Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA) Centroamérica

Los huertos escolares: Herramienta didáctica para la enseñanza de la seguridad alimentaria y nutricional

22/11/2014

Los niños más pequeños aprenden a contar con la recolección de los huevos y lo más grandes van aprendiendo a medir las distancias en metros, en esto se ha implementado la matemática. Todos aprenden técnicas de siembra y cultivo y aprenden las partes de las plantas, para qué sirven y los nutrientes que tienen y así se implementa la clase de ciencias naturales.

Centroamérica - “Tenía más de cuatro años de querer hacer el huerto escolar y no lo hacía porque no tenía un predio, quizá yo me estaba volviendo cómodo y quería un predio baldío (que estuviese limpio), teniendo este lugar aquí”, manifestó el profesor Rafael Mendoza al ver su ahora productivo huerto escolar del Complejo Educativo de Lislisque, en La Unión, El Salvador.

El lugar donde ahora se producen saludables legumbres en el complejo escolar era un depósito de basura. Hoy en día, es un huerto modelo para los demás centros educativos del municipio gracias al esfuerzo de los docentes y estudiantes.

Según el profesor Mendoza, la llegada del Plan de Agricultura Familiar al municipio, la asistencia técnica del Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA), la coordinación con la Unidad Ambiental de la Alcaldía Municipal, más el entusiasmo de los jóvenes de segundo año, quinto grado y padres de familia, es que el huerto del Instituto se hizo realidad.

Los huertos escolares, promovidos por los PESA de Centroamérica son una oportunidad para docentes, jóvenes, niños y niñas de realizar, entre otras,  las clases de Ciencias, Aritmética, Salud y Medio Ambiente en forma práctica.

Según Mendoza, el entusiasmo de los jóvenes al ver germinar las semillas que han sembrado, cuidar esas plantas de rábano, repollo, ejote, pepino y maíz, y luego consumirlas, es algo mágico para ellos, “es una gran experiencia que queremos que se replique en sus hogares”.

Se modifican los hábitos de alimentación

Los huertos escolares llegaron a municipios como el de Totogalpa, Nicaragua a completar la alimentación escolar de los alumnos y a servir como un medio pedagógico clave para modificar hábitos alimenticios de toda la comunidad.

“Ayudamos, colaboramos con los huertos de la escuela y esto es muy bueno para que aprendamos muchas cosas de matemáticas, ciencias y geometría”, dijo sonriente Xilomen Francisca Soto alumna de cuarto grado.

En esta comunidad, las prácticas y enseñanzas aprendidas en las escuelas se han trasladado a los hogares revalorizando el consumo de alimentos tradicionales mucho más sanos y con valores nutritivos superiores.

Todos estos conocimientos se han valido de la acción de organismos como el Comité Municipal de Seguridad Alimentaria y Nutricional (COMUSAN) que ha logrado articular a los diferentes actores como las autoridades municipales, equipos técnicos, líderes comunitarios y organismos no gubernamentales.

Ver la cara de felicidad de los  niños y niñas cuando, además de que tienen su merienda escolar normal que han tenido, ven que hay otros ingredientes eso les parece que la comida va a saber más rica, esa sonrisa de los niños vale mucho” , asegura Jaqueline Montoya, miembro de la COMUSAN en Totogalpa.

La Importancia del trabajo colectivo.

"Una planta puede enseñar la importancia del trabajo colectivo, puede servir para una clase de biología y puede ser el resumen perfecto de la importancia de la naturaleza que nos rodea, de cómo entenderla, respetarla y sacarle el mejor provecho" destacó Tiburcio Vásquez, coordinador Regional del PESA Honduras en el departamento de Yoro (Norte del país).

Elba Oneida Martínez trabaja como maestra en una pequeña escuela de Pueblo Nuevo en el Municipio de Victoria, Yoro, donde han desarrollado procesos en conjunto con los niños y niñas y sus padres.

"El mayor reto ha sido el apoyo de los padres, ya que al principio de llegar a la aldea la gente era renuente, no les gustaba el trabajo grupal o sea cada quien por su lado. Hemos avanzado grandemente, yo me siento satisfecha porque ya se trabaja en colectivo. Ahora viene a diario una madre a darle la comida a las gallinas, una madre por día. Los padres nos ayudan a estirar más el alambre del gallinero o alguna otra construcción que se necesite hacer, ellos siempre apoyan" explicó.

Se hace un trabajo permanente para superar la apatía y la pereza y los padres y madres de familia se incorporan en varias actividades alrededor de la merienda escolar.

"Lo que se produce se consume en la merienda escolar y las madres son las encargadas de elaborar la merienda. El fin es que sea más balanceado lo que consumen los niños. Incluso hay un comité encargado de que se le elabore la merienda a los niños y también de variar el menú, dentro de lo que se pueda. Los niños que comen se comportan distinto y eso se nota.

Esta es una de tantas experiencias que viven las familias e instituciones de diferentes municipios de Centroamérica que fueron apoyadas por PESA-FAO. Las escuelas siguen apostando a la disponibilidad y acceso de los alimentos para una mejor salud y nutrición de la población.