Alfredo Cabrera, coordinador del Grupo de Investigaciones Costaneras, explicó a Prensa Latina que la iniciativa está dirigida a empresas industriales, autoridades de gobiernos provincial y municipales, y entidades vinculados a temas costeros y ambientales. Según el experto, las áreas litorales de esta nación caribeña requieren de un enfoque sistémico y complejo de ahí la necesidad de la capacitación en Manejo Integrado Costero (MIC) y de la asesoría en la toma de decisiones.

Indicó que desde mediados de 2014 funciona un aula especializada en estas temáticas en la Facultad de Ciencias Técnicas del citado centro de altos estudios de esta ciudad, distante 100 kilómetros al este de La Habana.

Cabrera recordó la importancia de las riberas del territorio matancero, que en su porción norte cuenta con dos bahías y de Varadero, el principal balneario de Cuba, y al sur de la Ciénaga de Zapata, mayor y mejor conservado humedal del Caribe insular.

Las prioridades en el contexto de la Estrategia Ambiental 2011-2015 están en el MIC, Control de la Contaminación ambiental (conocido como Producciones más Limpias), así como la biodiversidad y el manejo de recursos naturales, acotó.

Cabrera citó también entre estas preferencias la educación y cultura ambiental, así como la adaptación y mitigación de los negativos efectos del cambio climático.

Los retos, entre otros, están en los procesos de formación, investigación, extensión y fortalecimiento de una universidad capaz de gestionar conocimiento y promover innovación, mediante la interacción, señaló.

Expertos en la materia aseguran que las regiones ribereñas son muy vulnerables, y fuentes principales de riesgo al fenómeno universal del cambio del clima.

Cuba, archipiélago situado en la cuenca del Caribe, es la mayor y más occidental isla de las Antillas Mayores, y ocupa el decimoquinto lugar entre las ínsulas del orbe.