Sin voluntad política, las leyes, campañas y declaraciones a favor de la equidad de género y el empoderamiento de las féminas resultan insuficientes para superar siglos de discriminación, advirtieron mujeres del mundo reunidas en Naciones Unidas.

Los delegados en la conferencia intergubernamental celebrada hace unos días, en su mayoría féminas, pasaron revista a los progresos y desafíos en materia de igualdad de género, a 20 años de la Declaración y el Plan de Acciones de Beijing, una revolucionaria plataforma aún muy lejos de materializarse.

En la capital china, 189 países miembros de Naciones Unidas -actualmente suman 193- acordaron medidas en 12 ámbitos, que pese a los reconocidos avances, no han sido cumplidas a cabalidad, un escenario atribuido a la falta de compromiso estatal y de la sociedad en general.

La pobreza, la falta de acceso a la salud y la educación, la violencia, los conflictos armados, el desempleo, la casi nula participación política, los abusos sexuales y la subrepresentación en los medios de comunicación, entre otros problemas identificados hace dos décadas, continúan golpeando a las mujeres.

Datos divulgados por estos días reflejan que ellas apenas ocupan un 22 por ciento de los escaños parlamentarios y menos del siete por ciento de los cargos de jefe de Estado o de Gobierno, siguen ganando menos que los hombres por idéntico puesto laboral y una de cada tres sufre en algún momento de su vida violencia física o sexual.

La decepcionante brecha entre lo pactado en Beijing y su implementación, apunta a un fracaso colectivo en los esfuerzos de empoderamiento, afirmó la directora ejecutiva de ONU-Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka.

Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, alertó al inaugurar la 59 Sesión de la Comisión creada en 1946, que: "jamás el mundo podrá cumplir el ciento por ciento de sus metas, si la mitad de la población no puede materializar plenamente su potencial".

Según el diplomático, 20 años después de la conferencia de Beijing, quedan naciones sin representación femenina en el Parlamento, ni mujeres en su Gabinete, un ejemplo de cuanto queda por hacer.

VOLUNTAD POLÍTICA, OPINAN DELEGADAS 

Delegadas latinoamericanas entrevistadas por Prensa Latina durante el foro coincidieron en la urgencia de un compromiso global con la equidad de género, y al ilustrar lo que puede alcanzarse cuando los gobiernos asumen el mismo.

Se trata de una cuestión de voluntad política, no bastan las palabras, debe pasarse a la acción, subrayó la secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, Teresa Amarelle.

La dirigente de la organización no gubernamental que agrupa a cuatro millones de cubanas, precisó que la Revolución de 1959 ha sido un programa de equidad e inclusión para las féminas en la isla, el cual permitió llegar en 1995 a la capital china con muchos de los objetivos ya logrados.

De acuerdo con Amarelle, los avances siguen en la mayor de las Antillas, hasta mostrar hoy a las mujeres ocupando casi la mitad de los puestos de trabajo del sector estatal y de los escaños parlamentarios, mientras están en su poder el 52 por ciento de las plazas que requieren títulos universitarios.

En Venezuela, instituciones, leyes, programas sociales y espacios de participación para empoderarnos, forman parte del legado de Hugo Chávez, quien declaró a la Revolución Bolivariana feminista, además de socialista y antiimperialista, explicó la viceministra del país sudamericano para la Protección de las Mujeres, Yekuana Martínez.

También la primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, Rosana Alvarado, resaltó los avances en la lucha por la equidad de género derivados de la Revolución Ciudadana, proceso encabezado desde 2007 por Rafael Correa.

La asambleísta por Alianza País (movimiento gobernante) resaltó los progresos en educación, salud y toma de decisiones, como un 47 por ciento de las becas universitarias entregadas a féminas, mientras nueve de cada 10 embarazadas reciben atención en el sistema público de atención médica.

En el caso de Nicaragua, la vicecanciller y embajadora ante la ONU, María Rubiales, reconoció el aporte a la emancipación de la mujer del proyecto sandinista liderado por Daniel Ortega.

"Naciones Unidas aboga en estos tiempos por el 50-50 para 2030 (campaña dirigida a la igualdad de género), una aspiración que podemos sentirnos orgullosas de lograrla mucho antes", aseguró.