La obesidad infantil es hoy el principal problema de salud pública que afronta Chile. El país encabeza los porcentajes en América Latina, y es el sexto a escala global. En 2016, el gobierno activó un proyecto con miras a contrarrestar esta situación un 2% para 2020, un objetivo ambicioso teniendo en cuenta las vertiginosas tasas de aumento de obesidad infantil en los últimos años.

Algunas de estas medidas se desarrollan en el contexto escolar, e incorporan de manera estrecha componentes de desarrollo territorial, como los vínculos con los sistemas agroalimentarios locales. Cerca de un 15% de los productos de alimentación escolares provienen hoy de empresas locales. Pero esta medida no se limita al abastecimiento alimentario. Se han incorporado, por ejemplo, recetas saludables que pueden utilizarse tanto en el contexto escolar como doméstico.

Carlos Pallacán, docente en la Universidad Católica de Valparaíso, desgrana en su reciente artículo algunos de los elementos esenciales de estas medidas y aborda su impacto real en la alimentación infantil, en la gestión alimentaria escolar, y en su potencial para impulsar los sistemas agroalimentarios locales. Lea el artículo completo aquí.