Santiago de Chile, 25 de mayo del 2024 - Representantes de gobiernos y de la sociedad civil organizada de Brasil, Uruguay, Paraguay, Colombia y Chile, además de representantes de la Confederación de Organizaciones de Productores Familiares del Mercosur Ampliado (COPROFAM) de Argentina y Perú se reunieron en la ciudad de Brasilia, Brasil, para la primera sesión del I Ciclo de Intercambios sobre Acceso a la Tierra en el Mercosur Ampliado, entre los días 13 al 15 de mayo.  

A lo largo de tres días, los participantes pudieron conocer más sobre las experiencias y las buenas prácticas desarrolladas en Brasil en el tema de acceso a la tierra, y dialogaron para identificar prioridades y desafíos comunes entre los países hacia la construcción de una agenda regional de trabajo. 

Esta iniciativa fue promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) y la Agencia Brasileña de Cooperación del Ministerio de Relaciones Exteriores (ABC/MRE), en el marco del Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO, en apoyo a la agenda de trabajo de la Reunión Especializada de Agricultura Familiar del MERCOSUR (REAF/MERCOSUR).  

En la apertura de las actividades, el presidente del INCRA, César Aldrighi subrayó que el Instituto viene trabajando intensamente para reestructurar las políticas de acceso a la tierra y reforma agraria en Brasil. Además, agregó la importancia de iniciativas como la del intercambio para retomar la participación del INCRA en las agendas internacionales y reforzar la alianza con la FAO y la ABC en el tema de gobernanza de la tierra. Moisés Savian, secretario de Gobernanza de Tierras, Desarrollo Territorial y Socioambiental de Ministerio de Desarrollo Agrario y Agricultura Familiar (MDA) de Brasil, apuntó la relevancia de la tierra como un patrimonio nacional, económico, ecológico y social y la importancia que tiene la política pública en garantizar no solo el acceso, sino que su gestión y una efectiva gobernanza territorial. A su vez, Plínio Pereira, analista de proyectos de la ABC, dijo que Brasil comparte buenas prácticas, conocimientos y experiencias exitosas con los países de la región, pero, también, aprende con los países por medio de la cooperación Sur-Sur. 

En representación al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de Paraguay, que ejerce la Presidencia Pro-Tempore del MERCOSUR este semestre, Martín Paredes, destacó que el tema de acceso a la tierra está en la agenda de Paraguay y que el intercambio es importante para la identificación de estrategias de apoyo a los países en este tema. 

Para Gustavo Chianca, asistente del representante de la FAO Brasil, acciones de cooperación como esta son claves para hacer circular las buenas prácticas y resaltar los resultados que algunos países han obtenido en sus sistemas de administración de tierras y cómo estos procesos encuentran similitudes en diferentes y en su ‘aterrizaje’ en la realidad de diferentes territorios. 

Sandra Andrade, de la Coordinación Nacional de Articulación de Comunidades Rurales Quilombolas Negras (Conaquilombos), destacó la importancia de la visibilidad de la producción de los campesinos, en especial de las mujeres rurales, resaltando su relevancia en las políticas de agricultura familiar y en discusiones como aquellas planteadas por el I Ciclo de Intercambios. Alberto Broch, presidente de la COPROFAM señaló que la organización sigue comprometida con el fortalecimiento de la integración regional y visibilidad de los aportes de la Agricultura Familiar, en especial por medio de la implementación del Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar. 

Reflexiones y próximos pasos

La dinámica de trabajo al largo de los 3 días permitió a los participantes reflexionar acerca del vínculo existente entre los diferentes tipos de acceso a la tierra y las políticas que permitan el desarrollo de la tenencia y la importancia del desarrollo de herramientas concretas que faciliten el acceso y garanticen a la población una mayor autonomía para sus prácticas productivas. 

En este contexto, se ha destacado el rol de políticas que reconozcan los vínculos territoriales y culturales, como el reconocimiento de áreas indígenas e “quilombolas” (afrodescendientes que habitan los quilombos), así como el desarrollo de una institucionalidad que, además de garantizar el acceso a la tierra, permita solucionar conflictos y orientar la gestión de la tierra y territorial hacia modelos más sostenibles. 

A partir de las prioridades identificadas por los países en esta primera sesión, las próximas sesiones del I Ciclo de Intercambios van a seguir profundizando el diálogo, con enfoque en diferentes herramientas que faciliten el acceso y la seguridad jurídica de la tenencia, mecanismos y políticas dirigidas al acceso a la tierra para las mujeres y los jóvenes, bien como estrategias que faciliten a la articulación institucional para potenciar el desarrollo de las poblaciones beneficiarias de los programas de acceso, en especial la agricultura familiar. El objetivo final es tener un plan de trabajo que oriente las acciones de los países que forman parte de la REAF/MERCOSUR con respecto al tema de acceso y gobernanza de la tierra. 

Pedro Boareto, coordinador regional de proyectos de la Oficina Regional de FAO para América Latina y Caribe, destacó la importancia de esta iniciativa con la REAF/MERCOSUR en el marco de la cooperación entre FAO e INCRA, y el objetivo de seguir fortaleciendo una agenda regional de gobernanza de la tierra que identifique prioridades concretas en nuestra región para una mejor gestión territorial y una transformación rural inclusiva sin dejar a nadie atrás. 

Espacios de dialogo acerca del acceso a la tierra

Mediante la iniciativa de cooperación Sur-Sur entre la FAO y el gobierno de Brasil, a través del INCRA y la ABC,  en el ámbito del proyecto Apoyo al fortalecimiento de la gobernanza responsable de la tenencia de la tierra en América Latina y el Caribe, son generados espacios de diálogo político y se facilitan oportunidades de intercambio de buenas prácticas entre países de la región, que contribuyan a una nueva perspectiva sobre los sistemas de administración de tierras, y que generen la promoción de políticas territoriales eficaces, con miras a la erradicación de la pobreza y la promoción del uso y gestión sostenible de los recursos naturales.