Brasília, 09 de abril de 2020 - Diecisiete países de América Latina y el Caribe participaron esta semana de la primera videoconferencia para intercambiar experiencias sobre las acciones que han desarrollado o están en planificación en sus Programas de Alimentación Escolar en el contexto de la pandemia del COVID-19. La reunión virtual contó con la asistencia de 67 profesionales de la región que conforman la Red de Alimentación Escolar Sostenible (RAES). La reunión fue organizada por la Agencia Brasileña de Cooperación del Ministerio de las Relaciones Exteriores (ABC/MRE), el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación de Brasil (FNDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el marco del proyecto de Cooperación Internacional Brasil-FAO. La RAES, desarrollada por el Gobierno de Brasil con el apoyo de la FAO, es conformada por países de América Latina y el Caribe como una respuesta en favor del alcance de las metas del Decenio de las Naciones Unidas de Acción sobre la Nutrición y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 

Cecilia Malaguti, coordinadora-general de la Cooperación Técnica Trilateral con Organismo Internacional de la ABC/MRE, destacó el apoyo de la FAO y el rol del FNDE en la cooperación entre Brasil y FAO con los países de la región. “Por parte de ABC, a pesar de los tiempos turbulentos que todos nuestros países enfrentan, esperamos encontrar soluciones innovadoras para este momento a través de las discusiones”, señaló.

El Representante de la FAO en Brasil, Rafael Zavala, subrayó que “exactamente ahora, cuando no hay escuelas, es cuando más y mejor se ve la importancia de los programas de alimentación escolar”. Por parte también de FAO, el Oficinal Seguridad Alimentaria y Nutricional, Ricardo Rapallo, comentó la rapidez en que los países de la región respondieron en términos de adaptación de sus programas de alimentación escolar frente a la pandemia del COVID-19. “Queremos reconocer el trabajo y el esfuerzo que todos ustedes están haciendo”, destacó. Según Rapallo, 85 millones de niños y niñas en América Latina y el Caribe han dejado de participar de los programas de alimentación escolar, destacando que lo prioritario, además de las medidas de salud, es garantizar en la medida de lo posible una alimentación sana, diversa y estable para todas las personas, en especial a los grupos más vulnerables, donde se ubican a los niños y niñas.

El coordinador-general del Programa Nacional de Alimentación Escolar del FNDE, Valmo Xavier da Silva, destacó los desafíos de Brasil en readecuarse a una nueva manera de ejecutar el programa, con actualización, reglamentos y ajustes. También destacó la articulación de RAES en el intercambio de experiencias entre los países. “En este momento desafiador tenemos que responder rápidamente, porque el hambre no espera”.        

Los primeros avances

En Chile, el país está garantizando la continuidad de la alimentación escolar de los estudiantes que antes recibían en los comedores escolares y que ahora hacen parte de una canasta básica que reciben los padres de los estudiantes. En las primeras tres semanas fueron entregadas más de 1 millón y medio de canastas, representando 18 toneladas de alimentos. En Costa Rica, ya fueron entregados 2 millones de paquetes de alimentos perecederos y no perecederos, alcanzando casi 100% de los escolares del país. Ocho mil cocineras de las escuelas apoyaron en la producción de los paquetes entregados. La producción de los huertos escolares y de las escuelas agrícolas van a reforzar los alimentos entregados. Guatemala también está entregando alimentos a los estudiantes por medio de las organizaciones de padres de familia. En los primeros 15 días ya fueron entregados 100% de los alimentos.

Buscando soluciones

Varios países de la región están buscando soluciones para garantizar la alimentación de los niños y niñas. En el caso de Brasil está ajustando los marcos legales para facilitar que la alimentación sea entregada a los estudiantes. Asimismo, hay otras soluciones en estudio como una tarjeta para compra de alimentos en el mercado local. En este país, la alimentación es universal y asiste a 41 millones de estudiantes. En el Caribe, Belice también ya está movilizándose para entregar canastas básicas. En Honduras, el programa de alimentación escolar está buscando soluciones y mientras, por medio de programas sociales, ya se entregaron raciones básicas a los padres de familia de los estudiantes.

La coordinadora regional del proyecto Consolidación de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe, Najla Veloso, evaluó que todos los países fueron unánimes en que hay muchos desafíos para garantizar la seguridad alimentaria de los escolares, pero están buscando las maneras de responder. “Temas como cambio de reglamentos y logística son algunos de los retos que casi todos los países tienen que superar”, finalizó.