Plataforma de Territorios y Paisajes Inclusivos y Sostenibles

Producción agrícola

 

Impulsamos inversiones dirigidas a fortalecer las capacidades de los productores, la asociatividad, el acceso al crédito y la mejora de infraestructuras productivas para crear entornos atractivos de emprendimiento.

Contexto general

La agricultura sigue siendo el centro de los medios de vida de la población rural en los países más pobres. Sin embargo, en muchos países, la población rural vive todavía en zonas con bajo potencial agrícola, ecosistemas frágiles, débiles infraestructuras, mercados fragmentados y mala conectividad con mercados nacionales, regionales o mundiales. Además, los desafíos globales como el cambio climático, el comercio internacional, el cambio tecnológico o los problemas sociales ligados a la exclusión o el acaparamiento de tierras, plantean la necesidad de actuar bajo paradigmas más holísticos y sostenibles.

En este contexto, la FAO ha identificado las áreas claves de trabajo en las que está mejor posicionada para actuar y ha establecido cinco objetivos estratégicos como organización: (1) ayudar a eliminar el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición; (2) hacer que la agricultura, la actividad forestal y la pesca sean más productivas y sostenibles; (3) reducir la pobreza rural; (4) fomentar sistemas agrícolas y alimentarios inclusivos  y eficientes; (5) incrementar la resiliencia de los medios de vida ante las catástrofes.

Adicionalmente, con el objetivo de reposicionar la agricultura familiar en las agendas nacionales, promover el debate sobre los desafíos a los que se enfrentan los pequeños campesinos y ayudar a identificar formas eficaces de apoyo a la agricultura familia, Naciones Unidas declaró 2014 Año Internacional de la Agricultura Familiar, el 2015 el Año Internacional de los Suelos, y el 2016 el Año Internacional de las Legumbres

El director general de la FAO, Graziano da Silva, recientemente afirmó que “la agricultura debe cambiar: el modelo de producción agrícola que predomina hoy en día no es adecuado para los nuevos retos de la seguridad alimentaria del siglo XXI” (Foro Internacional sobre agricultura y cambio climático. Paris, 20 febrero 2015). En este sentido, los enfoques de desarrollo rural o territorial pueden garantizar las condiciones necesarias para alcanzar la seguridad alimentaria y la reducción de desigualdades geográficas o individuales. Reconocer la importancia de las instituciones locales es un aspecto clave.

El incremento de la producción agrícola ha de ir siempre acompañado de un uso eficiente de los recursos y del aprovechamiento de los servicios ecosistémicos (FAO y la Agenda de Desarrollo Post-2015 (FAO, 2014). El desarrollo de los sectores de agricultura, silvicultura y pesca, con enfoque territorial, aborda conjuntamente la mejora tanto de la resiliencia de los sistemas de producción agraria como de las condiciones de vida de las comunidades locales que dependen de ellos. Al fomentar prácticas de sostenibilidad (diversificación/multicultivo, labranza cero, siembra directa) y herramientas de gestión de riesgos, se contribuye con la conservación de los recursos naturales, el paisaje y el medio ambiente en el territorio. A partir de una visión sistémica del desarrollo rural de cada territorio, se busca al mismo tiempo fortalecer el marco institucional y normativo del sector primario para asegurar un desarrollo sólido y equilibrado, contribuyendo a generar un agro competitivo e incluyente.

Restablecer la resiliencia de los sistemas alimentarios y generar cadenas de valor sensibles a la nutrición, el modelo de desarrollo rural territorial permite tener en cuenta las especificidades locales e integrar la seguridad alimentaria en las estrategias de desarrollo como un eje transversal (“Recomendaciones fundamentales para mejorar la nutrición a través de la agricultura”. FAO, 2013). Ello requiere el desarrollo de marcos de gobernanza, técnicos, y políticos, de apoyo a los productores agrícolas y a los gerentes de recursos. 

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