En medio de la pandemia de la COVID-19, los agricultores familiares del país continúan llevando alimentos frescos y saludables a la mesa de las familias panameñas. Con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), a través del programa “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO”, los agricultores familiares se han mantenido organizados y han fortalecido sus capacidades de producción y comercialización, contribuyendo así a dinamizar las economías locales y a garantizar la seguridad alimentaria y nutricional en sus comunidades.

De esta manera, el Programa, en el marco de los Comités provinciales, comarcales y de tierras colectivas de agricultura familiar, que integran el Comité Nacional de Agricultura Familiar de Panamá (CONADAF), ha contribuido a que los agricultores familiares del país puedan enfrentar los desafíos que la pandemia ha impuesto a la producción agrícola y al suministro de alimentos.

En la provincia de Bocas del Toro, por ejemplo, los productores del sector continúan comercializando sus productos a través de las ferias y mercaditos familiares establecidos con apoyo del CONADAF y “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO”. Estos espacios contribuyen a la vinculación de la agricultura familiar a los mercados, la generación de ingresos y la disponibilidad de alimentos nutritivos y saludables a nivel local.

Estas acciones son fruto de los avances de Panamá en el impulso a la agricultura familiar a través de la definición de políticas diferenciadas para este sector con el apoyo del Programa, como la Ley de Agricultura Familiar, por medio de la cual se le reconoce como un asunto de interés nacional y se establece el Plan Nacional de Agricultura Familiar como una política de Estado para contribuir al fortalecimiento del sector.