Conocimientos y técnicas para la pesca sostenible de langosta en la costa del Caribe en Nicaragua


Por Iván León, Representante de la FAO en Nicaragua

La utilización de estas tecnologías reduce los accidentes de pesca, disminuye la presión sobre la tala de bosques, reduce los desperdicios en los bancos pesqueros y aumenta la sostenibilidad del recurso. ©FAO

10/05/2021

Las exportaciones de langosta en Nicaragua aumentaron un 34 % entre 2015 y 2019; la zona más productiva es la costa del Caribe, parte del territorio de las comunidades indígenas de los pueblos misquito, sumu-mayagna, rama y ulwa y de afrodescendientes, como los pueblos creole y garífuna.

En esta zona, la captura artesanal y comercial de langosta se lleva a cabo mediante el uso de estructuras de madera con forma de jaulas denominadas habitualmente “nasas”, que se sumergen y apoyan en el fondo marino durante un período de entre seis y nueve meses. Sin embargo, la fabricación de estas jaulas ejerce presión sobre el bosque natural, pues requiere miles de metros cúbicos de madera cada año.

Debido a los efectos del cambio climático y el crecimiento de la demanda, las zonas de captura de langosta están cada vez más lejos de la costa, y los accidentes de buceo, especialmente a causa de embolia gaseosa arterial, se han convertido en una de las principales causas de discapacidad en las regiones donde se realiza la pesca de langosta.

Con objeto de promover la sostenibilidad de la pesca de langosta, la FAO, el Instituto Nicaragüense de Pesca y Acuicultura (INPESCA), la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y el programa Mesoamérica sin Hambre elaboraron un proyecto de cooperación Sur-Sur destinado a mejorar la seguridad laboral de los pescadores y aumentar la sostenibilidad de la pesca de langosta en la costa norte del Caribe en Nicaragua.

En el proceso participaron pescadores mexicanos de comunidades indígenas, mujeres comerciantes de productos pesqueros (llamadas “pikineras”), varias empresas, universidades y entidades gubernamentales locales. Trabajaron juntos a fin de analizar, validar y difundir dos tecnologías nuevas y más sostenibles para la captura de langosta: “refugios artificiales” y “trampas plegables”.

Para las personas que viven de la pesca de langosta, el uso de estas nuevas tecnologías conlleva beneficios directos gracias a la reducción de los costos de captura. ©FAO

Los refugios artificiales son estructuras que proporcionan resguardo a las langostas, sobre todo en los lugares con poca disponibilidad de refugios naturales, y crean las condiciones propicias para que la langosta encuentre alimentos y se desarrolle. Su diseño está basado en la observación de los refugios naturales, los desplazamientos de las langostas y sus hábitos alimentarios.

En la pesca, estos se utilizan para crear nuevos lugares de pesca e incrementar la producción en los lugares tradicionales. Asimismo, mejoran y facilitan la recolección, acercando los bancos pesqueros a la costa o desplazando las langostas a zonas más accesibles. 

Las trampas plegables son estructuras con cuadros hechos de varillas de hierro corrugado y forrados con una red de seda alquitranada. Se utilizan para capturar langostas en aguas profundas. 

Este tipo de artes de pesca se utiliza ampliamente en la plataforma de Yucatán, en México, de donde se ha copiado la experiencia. El principio de la trampa plegable se basa en atraer la langosta utilizando el olor del cebo; su mayor beneficio es que puede emplearse en más de una actividad pesquera anual. 

El uso de estas trampas y refugios contribuye de manera significativa a reducir los costos directos e indirectos de producción, aumentando el margen de utilidad de quienes sobreviven gracias a esta actividad. 

La utilización de estas tecnologías reduce los accidentes de pesca ocasionados por el buceo, disminuye la presión sobre la tala de bosques, reduce los desperdicios en los bancos pesqueros y aumenta la sostenibilidad del recurso reduciendo la “pesca fantasma”, que es lo que sucede cuando se dejan en el océano artes de pesca perdidas o descartadas, que atrapan peces u otras formas de vida marina y matan indiscriminadamente todo lo que capturan.

Esta experiencia realiza una importante contribución a la sostenibilidad y el desarrollo de la cadena de valor de la pesca de langosta en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte. ©FAO

Beneficios directos y reducción de costos

Para las personas que viven de la pesca de langosta, el uso de estas nuevas tecnologías conlleva beneficios directos gracias a la reducción de los costos de captura. Las empresas han introducido nuevas presentaciones de venta en los mercados internacionales, tales como langostas enteras, precocidas y vivas.

De acuerdo con la experiencia de veinte años en México, la transición cultural, tecnológica, económica y social hacia el pleno aprovechamiento de estas tecnologías es un lento proceso de maduración. Es necesario adaptar las prácticas a las condiciones específicas de los bancos pesqueros de la costa nicaragüense con vistas a crear una visión común de la estrategia de desarrollo de la cadena de suministro, comunicar las ventajas y la factibilidad de los métodos empleados y establecer el marco reglamentario.

Las universidades y los pescadores artesanales están aplicando las nuevas tecnologías de captura, probadas por el INPESCA con la asistencia técnica de la FAO y el apoyo de entidades mexicanas a través de la AMEXCID. Asimismo, se han establecido alianzas con empresas privadas con objeto de realizar ensayos en operaciones de pesca comercial, fundamentales para su puesta en práctica a escala industrial.

Esta experiencia realiza una importante contribución a la sostenibilidad y el desarrollo de la cadena de valor de la pesca de langosta en la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN) de Nicaragua, al tiempo que ha consolidado un proceso metodológico eficiente para la cooperación Sur-Sur.


1. No poverty, 3. Good health and well-being, 14. Life below water