Respuestas coherentes a la seguridad alimentaria: incorporación del derecho a la alimentación en las iniciativas globales y regionales de seguridad alimentaria

Acto colateral con múltiples partes interesadas “Realizar el derecho a la alimentación: uso sostenible de los recursos fitogenéticos para la seguridad alimentaria y nutricional”

15 de marzo de 2011 – Bali, Indonesia

La importancia de los derechos de los agricultores sobre los recursos fitogenéticos locales para garantizar el derecho a la alimentación

Basado en la entrevista realizada a Tejo Pramono, representante de La Vía Campesina en Indonesia. Bali el día 16 de Marzo de 2011.

Tejo Pramono es un agricultor indonesio que con arduo trabajo consigue producir los alimentos necesarios para él y su familia. Los asuntos que le acechan son el acceso a los insumos agrarios, el alza y volatilidad de los precios y las presiones sobre el medio ambiente. La calidad de las semillas ha sido y es determinante para obtener buenas cosechas. Esto no solamente es bien sabido por los agricultores como Pramono, sino también por las grandes corporaciones privadas. Representante de la Vía Campesina, un movimiento que comprende en torno a 150 organizaciones locales y nacionales en 70 países de África, Asia, Europa y América representando en total a alrededor de 200 millones de campesinos y campesinas del mundo,  en sus largos años de trabajo como cultivador, nos cuenta como “hasta en 14 ocasiones las grandes industrias han llevado a los agricultores antes las cortes de justicia, acusándoles de apropiarse ilegalmente de la semilla patentada por parte de la compañía. En términos de justicia, ¿qué tipo de protección brinda la ley a los agricultores que resultan demandados por parte de estas compañías? ¿Cómo y quiénes protegen los derechos del pequeño campesino?”. Actualmente, los agricultores que podrían contribuir de manera eficaz a mejorar la calidad de las semillas no pueden hacerlo ya que no cuentan con la protección suficiente por parte de las autoridades. Esta falta de legislación, genera  una grave dependencia del agricultor hacia las compañías de semillas, las cuales imponen precios elevados para los campesinos. “Esta problemática es de gran relevancia para el derecho a la alimentación” –afirma el representante de La Vía Campesina –  “éste sólo puede ser realizado cuando hay semillas y si la semilla  es costosa, el agricultor no la puede pagar y la consecuencia final es la falta de acceso a los recursos y mayores tasas de malnutrición”. Hoy en día, los agricultores que podrían mejorar la calidad de la semilla local sienten miedo y no se atreven a reproducir sus propias semillas.

 

En el caso de Indonesia, Tejo Pramono nos relata como la protección al agricultor está en entredicho cuando éstos terminan en prisión. Esta es una situación que, sin embargo, resulta ser frecuente en muchos países. La presión sobre los agricultores se agrava con la problemática ligada a los impactos del cambio climático. La época de lluvias no ha terminado aún pero es posible que los agricultores no recojan la cantidad de cosecha esperada. Se siente entonces la necesidad urgente de contar con variedades de semillas adaptadas a las nuevas exigencias climáticas. “Esto debe hacerse a nivel local para que las semillas correspondan a los ecosistemas y exigencias locales. Las semillas industriales que se desarrollan en otro contexto puede que no funcionen en nuestra  realidad.” Desde la perspectiva de los movimientos sociales que representa La vía Campesina, la única respuesta a esta situación es desarrollar programas de reproducción de semillas que sean participativos y que incluyan y reconozcan el conocimiento y las tradiciones locales de los agricultores. Sin embargo, al analizar las políticas desarrolladas a nivel nacional, en muchos países las leyes actuales no dan este apoyo.

 

Este y otros asuntos relativos al acceso y derecho sobre los recursos fitogenéticos locales fueron discutidos durante el evento Paralelo “Garantizar el derecho a la alimentación: uso sostenible de los recursos fitogenéticos para la seguridad alimentaria y nutricional”. El evento tuvo lugar en Bali congregando a miembros de la sociedad civil, de las empresas productoras de semillas, de la Unión Europea, de Bioversity, de  los Gobiernos de Bolivia y Bhután, y de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) para discutir en paralelo a la Cuarta Sesión Ordinaria del Órgano Rector del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura del 14 al 18 de Marzo. Al hablar de la implementación del Tratado a nivel nacional,  surgió con fuerza el artículo 9  que consagra los derechos de los agricultores. Entre las propuestas de la Sociedad Civil, se consideró que “revisar las leyes actuales es una prioridad. Este aspecto fue discutido en plenaria durante el evento pues la ley sobre recursos fitogenéticos, tal y como se concibe hoy en día, protege los intereses de las industrias y no los derechos de los campesinos”, comentó Pramono.

 

A la luz del Tratado sobre recursos fitogenéticos y tomando en consideración los instrumentos de derechos humanos ratificados por varios Estados cuyas delegaciones estuvieron presentes en Bali, la revisión de leyes y políticas públicas en materia de recursos fitogenéticos y seguridad alimentaria es de gran importancia. Siendo fundamental adoptar una perspectiva de derechos humanos basada en la participación de la sociedad civil, de los movimientos sociales y del sector privado en igualdad de condiciones.

 

El evento paralelo, financiado por la cooperación española,  fue presidido por el Profesor Esquinas, Director de la Cátedra de estudios de hambre y pobreza de la Universidad de Córdoba quién expresó “la necesidad de mantener con más frecuencia las discusiones entre actores de organizaciones intergubernamentales, sociedad civil, agricultores y empresas privadas. En una sociedad de globalización como la actual, es inaceptable que las voces de los más vulnerables no sean oídas para solucionar el problema de la pobreza y el hambre, que no es desde hace siglos una cuestión de falta de alimentos, sino un problema económico de acceso. Las soluciones a los problemas globales como el acceso y conservación de los recursos fitogenéticos se tienen que discutir en foros donde todos los actores involucrados encuentren puntos comunes sobre los cuales su construyan las garantías que protejan a los más vulnerables”. El uso sostenible de dichos recursos y el rol de cada actor en la toma de decisiones y en su implementación es crucial para lograr la seguridad alimentaria y nutricional desde una perspectiva de derechos humanos cuyo objetivo final es la garantía del derecho a la alimentación adecuada en cabeza de cada individuo.

 

Evento organizado y patrocinado por