Eloisa Mota, de 35 años, se convirtió en pescadera gracias a su madre, quien le enseñó el oficio cuando era pequeña.

“Me acabó gustando el trabajo”, dice Eloisa, vicepresidenta de la Asociación de Pescaderos de São Vicente, formada por mujeres y hombres.

Trabajaba de 7:30 am a 12:30 pm en el mercado de pescado de Mindelo, que, según ella, no tiene buenas condiciones laborales.

“Las condiciones físicas del mercado son precarias y las mujeres que trabajan allí no están motivadas, van allí por falta de opciones”, explica Eloisa, que mantiene a sus dos hijos, una niña de 15 años y un niño de cuatro años.

Eloisa quería más: con su socia, Flávia Lima, creó una empresa llamada Lofla´s Food, que ahora cuenta con cuatro empleados - tres mujeres y un hombre.

Producen y comercializan hamburguesas y albóndigas de pescado congeladas, que están disponibles en los principales supermercados de la isla de São Vicente.

Los productos Lofla's Food se procesan y envasan siguiendo las normas de higiene alimentaria de Cabo Verde y están etiquetados con toda la información que necesitan los consumidores, desde el tipo de pescado utilizado hasta la forma en que se conserva.

La empresa comercializa sus productos a través de las redes sociales, con sugerencias de recetas para promocionar sus ofertas.

Eloisa y Flávia adquirieron las habilidades y el equipo necesarios para implementar su actividad gracias a la capacitación brindada por la Iniciativa Pesquerías Costeras en África occidental (IPC-AO) en colaboración con el programa de Contribución Voluntaria Flexible (FVC) de la FAO y la Escuela del Mar de Cabo Verde (EMAR).

“A través de estas capacitaciones desarrollamos nuestro proyecto de transformar pescado fresco en hamburguesas y albóndigas de pescado”, relata Eloisa. “Aprendí muchas cosas: cómo gestionar mi negocio, incluyendo a las personas y, sobre todo, aprendí mucho sobre producción, buenas prácticas, etiquetado, trazabilidad. Todos estos son aspectos que realmente disfruté aprendiendo y de los que no era consciente antes. También aprendí a entender el circuito de productos pesqueros y cómo funcionan las exportaciones de pescado”.

Si bien todavía trabaja como pescadera por las mañanas para llegar a fin de mes, Eloisa dice que también está muy feliz de tener su propio negocio. Ahora divide sus tardes entre la Asociación de Pescaderos y Lofla’s Foods.

“Es una actividad que disfruto”, comenta. “Con este negocio tengo más autonomía y libertad y más oportunidades de crecimiento, con una visión diferente que antes”.

Gracias al desarrollo de capacidades de CFI, FVG y EMAR, Eloisa descubrió habilidades que no sabía que tenía.

“Aprendí que soy buena administradora y que puedo ser creativa en términos de producción. Por ejemplo, ahora exploro nuevas recetas y nuevos productos. Vamos a lanzar una campaña de degustación con los clientes, que también tendrán acceso a información sobre nuestra oferta”, añade.

Mejorar la condición de las mujeres

“Creo que hay mucho por hacer para mejorar las condiciones laborales de las mujeres”, afirma Eloisa. "Muchas no están registradas y no tienen cobertura de seguridad social".

Eloisa añade que le gustaría ver a las pescaderas ampliar su base de clientes más allá del mercado de pescado de Mindelo, por ejemplo a través de las ventas en línea.

“Me gustaría que utilizaran los medios digitales para expandir su negocio y que fueran reconocidas y valoradas fuera del mercado (de Mindelo)”, explica Eloisa.

Además, las mujeres necesitan cuidarse mejor, afirma.

“Lo que veo es que pasan todo el tiempo trabajando”, apunta Eloisa. “Incluso cuando abandonan el mercado, siguen trabajando. Me gustaría verlas disfrutar de la vida realizando actividades de ocio”.

En cuanto al futuro de sus hijos, Eloisa quiere que se formen y se realicen tanto personal como profesionalmente.

“Quiero transmitirles a mis hijos que deberían estudiar y dedicarse a un trabajo que les brinde felicidad, no sólo recompensas económicas, sino también satisfacción. Así su cansancio será del cuerpo, pero no del alma, y tendrán mucho más placer al hacerlo”, dice Eloisa.

Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, Eloisa llama a la población de Cabo Verde a “valorar más el pescado como alimento nutritivo y saludable”.

"La gente debería animar a sus hijos y familiares a comer más pescado", afirma. "Y mis colegas deberían añadir valor al pescado para poder ganar más dinero".