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Como parte de las actividades del Proyecto REBYC II LAC en México se realizó el análisis de la cadena de valor de la fauna de acompañamiento del camarón (FAC) en la pesca industrial de arrastre en Campeche y su importancia socioeconómica en la región. El objetivo del estudio fue evaluar la magnitud del impacto socio-económico que podría generar la implementación de dispositivos excluidores de peces en la flota camaronera, así como los impactos positivos para el sector pesquero que podrían resultar de un mejor aprovechamiento de la fauna de acompañamiento. Los resultados de este estudio señalan que, si bien la FAC retenida en la pesca de camarón no forma parte importante de los ingresos económicos por viaje de pesca, ya que las mayores ganancias para el pescador se obtienen del recurso camarón, esta captura sí tiene gran importancia como alimento durante el viaje de pesca, así como gran valor para sus hogares como alimento adicional y para obsequiar a sus compañeros en puerto.

Para la caracterización de la FAC retenida y su valor en puerto se aplicaron 185 encuestas a los tripulantes de 82 embarcaciones correspondientes a 170 viajes de pesca. Los encuestados fueron en su mayoría capitanes o patrones de barco, aunque también se encuestó a otros miembros de la tripulación.

La variedad y cantidad de FAC que se capturó, dependió de diversos factores tales como, el número de días efectivos de pesca, el clima, el buen funcionamiento de la embarcación (equipo y maquinaria) y las zonas de trabajo. Los grupos de especies de la FAC retenida y desembarcada con mayor volumen fueron los pargos, los huachinangos y los lenguados y, con menores volúmenes, el balá o raya, el calamar, el esmedregal, y otras especies de escama. Los cuales, una vez llegados a los mercados locales, pueden alcanzar precios muy superiores a los manejados en puerto.

El estudio muestra que la fauna de acompañamiento que es desembarcada tiene diferentes usos y los beneficios que genera son distribuidos de diferentes formas entre los pescadores. Existen acuerdos informales para la distribución de la FAC retenida entre las empresas y las tripulaciones y entre los mismos tripulantes, según cada empresa. Entre los acuerdos más comunes están:

1)         La FAC es vendida por el capitán a algún intermediario y las ganancias se reparten entre la tripulación en partes iguales. En los casos cuando el viaje de pesca requirió de un marinero extra o pacotillero, el dinero se utiliza para complementar el pago de dicho tripulante

2)         La FAC es dividida entre la tripulación en partes iguales y en tal caso cada tripulante decide el destino final de la porción que le corresponde, pudiendo destinarla a su autoconsumo, venta u obsequio.

Cualquiera que sea el tipo de acuerdo, por lo general siempre se separa un mínimo porcentaje de FAC  que se destinó de la siguiente forma: a) obsequio a compañeros de otras embarcaciones que se encuentran en tierra debido a fallas de las embarcaciones o por problemas de salud, quienes al no poder realizar el viaje de pesca, reciben parte de la FAC como apoyo para alimentos; b) se encuentran casos en que se utiliza la FAC como medio de pago en especie por servicios de limpieza (borda, bodega) y mantenimiento de la embarcación (soldadura, refrigeración y mecánica); c) en algunas ocasiones, una parte mínima de la FAC es destinada para los propietarios de las embarcaciones, a su elección.

Como conclusiones principales de este estudio se destacan:

•          La mayoría de los tripulantes comentó que la FAC tiene importancia en su trabajo como alimento durante el viaje de pesca, además de la importancia en sus hogares como alimento adicional, para sus compañeros en puerto y otros consumidores.

•          La FAC comercializada en los mercados locales representa una fuente de proteína de bajo precio, accesible para un sector de la población de Campeche, cuya importancia es relativa en función del total de los productos que se comercializan en el mercado. Así mismo, su valor puede incrementarse hasta en un 400% desde que es desembarcada hasta el consumidor final.

•          Una disminución en la captura de FAC, como por ejemplo el resultado de implementar dispositivos excluidores de peces en la flota camaronera, repercute de manera marginal (menos del 5%) en la economía, principalmente de las tripulaciones de las embarcaciones, y en menor grado en la única empresa que comercializa la FAC. Sin embargo, esto puede tener un efecto mayor en los intermediarios, comercializadores de mercados locales y consumidores, que encuentran en estas especies una alternativa de alimento de alta calidad a precios accesibles.