Día Internacional de las Montañas

Día Internacional de las Montañas 2017

El tema escogido para este año es Montañas bajo presión: clima, hambre, migración.

Casi mil millones de personas viven en zonas montañosas, y más de la mitad de la población humana depende de las montañas para abastecerse de agua, alimentos y energía limpia. Sin embargo, las montañas están amenazadas por el cambio climático, la degradación de las tierras, la sobreexplotación y los desastres naturales, con consecuencias potencialmente de largo alcance y devastadoras, tanto para las comunidades de montaña como para el resto del mundo.

Las montañas son los primeros indicadores del cambio climático y, a medida que el clima global continúa calentándose, la gente de las montañas — entre los más hambrientos y pobres del mundo — se enfrenta a luchas aún mayores para sobrevivir. El aumento de las temperaturas también significa que los glaciares de montaña se están derritiendo a tasas sin precedentes, afectando los suministros de agua dulce para millones de personas. Las comunidades de montaña, sin embargo, tienen una riqueza de conocimientos y estrategias acumuladas a lo largo de generaciones, sobre cómo adaptarse a la variabilidad climática.

El cambio climático, la variabilidad climática y los desastres inducidos por el clima, combinados con la marginación política, económica y social, aumentan la vulnerabilidad de los pueblos de las montañas ante la escasez de alimentos y la pobreza extrema. Actualmente, se estima que alrededor del 39 por ciento de la población de montaña en los países en desarrollo, o 329 millones de personas, es vulnerable a la inseguridad alimentaria.

A medida que crece la vulnerabilidad de las poblaciones de montaña, la migración aumenta tanto hacia el extranjero como hacia los centros urbanos. Quienes permanecen son a menudo mujeres, dejadas para dirigir las granjas, pero con poco acceso a crédito, formación y derechos de tenencia de la tierra. La emigración desde las zonas de montaña también dará lugar a una pérdida inestimable en términos de prestación de servicios ecosistémicos y preservación de la diversidad cultural y agrobiológica. Las inversiones y las políticas pueden aliviar las duras condiciones de vida de las comunidades de montaña y revertir las tendencias de emigración de las zonas montañosas.

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