Programa sobre los bosques y el agua

Celebrando los bosques y el agua: la importancia del nexo entre los bosques y el agua para la biodiversidad y el cambio climático


21/03/2020

Se prevé que el cambio climático aumente los fenómenos meteorológicos extremos y los riesgos de desastres relacionados con el agua, como inundaciones, sequías y tormentas. Teniendo en cuenta que más del 50 por ciento de la población mundial se ve afectada por la escasez de agua y se estima que este número alcanzará los 6 300 millones en 2050, se prevé que la sociedad enfrente la reducción de los activos de los medios de subsistencia, principalmente aquellos que dependen de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, como el acceso a los alimentos y a la vivienda.

Los bosques tienen un gran potencial para disminuir las repercusiones del cambio climático en los recursos hídricos al reducir el riesgo de inundaciones durante la temporada de lluvias y sequías en la estación seca; promover los efectos de enfriamiento y contribuir a la resiliencia del paisaje. La capacidad de los bosques para resistir a los impactos del cambio climático, o recuperarse después de una perturbación, está condicionada a la biodiversidad.

Los bosques se encuentran entre los depósitos de biodiversidad más importantes y albergan alrededor del 80% de la biodiversidad terrestre del mundo. Mantienen y apoyan la biodiversidad acuática proporcionando sombra, protegiendo el suelo de la erosión, actuando como un amortiguador químico y proporcionando insumos terrestres nutritivos a las redes alimentarias acuáticas. Estos beneficios se traducen en el suministro y la seguridad alimentaria, especialmente para las poblaciones que dependen de la pesca. El manejo sostenible de los bosques es esencial para mantener el funcionamiento de los ecosistemas y, por lo tanto, la prestación continua y saludable de servicios ecosistémicos, como los recursos hídricos y la producción de alimentos. Mantener y restaurar la biodiversidad en los bosques promueve su resiliencia a las presiones inducidas por el hombre y los cambios climáticos.

La degradación y deforestación de los bosques, así como la pérdida de biodiversidad, pueden afectar la resiliencia de los bosques comprometiendo su contribución a la adaptación y mitigación del cambio climático. Se calcula que el 33 por ciento de la superficie forestal actual podría verse afectada por el cambio climático, que repercutiría especialmente en los bosques boreales. Los desafíos que plantea el cambio climático requieren ajustes en las estrategias forestales y en los planes y prácticas de manejo forestal. Se deben adoptar medidas para reducir la vulnerabilidad de los bosques y mejorar su resiliencia al cambio climático con el objetivo de asegurar la provisión continua de los servicios ecosistémicos vitales y las funciones protectoras garantizadas por los bosques. El manejo forestal debe considerar un enfoque integral, integrado y holístico que incluya las relaciones bosque-agua y la conservación de la biodiversidad.

Para obtener mayor información sobre los enfoques del manejo integral, consulte el Conjunto de Herramientas para la Gestión Forestal Sostenible (GFS), el módulo sobre los bosques y el agua y el módulo sobre adaptación al cambio climático y su mitigación.