proceso siempre debe comenzar por iniciativa de la comunidad; sin eso, todo sigue igual", comentó Jimy Kalther de la IPC Indonesia.

Acerca de la IPC

Financiada por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), la IPC está formada por la FAO, Conservación Internacional (CI), el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), así como gobiernos y comunidades de pescadores.

Juntos, trabajan para lograr pesquerías costeras sostenibles en seis países en tres regiones: Asia (Indonesia), América Latina (Ecuador y Perú) y África occidental (Cabo Verde, Côte d'Ivoire y Senegal).