La crianza de conejos se ha convertido en una actividad clave para la economía familiar de un grupo de cunicultores del municipio de Alegría, en el departamento de Usulután, al oriente de El Salvador, que trabajan de forma asociada con el fin de comercializar la carne.

La Red de agro-cunicultores “Las Casitas”, tal y como denominan su asociación, ha logrado reproducir al menos seis razas de conejos: California, Neozelandés, Chinchilla, Mariposa, French lop y Dutch. También ha aumentado sus ventas y logrado comercializar su producto en diversos restaurantes del municipio de Alegría, en la plaza y en mercados locales. Además, y dada la demanda de alimentos, los asociados han comenzado a diversificar su producción para incluir hortalizas, codorniz, aves de doble propósito y pollos de engorde.

Actualmente, su producción mensual comprende aproximadamente 50 conejos (30 para gazapos y 20 para vender aliñado), 150 codornices (100 para pie de cría y 50 aliñadas), 500 huevos de codorniz, 475 pollitos de doble propósito y 50 pollos de engorde aliñados, lo que constituye un gran logro para este grupo de productores asociados.

El programa “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO” ha brindado asistencia técnica para fortalecer la producción del grupo y fomentar su vinculación a nuevos mercados, así como insumos para la construcción de galeras y de jaulas para la crianza de los conejos. Mediante el apoyo proporcionado por el Programa, los agro-cunicultores han fortalecido sus capacidades en ámbitos como la organización del grupo; la adecuación de las instalaciones para el desarrollo de la producción cunícula; y el aumento en la producción, lo que ha derivado en un mayor ingreso económico para las familias participantes y en una mejora sustancial de su seguridad alimentaria y nutricional.

“Este respaldo, toda la asistencia técnica y los apoyos que nos ha brindado "Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO", nos ha abierto puertas y nos ha conectado con nuevos clientes y con las instituciones que trabajan en el tema de desarrollo agrícola y de producción de carne”, sostiene Juan Carlos Rivera, presidente de “Las Casitas”.

Ahora, y como en tantos otros sectores, la pandemia por COVID-19 ha afectado a estos emprendedores locales, y el grupo se ha visto obligado a reinventarse y adaptarse a las nuevas circunstancias. Aprovechando el auge de las redes sociales, el grupo ha hecho uso de ellas para promover y comercializar sus productos, iniciando un servicio de entregas a domicilio.

Recientemente, la FAO en El Salvador ha entregado el reconocimiento “Héroes de la Alimentación” a “Las Casitas” en la categoría “Grupo asociativo innovador”. Este galardón reconoce el esfuerzo del grupo por incorporar la producción integrada y por su puntera utilización de las redes sociales. También reconoce su esfuerzo por brindar asesoría técnica a familias del entorno y por haber ofrecido orientación en la implementación de un emprendimiento a productores de municipios aledaños.