A principios del siglo pasado, los bosques cubrían el 70 % de la superficie de Filipinas, pero esta cifra cayó rápidamente hasta llegar al 18,3 % en 1999, por causas tanto antrópicas como naturales. Las consecuencias de la actividad humana se deben principalmente a la expansión agrícola y a las actividades de tala por parte de grandes empresas. Las causas naturales, como los incendios, las plagas y enfermedades, y los desastres naturales como tifones, inundaciones y deslizamientos de tierra, también contribuyen a la degradación de los bosques. Estos desastres naturales son cada vez más frecuentes debido al cambio climático. 

La deforestación y la degradación de la tierra han tenido consecuencias devastadoras para la biodiversidad. Con más de 20 000 especies endémicas, Filipinas se encuentra entre los 17 países declarados megadiversos, que albergan entre ellos dos tercios de la biodiversidad de la Tierra. Sin embargo, la biodiversidad del país, ubicada en islas y tierras degradadas, no es capaz de sostener a largo plazo la producción de los alimentos necesarios para una población en expansión a largo plazo. 

Recientemente, Filipinas ha progresado significativamente en la lucha contra tendencias históricas que causan la pérdida de cobertura forestal. El país ha plasmado su compromiso en el programa de plantación masiva y reforestación conocido como el Programa Nacional de Ecologización. El Proyecto Integrado de Recursos Naturales y Gestión Ambiental (INREMP) y el  Programa de Gestión Forestal (FMP) también forman parte de esta iniciativa. En el año 2000, Filipinas figuraba en la lista de los diez países donde la deforestación era más grave y que emitían el 17-20 % de los gases de efecto invernadero (FAO, 2006). Desde entonces, el país ha recuperado una pequeña parte de su cubierta forestal, con un ritmo de crecimiento de 55 000 ha al año (FAO, 2010). El informe nacional de Filipinas de la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales de 2010 indicó un aumento en la cubierta forestal desde los 6,57 millones de hectáreas en 1990 a 7,66 millones en 2010. 

Sin embargo, todavía hay mucho que hacer en la lucha contra la deforestación, ya que se ha cuestionado la sustentabilidad y la rentabilidad del programa de ecologización. Es necesario apoyar a los gobiernos y comunidades locales implicadas en este esfuerzo. 

Desde 2016, el Mecanismo para la Restauración de Bosques y Paisajes (FLRM) ofrece su ayuda a Filipinas a fin de continuar con las actividades de restauración y apoyar el papel de los bosques en las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) del Acuerdo de París. Además, ha desarrollado el proyecto “El Acuerdo de París en acción”, que recibe el apoyo de la Iniciativa Internacional del Clima (IKI) del Ministerio Federal alemán para Medio Ambiente (BMU). Filipinas forma parte de los seis países en los que se centra este proyecto, junto con Marruecos, el Líbano, Fiji, Níger y Etiopía.