Dimensión política de la transformación digital del mundo rural: avances y desafíos

Santiago de Chile- En el marco de la primera feria virtual de FAO denominada “+Rural +Digital: Promoviendo la integración del mundo rural”, se desarrolló el 16 de noviembre el conversatorio “Dimensión política de la transformación digital del mundo rural: avances y desafíos”.

La actividad contó con la participación de representantes de Colombia, Chile, Brasil y la CEPAL quienes expusieron los desafíos que supone la transformación digital del mundo rural y su importancia para el desarrollo de los pueblos.

El foro virtual inició con las palabras de Luiz Beduschi, oficial superior de políticas en desarrollo territorial de FAO, quien presentó a las panelistas, entre ellas, Mónica Rodrigues, investigadora de la División de Recursos Naturales de la CEPAL.

Para la economista Rodrigues, la región requiere desarrollar agendas digitales nacionales específicas para la agricultura y las áreas rurales para “acabar con las asimetrías que existen entre ellas y las zonas urbanas, cerrar las brechas de acceso y uso de tecnologías entre grandes y pequeños agricultores, y para generar mayores habilidades en la mano de obra agrícola”.

Consideró que la digitalización de las sociedades, acelerada en los últimos años como consecuencia del desarrollo de la pandemia de la COVID-19, encontró unas barreras considerables, especialmente en América Latina y el Caribe.

Citando cifras del Observatorio de Banda Ancha de la CEPAL, Rodrigues comentó que “salvo Uruguay y Costa Rica, donde hay mayor acceso a internet en zonas rurales, en general la región padece limitaciones para el acceso a este importante servicio, lo cual viene acompañado también por la carencia de otros servicios básicos como saneamiento, educación, salud y previsión social”.

Rodrigues detalló además que “en promedio, el precio de la canasta digital de banda ancha -entre fija y móvil- en Latinoamérica está entre el 12 y el 14% de los ingresos de la famila, aunque la recomendación es que no cueste más del 2%”.

Asimismo, puso como ejemplo a Brasil, que “sí cuenta con una agenda digital sectorial definida para la ruralidad, mientras que en el resto de países de la región, sólo hay agendas digitales genéricas donde las zonas rurales ocupan un espacio mínimo”.

Para reducir estas desigualdades, propuso la experta el desarrollo de planes digitales específicos para el sector que contemplen “no sólo infraestructura, conectividad, sino también la consideración de los precios y subsidios así como las habilidades digitales”, mediante la articulación estrecha de los diferentes actores involucrados como “gobiernos, operadores de telecomunicaciones, empresas de contenido y empresas de TI, entre otros”.

Caso Colombia

Tras la intervención de Rodrigues, tomó la palabra Ángela Penagos, presidenta del Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario de Colombia (Finagro), quien expuso los desafíos para la inclusión financiera rural en su país.

En ese sentido, aseguró que “el indicador de acceso al crédito rural en Colombia muestra un crecimiento de la participación de los productores agropecuarios en los créditos de Finagro que ha alcanzado al 50% de los productores”.

Destacó además que “el reto es incluir alrededor de 750 mil productores agropecuarios que no cuentan con acceso al Sistema Nacional de Crédito”.

Sin embargo, consideró como “los productores más pequeños y los que se encuentran en el (ámbito) rural disperso, enfrentan mayores dificultades” para el acceso a tales créditos. Por ello, calificó como necesario “fortalecer las políticas, ajustar el marco regulatorio y generar incentivos para la prestación eficiente y así garantizar la sostenibilidad del acceso de los pobladores rurales al crédito”.

Los esfuerzos de Chile

Francine Brossard, Directora ejecutiva de la Fundación de Innovación Agraria de Chile (FIA), enumeró las políticas de gobierno que apoyan la gestión de las tecnologías de información: “la de seguridad y soberanía alimentaria, que buscan llevar a la población alimentos sanos y de calidad, y la de desarrollo rural, donde se enmarca mejor el trabajo que hacemos”.

Marcó el año 2006, como el del inicio de la labor de la transformación digital de las zonas rurales, debido a que “ese año se creó la Mesa de Tecnología de Información y Comunicación (TIC) para el Ministerio de Agricultura, una instancia en la que aún participan los doce entes del organismo, con el objeto de coordinar el trabajo que realizan en la materia”.

En ese momento, aseguró Brossard, arrancó un plan conocido como “Todo Chile comunicado, que mediante el esfuerzo del gobierno de aquel entonces y la empresa privada ENTEL buscaban llegar a la mayor conectividad rural posible. Hoy debo decir que la cifra alcanza el 65% de la población rural y seguimos trabajando para lograr llegar al 100% de la conectividad”.

Además, dijo la experta que las brechas que han conseguido para el cumplimiento de sus objetivos: la generacional, la de educación, de ingresos y género.

Para abordar tal situación, comentó que no sólo desarrollan capacitaciones en línea para alcanzar a la juventud, sino que además han realizado estudios de género, los cuales han revelado que “el 66% de las mujeres rurales tiene mayor acercamiento a las redes de tecnología e información, en comparación con un 58% de los hombres”, puntualizó Brossard.

“Esto es sorprendente, pero igual hace caso de una realidad. La mujer es la que está cerca de los jóvenes, la que se queda haciendo las tareas con los niños en casa, más aún durante la pandemia, y es la que debió acercarse para ello a las tecnologías de información”, remató.

La visión de futuro brasileña

Finalmente, habló la panelista Silvia Massrusha, investigadora de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), quien resumió la visión del futuro del agro de su país en ocho mega tendencias: “sustentabilidad, adaptación al cambio climático, agrodigitalización, intensificación tecnológica e intensificación de la producción, rápidos cambios en el consumo y la adición de valor, biorrevolución, integración de conocimientos y tecnología, y mayor gobernanza y riesgos”.

La investigadora Massrusha dijo que la transformación digital de las tecnologías e información rurales en el Brasil se realiza transversalmente en todas las áreas de la cadena productiva agrícola.

También destacó entre los trabajos que adelantan para lograr ese giro, “el proyecto SemeAr, para la creación de distritos agrotecnológicos sobre la base de tres pilares: aplicaciones innovadoras, conectividad al internet y la difusión; y el Hubtech Agricultura Familiar, diseñado para concretar la extensión rural digital hacia los pequeños y medianos productores”, detalló la representante de Embrapa.

Sobre las cifras de agricultura digital en su país, la panelista destacó que “el 84,1% de los productores usan por lo menos una tecnología digital” y que “hoy Brasil tiene un 23% de cobertura de conectividad en el área rural, con el uso de 4400 torres o antenas”, según un estudio conjunto del Ministerio de Agricultura y Embrapa citado por Massrusha.

En cuanto a las principales tendencias, desafíos y oportunidades de Brasil, dijo que buscan asegurar y profundizar los servicios digitales on line, la gestión y monitoreo de la producción vegetal y animal, además de las bases de datos de las zonas rurales.

1000 Aldeas Digitales en América Latina y el Caribe

En 2020, la FAO lanzó la iniciativa global 1000 Aldeas Digitales para promover la digitalización de los servicios en las zonas rurales.

En América Latina y el Caribe, la iniciativa se puso en marcha sobre la base de experiencias de turismo rural en curso, impulsando la conectividad, los recursos y las soluciones digitales para que miles de personas mejoren sus servicios, oportunidades de empleo e ingresos.