Semillas en el espacio: “cultivos cósmicos” para la seguridad alimentaria y la adaptación al cambio climático

QU Dongyu, Director General de la FAO, participó en un evento en Viena en vísperas del regreso de las semillas a la Tierra

© NASA

Semillas de los laboratorios del OIEA y la FAO fueron enviadas al espacio el 7 de noviembre de 2022.

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27/03/2023

Roma/Viena. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) celebraron hoy en Viena un acto para conmemorar el inminente regreso a la Tierra de las semillas que fueron enviadas al espacio hace cuatro meses.

Este experimento de vanguardia tiene como objetivo desarrollar nuevos cultivos que puedan adaptarse al cambio climático y ayudar a impulsar la seguridad alimentaria mundial. Con una población mundial que se estima que alcanzará los 10 000 millones de personas en 2050, existe una clara necesidad de soluciones innovadoras a través de la ciencia y la tecnología para aumentar la producción de alimentos, así como obtener cultivos más resilientes y métodos agrícolas más sostenibles.

Las semillas de los laboratorios del OIEA y la FAO pertenecientes a variedades de Arabidopsis y Sorghum viajaron en un transbordador de carga sin tripulación desde las Instalaciones de Vuelos Wallops de la NASA hasta el espacio el 7 de noviembre de 2022. Durante su estancia en el espacio estuvieron expuestas a las condiciones reinantes (una compleja mezcla de radiación cósmica, microgravedad y temperaturas extremas) dentro y fuera de la Estación Espacial Internacional.

A su regreso, previsto para principios de abril, los científicos del Centro Conjunto FAO/OIEA (Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura) tienen la intención de cultivar las semillas y examinarlas en busca de rasgos útiles para comprender mejor las mutaciones inducidas por el espacio y determinar nuevas variedades.

En la reunión de Viena, destinada a informar a estudiantes, asociados y público en general sobre la ciencia espacial y las técnicas nucleares en el fitomejoramiento, pronunciaron discursos de apertura el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, y el Sr. Rafael Mariano Grossi, Director General del OIEA, también intervino la Sra. Kayla Barron, astronauta de la NASA, que habló de su experiencia de trabajo en la Estación Espacial Internacional, donde también realizó experimentos.

“Estoy muy orgulloso de nuestra asociación con el OIEA, que ha dado sus frutos tanto en la Tierra durante años, como ahora con las semillas que viajaron por el espacio”, declaró el Director General de la FAO ante los participantes de la reunión realizada en Viena. “Estoy asombrado de la resiliencia de la naturaleza y entusiasmado por los infinitos beneficios que la exploración espacial puede aportar a la transformación de nuestros sistemas agroalimentarios para volverlos más eficientes, más inclusivos, más resilientes y más sostenibles en todo el mundo”, dijo el Sr. QU, que es fitomejorador de formación.

“Estos conocimientos científicos podrían producir efectos reales en la vida de las personas en un futuro no muy lejano y ayudarnos a tener cosechas más vigorosas y alimentar a más personas”, señaló el Director General del OIEA. “Puede que los científicos del OIEA y la FAO lleven ya 60 años mutando semillas y creando miles de cultivos más fuertes para que los use el mundo, pero esta es la primera vez que hemos experimentado con un campo tan apasionante como la astrobiología”, dijo Grossi.

Experimento cósmico

Aunque se han llevado a cabo experimentos similares desde 1946, esta es la primera vez en aproximadamente 60 años de experiencia en la inducción de mutaciones vegetales que el OIEA y la FAO realizan análisis genómicos y biológicos en semillas enviadas al espacio.

Las semillas que viajaron al espacio pertenecen a dos especies vegetales: Arabidopsis, un tipo de mastuerzo que ha sido ampliamente estudiado por botánicos y genetistas de plantas, y Sorghum, que pertenece a la familia de los mijos y es un cereal tolerante a la sequía y al calor que se cultiva en muchos países en desarrollo como alimento.

Una vez hayan crecido, se someterán a una serie de análisis. Esto ayudará a entender si la radiación cósmica y las duras condiciones en el espacio pueden hacer que las variedades sean más resilientes frente a las cada vez más difíciles condiciones de cultivo en la Tierra.

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