La sostenibilidad del algodón pasa por la ciencia, las inversiones y la gobernanza
QU Dongyu, Director General de la FAO, interviene en el Día Mundial del Algodón de 2023 en Viena
El tema de la celebración de este año es: “Hacer del algodón un cultivo justo y sostenible para todos, de la granja a la moda”
©FAO/Swiatoslaw Wojtkowiak
Viena. Los esfuerzos mundiales para hacer más sostenible la producción de algodón requieren tecnologías innovadoras, inversiones específicas y una mejor gobernanza a través de un enfoque sistémico que elimine la compartimentación, afirmó hoy el Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en su intervención en el Dia Mundial del Algodón de 2023.
El Día Mundial del Algodón, que se celebra cada año el 7 de octubre, se conmemoró en Viena con un acto organizado conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial y la FAO, en cooperación con la Organización Mundial del Comercio, el Centro de Comercio Internacional, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo y el Comité Consultivo Internacional del Algodón.
El tema de este año es: “Hacer del algodón un cultivo justo y sostenible para todos, de la granja a la moda”.
En su intervención, el Sr. QU indicó que el Día era “una oportunidad para renovar nuestro compromiso de mejorar la eficiencia, la inclusión, la resiliencia y la sostenibilidad del sector del algodón”, que da sustento a unos 32 millones de productores y beneficia a más de 100 millones de familias en 80 países de los cinco continentes.
Dado que se prevé que la demanda mundial de algodón aumente a un ritmo anual del 1,8 % durante la próxima década, la necesidad de que su producción sea sostenible sigue siendo una cuestión fundamental.
“Para ello, tenemos que hacer las cosas de otra manera; necesitamos adaptar y transformar el modelo de negocio” y “producir más con menos”, dijo el Sr. QU.
Por ejemplo, es necesario promover el desarrollo de subproductos del algodón, como aceite comestible y piensos, para ayudar a los agricultores a generar ingresos adicionales. También es esencial garantizar la igualdad de condiciones para todos los actores en el comercio mundial del algodón a fin de velar por una accesibilidad, una asequibilidad y una disponibilidad equitativas.
Según la FAO, las partes interesadas pertinentes deberían centrarse en tres ámbitos principales:
Ciencia e innovación: las nuevas tecnologías pueden ayudar a incrementar la eficiencia de los pequeños agricultores y reducir el uso de recursos y las repercusiones ambientales, mientras que las tecnologías innovadoras pueden mejorar las variedades de algodón, aumentar el rendimiento y ayudar a los agricultores a producir más algodón según los requisitos establecidos por la industria y los consumidores.
Inversión: para aumentar el rendimiento del algodón de forma sostenible es necesario incrementar las inversiones destinadas a los pequeños agricultores y coordinar la financiación pública y privada.
Gobernanza: es necesaria una mayor coherencia y coordinación entre los segmentos de la cadena de valor del algodón, así como coherencia en materia de políticas, estrategias y medidas entre todos los ministerios, instituciones y asociados pertinentes. En otras palabras: se necesita un enfoque sistémico que sea integral y que se base en la interrelación del sector algodonero con diversos factores socioeconómicos y medioambientales.
El trabajo de la FAO con el algodón
El Marco estratégico de la FAO para 2022-31 ya sigue de cerca este enfoque al considerar las dimensiones de desarrollo social, económico y ambiental, y abordar las compensaciones pertinentes.
El discurso que orienta el Marco Estratégico de la FAO apoya la Agenda 2030 mediante la transformación hacia sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles con miras a lograr las cuatro mejoras: una producción, una nutrición, un medio ambiente y una vida mejores, sin dejar a nadie atrás.
La FAO participa actualmente en varios proyectos para apoyar a los países y pequeños productores de algodón en diferentes partes del mundo.
Por ejemplo, tiene un proyecto regional que pretende fortalecer la producción de algodón en pequeña escala en siete países latinoamericanos, así como proyectos en África dirigidos por países que apoyan la competitividad y la intensificación sostenible del algodón africano. También se han desarrollado proyectos similares en otros países, como por ejemplo en Azerbaiyán.
La FAO colabora asimismo con la Organización Internacional del Trabajo y la Unión Europea para eliminar el trabajo infantil y fomentar la sostenibilidad en la cadena de valor del algodón, y está trabajando para promover el empoderamiento de las mujeres a través de un mejor acceso a los recursos y la participación en el proceso de formulación de políticas.
En el contexto de su Marco estratégico, la FAO ofrece apoyo normativo a sus Miembros, como sucede con la perspectiva anual a medio plazo del mercado mundial del algodón, que se incluye en el informe anual OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas. Por último, la FAO examina también de forma periódica las cuestiones que afectan al comercio mundial del algodón y proporciona información sobre los mercados y las políticas del sector a través de la publicación de estudios e informes.
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