Mariana García es una mujer emprendedora originaria del cantón San Bartolo, municipio de Guatajiagua, en el departamento de Morazán, al oriente de El Salvador. Hace unos años no se imaginaba todo el potencial que poseía para emprender y mejorar su seguridad alimentaria, su capacidad para generar ingresos y su economía.  

Ahora, y gracias a su liderazgo y su trabajo comunitario, Mariana ha recibido el premio “Héroes de la Alimentación” en la categoría de “Productora individual”, entregado por la FAO en El Salvador. Este premio constituye un reconocimiento a su esfuerzo, su receptividad a las nuevas tecnologías y su disposición de replicar los resultados obtenidos, incentivando así a su comunidad a mejorar su bienestar y sus condiciones de vida.

La labor de Mariana es especialmente valiosa dado el contexto en el que se desarrolla: ella y su familia forman parte de los 10,5 millones de personas que habitan en el Corredor Seco Centroamericano, la región más densamente poblada de América Central y que enfrenta una durísima variabilidad climática. En este territorio, que incluye Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, cerca del 60% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza extrema.

Mariana y su familia han sabido enfrentar las condiciones de sequía y el deficiente acceso al agua, aprovechando el apoyo brindado por la FAO y por el programa “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO”, que incluye asistencia técnica, insumos y fortalecimiento de capacidades.

Además de incorporar la producción de aves de doble propósito a sus unidades familiares, se han abierto nuevas oportunidades de acceso a crédito, manejo de fondos comunitarios y fiscalización de los mismos para las mujeres de su comunidad. 

“Ha sido una experiencia enriquecedora, no pasábamos de ser amas de casa y de echar a las gallinas, pero con este proyecto nos han capacitado y nos han enseñado a producir y a saber administrar”, consideró García.

Como resultado, Mariana se presenta ahora como una mujer empoderada y se muestra orgullosa de que, gracias a su esfuerzo y el de otras mujeres como ella, sus familias dispongan de una producción diversificada y sostenible, y la comunidad de acceso a mercados, información sobre precios y nuevas oportunidades.