El mercado mundial de bivalvos fuertemente afectado por la COVID-19

08/04/2021

Como los bivalvos se comercializan, principalmente, vivos, los problemas logísticos creados por la  COVID-19 y los controles y restricciones en las fronteras, originados por ésta, ha dado como resultado que entren menos productos en el comercio internacional. En comparación con otros tipos de marisco, los recortes más elevados en el comercio son para los bivalvos. Debido a la disminución en la demanda, los precios bajaron el año pasado, mientras que los bivalvos tienen precios bastante estables.

Mejillones

En los primeros nueve meses de 2020, el total de las importaciones mundiales totales de mejillones disminuyó alrededor de 200 000 toneladas, un 18 por ciento. Francia e Italia, los principales importadores de mejillones del mundo, registraron 10 000 toneladas menos de importaciones entre enero y septiembre de 2020, en comparación con el mismo período del año pasado. El principal problema para el mercado del mejillón fue el bloqueo debido al COVID-19 en los países europeos, el cual se prolongó durante varios meses. El consumo de mejillones en Francia fue un 5 por ciento menor en 2020, en comparación con el año anterior.

Los mejillones frescos son difíciles de limpiar en casa, por lo que los consumidores rechazan comprar este tipo de productos para cocinar en casa. En principio, el mejillón es un producto ideal para platos preparados, pero la producción es bastante lenta, ya que, los consumidores en Europa son muy tradicionales. En 2020, España redujo la producción de mejillón debido a las restricciones de la COVID-19 en los mercados. Chile se mantuvo como primer exportador de mejillón, logrando incrementar sus envíos al mercado mundial. La mayoría de estos envíos se destinaron a España, donde los mejillones son procesados. De hecho, España cuenta con una industria de procesamiento de mejillones bastante desarrollada. Los productos de esta industria se beneficiaron del cambio en los patrones de consumo, favoreciendo la comercialización al por menor de productos de mejillón en conserva. La industria española de procesamiento de mejillón creció en 2020, gracias a la  buena demanda del sector minorista y del sector del reparto a domicilio. En España, as importaciones de mejillón pasaron de 14 600 toneladas en enero-septiembre de 2019 a 15 740 toneladas en el mismo período pero del año siguiente, 2020. Otros productores de mejillón en Europa, como Francia, Países Bajos e Italia, podrían aprender de esta experiencia y diversificar la oferta de mejillón, pasando de los productos vivos a realizar algunos platos preparados y productos enlatados.

En los primeros días de 2021, los envíos de bivalvos vivos de Escocia a Francia se vieron afectados por las nuevas normas tras el Brexit. Según se informa,  los envíos quedaron bloqueados en las oficinas de aduanas, lo que provocó la pérdida o el deterioro de los productos.

Ostras

La producción y el comercio de ostras se vieron muy afectados por la pandemia de la COVID-19, incluso aún más que los mejillones. Los restaurantes en Francia cerraron desde octubre de 2020 y permanecieron cerrados hasta mediados de febrero. Ésto, obviamente, fueron muy malas noticias para los productos pesqueros durante la temporada navideña, especialmente para las ostras. El año pasado, en Francia, las compras de ostras disminuyeron un 7,6 por ciento por parte de los consumidores. Ante la baja demanda interna, los productores franceses de ostras redujeron su producción, donde también se vieron afectados los resultados de las exportaciones. Esto produjo que Francia perdiera su tradicional posición de primer exportador mundial de ostras a China. En los primeros nueve meses de 2020, las exportaciones disminuyeron un 27 por ciento en comparación con el mismo período de 2019. Además de los problemas relacionados con la COVID-19, los problemas de enfermedades de la propia ostra han afectado al rendimiento francés.

Almejas

El comercio mundial de almejas se vio menos afectado por el brote de la COVID-19. Este tipo de comercio se concentra en Asia, donde los principales mercados, como Japón y la República de Corea, lograron mantener el virus bajo control. Como resultado, el comercio se redujo sólo un 8 por ciento durante los primeros nueve meses de 2020. China sigue siendo el principal país exportador de almejas, con algo menos de exportaciones que el año pasado. En el sur de Europa, donde las almejas se consumen principalmente en los restaurantes, las ventas se vieron afectadas por el cierre debido al COVID-19.

Vieiras

Al igual que el resto de los productos bivalvos, la producción y el comercio de vieiras se vieron afectados por la situación del mercado creada por el impacto de la COVID-19. El comercio se desplomó un 12 por ciento. China, el principal país importador y exportador de vieiras, informó de una reducción sustancial del comercio de este producto. Perú, que es el segundo principal proveedor de vieiras al mercado mundial, también registró menos productos destinados al mercado de exportación.

Entre 2019 y 2020, los precios de importación de vieiras en el mercado francés bajaron un 17 por ciento. En 2019, el precio de las vieiras congeladas fue de 15,00 dólares americanos por kg y,  en 2020, disminuyó a 12,50 dólares americanos por kg. Para las vieiras vivas, el descenso correspondiente fue de 20,00 dólares americanos por kg a 19,00 dólares americanos por kg.

Una perspectiva difícil

Tras años de expansión del consumo de bivalvos, en 2020 se registró un descenso en todos los mercados y para todas las especies. Es probable que la situación se estabilice a lo largo de 2021, siempre y cuando el programa de vacunación conduzca a una normalización y a una reapertura de los restaurantes, especialmente en Europa, donde tiene lugar principalmente el consumo de bivalvos. Se espera que,  a lo largo del año, los precios se recuperen de su bajo nivel en el que se encuentran.

La crisis de la COVID-19 ha demostrado que los productores y comerciantes de bivalvos tienen que modificar su idea de negocio e invertir en el valor añadido, el cual deberá ir más allá de la oferta de sólo medias estanterías congeladas. El gran ejemplo español demuestra que es posible producir una buena comida preparada, tanto para su venta en supermercados como  a través de servicios de entrega a domicilio.

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