La influencia que ejercen las ciudades pequeñas y medianas sobre el desarrollo de sus entornos rurales es un tópico poco conocido y resulta un espacio invisible tanto para el desarrollo rural como para el urbano. Por ello, es un reto que esto comience a atenderse desde las políticas públicas, afirmó Julio Berdegué, investigador de Rimisp-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, al participar en el primer taller del Proyecto Ciudades y Desarrollo Territorial Rural, el 27 y 28 de febrero en la ciudad de San Salvador.

Ese Proyecto -que realiza Rimisp, en convenio con la Fundación Ford – tiene entre sus propósitos mejorar la comprensión de la forma en que las ciudades pequeñas y medianas y los territorios rural-urbanos aumentan las oportunidades de desarrollo y el bienestar de la población rural; promover diálogos de política sobre este tema, y contribuir a mejorar la política pública en este marco, con base en investigación y en diálogos de política y considerando efectos de gran escala. La Fundación Ford, dijo Berdegué, tiene un marcado interés en los efectos de este Proyecto sobre los pequeños agricultores.

El investigador de Rimisp destacó que las ciudades pequeñas y medianas tienen un peso importante en la urbanización de Latinoamérica, y un gran porcentaje de la población de esta región (42% y 44% en los casos de México y El Salvador, respectivamente) vive en territorios funcionales urbanos-rurales. De hecho, precisó, el fenómeno es global; se observa en África, Asia, Europa y América del Norte.

Explicó que territorio funcional es aquel donde las personas viven y trabajan y territorio urbano-rural (TUR) es el integrado por uno o más centros urbanos y sus entornos rurales. “Las personas viven y trabajan en ese espacio mayor al de su localidad y su entorno más próximo”.

Alexander Segovia, investigador de Instituto Centroamericano de Investigaciones para el Desarrollo y el Cambio Social (INCIDE), hizo una presentación enfocada a la situación de los TUR en El Salvador, e Isidro Soloaga, investigador de la Universidad Iberoamericana (IBERO), presentó el caso de México. Posteriormente se realizó una comparación entre ambos países, y se discutió sobre las oportunidades de incidencia en políticas públicas en cada lugar.

Los integrantes del Proyecto sostendrán encuentros e intercambios de información y documentos durante 2015 y se prevé que el documento final de resultados de la investigación del Proyecto esté listo el 31 de enero de 2016.

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Imagen: Rimisp.