Monitoreo forestal nacional

FAO y su trabajo sobre las turberas

¿Qué es la turba?

Una turbera es un área de tierra donde ocurre la acumulación por capas de material orgánico en el suelo, en un estado de descomposición. Las turberas representan la mayor reserva terrestre de carbono por hectárea. El daño a estos frágiles ecosistemas, que tardan miles de años en formarse y actúan como un lento sumidero de carbono, causa emisiones de gases de efecto invernadero importantes.

Según recientes análisis, a nivel mundial se estima que el drenaje y los incendios de turberas aportan al menos el 5 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo así al cambio climático. La protección y restauración adecuada de los ecosistemas de turbera favorecen tanto la capacidad de adaptación como los esfuerzos de mitigación del cambio climático, además de mantener la provisión de otros servicios ecosistémicos, como la reducción de los riesgos de inundaciones e incendios.

Nuestra contribución 

La FAO asiste a los países en el mapeo, el monitoreo y una mejor gestión de las turberas, lo cual apoya los medios de vida sostenibles, mejora los servicios ambientales, y reduce los impactos negativos contribuyendo a los objetivos de mejorar el medio ambiente y la producción. La FAO apoya a los países en sus esfuerzos por el manejo sostenible de las turberas a través del soporte técnico a nivel regional, nacional y de campo:

  • Políticas y gobernanza, como la integración de las turberas en los planes e informes nacionales,
  • Intercambio de conocimientos y desarrollo de capacidades, , y
  • Soporte técnico, centrado en particular en el mapeo y el monitoreo.

 La FAO trabaja junto con cuatro países en proyectos que incluyen diferentes aspectos del manejo de las turberas: Indonesia, el Perú, la República Democrática del Congo y la República del Congo, además de otros proyectos a nivel mundial. Las turberas son uno de los ecosistemas clave del Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas 2021–2030.

 

 

La importancia de las turberas

Si bien las turberas cubren sólo el 3 por ciento de la masa terrestre libre de hielo, contienen el 30 por ciento del carbono orgánico del suelo mundial, y pueden contener más carbono que el total almacenado en los bosques y la atmósfera combinados.

Se estima que las turberas pueden encontrarse en alrededor de 169 a 180 países, en todas las zonas climáticas, sin embargo, muchos carecen de mapas y evaluaciones útiles de las mismas. Muchas iniciativas, también con nuestro apoyo, están compensando esta brecha.

Las turberas se encuentran cada vez más amenazadas debido al drenaje para agricultura, silvicultura y plantaciones, tala, pastoreo y extracción de turba para su uso como combustible.

Además, la alteración de la cobertura vegetal de las turberas causa su secado y las convierte en fuentes de gases de efecto invernadero. La degradación de las turberas amenaza la biodiversidad, disminuye la calidad del agua, causa el hundimiento de la tierra o disminución del nivel de la superficie, aumenta la frecuencia de incendios e inundaciones y genera otros impactos negativos sobre las personas, sus medios de vida y el medio ambiente.

Como solución, la restauración de turberas drenadas y el manejo sostenible y húmedo de las turberas, ayuda a mantener sus servicios ecosistémicos, mejorar los medios de vida locales, mejorar la calidad del agua y contribuir con la mitigación y adaptación al cambio climático, así como reducir el riesgo de desastres.

Casos de gestión de las turberas

Se necesita una evaluación informada de las prácticas de gestión de las turberas para comprender los impactos de los diferentes usos de la tierra en los medios de vida, como el hundimiento de la tierra, las emisiones de gases de efecto invernadero, la seguridad hídrica, la biodiversidad y otros servicios ecosistémicos. Existen diversos estudios de casos de todo el mundo que describen prácticas relacionadas con la rehumidificación, la paludicultura, la restauración de pastos degradados, las prácticas forestales, la acuicultura y la pesca. Gracias por ponerse en contacto con el equipo de la FAO, si desea compartir su estudio de caso.

Trabajando con nuestros socios

La FAO es miembro fundador de la Iniciativa Global por las Turberas, que está compuesta por más de 40 autoridades e instituciones que trabajan juntas en la conservación y gestión sostenible de las turberas con el fin de mantener el carbono en el suelo y no en la atmósfera, donde contribuiría al cambio climático.

¿Está interesado en aprender más e intercambiar información con las comunidades en línea? Únase aquí para intercambiar sobre el cambio climático y las turberas; o aquí para su mapeo y monitoreo.

Contáctenos: [email protected]