Mercados y Comercio

El cacao, el café y el té elevan el costo mundial de las importaciones de alimentos para los países más acomodados

14/11/2024
Roma - Está previsto que el costo mundial de las importaciones de alimentos aumente un 2,2 % con respecto al año pasado hasta situarse en más de 2 billones de USD en 2024 por el efecto del incremento de los precios del cacao, el café y el té, y por la influencia de subidas de los costos en concepto de importación de frutas y hortalizas, según Perspectivas alimentarias, informe publicado el pasado jueves por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Se prevé que los gastos de importación de cacao, café y té aumenten un 22,9 %, lo cual supone más de la mitad del aumento global atendiendo a su valor. Ello obedece al repunte de los precios internacionales de estos productos, principalmente como consecuencia de las condiciones atmosféricas y de problemas de logística. Los precios del cacao casi cuadruplicaron su promedio de 10 años a principios del año en curso, los del café casi lo duplicaron y los del té aumentaron un 15 % con respecto a sus niveles a largo plazo.

Las exportaciones de estos productos cumplen una función importante en la economía de numerosos países, según han observado economistas de la FAO. Los ingresos por exportación de café en Burundi y Etiopía representan normalmente casi el 40 % de sus respectivos costos de las importaciones de alimentos, los del té representan un porcentaje semejante de los costos de más del 50 % en Sri Lanka y las exportaciones de cacao compensan con creces en Côte d’Ivoire la totalidad de los costos de las importaciones de alimentos del país.

A la vez, la disminución de los costos de las importaciones de cereales y semillas oleaginosas supone cierto alivio para los países de ingresos más bajos. Corresponden a los países de ingresos altos dos tercios de los costos mundiales de las importaciones de alimentos, así como un aumento del 4,4 % previsto para 2024, mientras que es probable que los costos correspondientes a los países de ingresos medianos altos, medianos bajos y bajos se contraigan.

La publicación semestral Perspectivas alimentarias de la FAO ofrece pronósticos actualizados sobre la producción, el comercio, la utilización y las existencias de los principales alimentos básicos, al igual que analiza una serie de temas de actualidad. En particular, en el último número se examinan el aceite de oliva y los fertilizantes.

Principales productos alimenticios

Los últimos pronósticos de la FAO indican perspectivas de producción favorables en la mayoría de los productos alimenticios básicos, aunque los sistemas mundiales de producción siguen siendo vulnerables a riesgos provocados por fenómenos meteorológicos extremos y por el aumento de las tensiones geopolíticas y cambios normativos que podrían alterar el delicado equilibrio entre oferta y demanda y empañar las perspectivas del comercio internacional de productos alimenticios y la seguridad alimentaria mundial.

Está previsto que las perspectivas de producción de trigo y cereales secundarios disminuyan en 2024 con respecto a un nivel alto, si bien permanecerán por encima de las tasas de utilización. Por su parte, el arroz marca una nota positiva en la medida en que la campaña 2024/25 va encaminada a registrar una cosecha sin precedentes que podría propiciar a escala mundial un aumento de la utilización, las reservas y el comercio internacional de arroz. Está previsto que la ingesta dietética per cápita de trigo y cereales secundarios disminuya levemente en los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, mientras que se prevé que la de arroz aumente un 1,5 %.

Está pronosticado un aumento moderado de la producción mundial de carne y productos lácteos, así como una disminución de la producción de azúcar. La producción pesquera mundial crecerá un 2,2 % por efecto de la acuicultura. La producción de soja y aceite de palma va camino de aumentar, mientras que la de colza y de semillas de girasol se contraerá. El consumo de aceite vegetal a escala mundial podría superar la producción y comportar reducciones de las existencias por segunda campaña consecutiva, mientras que se prevé que la intensidad de las moliendas redunde en la ampliación de las existencias mundiales de harina de semillas oleaginosas.

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Capítulos especiales

En Perspectivas alimentarias también se presenta una investigación temática del aceite de oliva, producido y consumido principalmente en torno a la región del Mediterráneo, cuyo precio se ha disparado a raíz de la disminución de la producción en los últimos años.

En Jaén (España), los precios al por mayor del aceite de oliva virgen extra prensado en frío llegaron a 9 818 USD por tonelada en enero de 2024, frente a un nivel de 3 655 USD dos años antes. Las altas temperaturas, que obligan a los olivos a conservar agua para cumplir funciones básicas en lugar de producir fruto, produjeron una disminución de la producción de casi el 50 % por dos años seguidos en España, y en otras partes de la región se observan problemas semejantes.

Las condiciones actuales apuntan a un incremento de la cosecha en España en 2024 superior a su promedio de 10 años y a un aumento semejante de la producción en Grecia, Túnez y Türkiye, aunque no en Italia. Aun así, los precios elevados mermarán de momento el consumo mundial.

Es conocida la extraordinaria longevidad de los olivos, pero también reaccionan a los factores de estrés climático. Los productores deberían plantearse prácticas más sostenibles de ordenación de las aguas y el suelo. En vista del gran potencial que presenta la ampliación de las exportaciones de aceite de oliva, los Gobiernos podrían ofrecer apoyo a los olivareros, como planes de seguros y medidas de control de la propagación de enfermedades, según afirmó el Sr. Di Yang, economista de la FAO.

En Perspectivas alimentarias también se actualizó su seguimiento de los mercados de fertilizantes, en el marco de lo cual se observaron caídas acusadas de las cotizaciones de los productos nitrogenados, que se corresponden en gran medida con los precios del gas natural, y de los fertilizantes potásicos. Sin embargo, los fertilizantes fosfatados no han presentado una disminución general, en parte como consecuencia de los obstáculos al comercio vigentes. En general, en septiembre de 2024 una cesta de las series de precios del nitrógeno, el fósforo y el potasio había disminuido más del 50 % desde el máximo registrado en abril de 2022.

Dicho esto, los volúmenes del comercio han disminuido, y la posibilidad de que el conflicto en el Cercano Oriente se siga intensificando podría afectar a la oferta de los principales fertilizantes, lo cual repercutiría en particular en América Latina y Asia, según la Sra. Maria Antip, Economista de la FAO.

En otro capítulo se exponen las perspectivas de ampliación de la producción y el uso del amoniaco con bajo contenido de carbono, que es la materia prima básica de todos los fertilizantes nitrogenados. Aunque es viable utilizar energías renovables en lugar de gas natural y se está invirtiendo en ello, es probable que una ampliación considerable de la capacidad exija incentivos bien orientados para ayudar a los agricultores a asumir y aceptar los costos adicionales derivados de la fabricación de fertilizantes con bajo contenido de carbono.