En un contexto de crisis alimentaria y climática, resulta crucial invertir en cadenas sostenibles de frío de los alimentos

En un nuevo informe de las Naciones Unidas se destaca cómo la falta de una refrigeración eficaz provoca directamente la pérdida de 526 millones de toneladas de producción de alimentos, o el 12 % del total mundial.

FAO

La cadena de frío de los alimentos es la responsable de en torno al 4 % de las emisiones de gases de efecto invernadero totales a nivel mundial, si se incluyen las emisiones derivadas de las tecnologías de la cadena de frío y las pérdidas de alimentos causadas por la falta de refrigeración.

©FAO/Ivo Balderi

12/11/2022
Sharm el-Sheikh - Las Naciones Unidas afirmaron hoy que, a medida que aumentan la inseguridad alimentaria y el calentamiento global, los gobiernos, los asociados internacionales para el desarrollo y la industria deberían invertir en cadenas sostenibles de frío de los alimentos para reducir el hambre, proporcionar medios de vida a las comunidades y adaptarse al cambio climático.

En el informe “Sustainable Food Cold Chains” (Cadenas sostenibles de frío de los alimentos), presentado hoy en la 27.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se observa que las cadenas de frío de los alimentos resultan esenciales para lograr el desafío de alimentar a 2 000 millones de personas más para 2050 y aprovechar la resiliencia de las comunidades rurales, evitando al mismo tiempo que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) aumenten.

El informe se elaboró en el marco de la coalición “Cool Coalition”, dirigida por el PNUMA en asociación con la FAO, la Secretaría del Ozono, el programa “OzonAction” del PNUMA y la Coalición Clima y Aire Limpio.

“En un momento en que la comunidad internacional debe actuar para abordar las crisis alimentaria y climática, las cadenas sostenibles de frío de los alimentos pueden marcar una enorme diferencia”, declaró la Sra. Inger Andersen, Directora Ejecutiva del PNUMA. “Estas nos permiten reducir la pérdida de alimentos, mejorar la seguridad alimentaria, disminuir las emisiones de GEI, crear empleos, reducir la pobreza y crear resiliencia, todo a la vez”.

El aumento de la inseguridad alimentaria

El número de personas afectadas por el hambre en el mundo aumentó hasta los 828 millones en 2021, un incremento interanual de 46 millones.

Casi 3 100 millones de personas no se podían permitir una dieta saludable en 2020, es decir, 112 millones más que en 2019, pues las repercusiones económicas de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) incrementaron la inflación. Entretanto, este año, el conflicto en Ucrania ha elevado los precios de los cereales básicos, amenazando así la seguridad alimentaria.

Todo esto se produce al tiempo que se estima que un 14 % de la producción total de alimentos destinada al consumo humano se pierde antes de llegar al consumidor. La falta de una cadena de frío eficaz para mantener la calidad, el valor nutricional y la inocuidad de los alimentos es uno de los principales factores que contribuyen a la pérdida de alimentos.

Según el informe, los países en desarrollo podrían salvar 144 millones de toneladas de alimentos al año si alcanzaran el mismo nivel de infraestructura de cadena de frío de los alimentos que los países desarrollados.

Pues la pérdida de alimentos posterior a la cosecha reduce un 15 % los ingresos de 470 millones de pequeños agricultores, principalmente en los países en desarrollo. La inversión en cadenas sostenibles de frío de los alimentos ayudaría a sacar de la pobreza a esas familias de agricultores.

“Las cadenas sostenibles de frío de los alimentos pueden suponer una importante diferencia en nuestros esfuerzos colectivos por lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Todas las partes interesadas pueden ayudar a aplicar las conclusiones de este informe, transformar los sistemas agroalimentarios a fin de que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles, con miras a lograr una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para todas las personas, sin dejar a nadie atrás”, afirmó el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO.

Las repercusiones en el clima

La cadena de frío de los alimentos tiene graves implicaciones para el cambio climático y el medio ambiente. Las emisiones derivadas de la pérdida y el desperdicio de alimentos debidos a la falta de refrigeración sumaron un total estimado de 1 gigatonelada de dióxido de carbono (CO2) equivalente en 2017, es decir, en torno al 2 % de las emisiones de GEI totales a nivel mundial.

En particular, contribuye a las emisiones de metano, un potente contaminante climático de vida corta. La adopción de medidas en el momento presente contribuiría a reducir las concentraciones atmosféricas de metano en este decenio.

En general, la cadena de frío de los alimentos es la responsable de en torno al 4 % de las emisiones de GEI totales a nivel mundial, si se incluyen las emisiones derivadas de las tecnologías de la cadena de frío y las pérdidas de alimentos causadas por la falta de refrigeración.

La pérdida de alimentos también daña el entorno natural, pues impulsa una conversión innecesaria de la tierra con fines agrícolas y el uso de recursos como el agua, los combustibles fósiles y la energía.

La reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos podría tener un efecto positivo en el cambio climático, pero solo si se diseñan nuevas infraestructuras de refrigeración que utilicen gases con un potencial de calentamiento global bajo, que sean eficientes desde el punto de vista energético y que funcionen con energía renovable.

La aprobación de la Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal y la Declaración de Roma sobre “la contribución del Protocolo de Montreal al desarrollo de cadenas de frío sostenibles en favor de la reducción del desperdicio de alimentos” proporciona una oportunidad única para acelerar la puesta en marcha de cadenas sostenibles de frío de los alimentos.

Los progresos en proceso de realización

Los proyectos que se están llevando a cabo en todo el mundo muestran que las cadenas sostenibles de frío de los alimentos ya están marcando la diferencia. En la India, un proyecto experimental sobre las cadenas de frío de los alimentos redujo las pérdidas de kiwi un 76 %, disminuyendo al mismo tiempo las emisiones a través de la ampliación del uso del transporte refrigerado.

En Nigeria, un proyecto para instalar 54 cámaras frigoríficas (ColdHubs) operativas evitó la pérdida de 42 024 toneladas de alimentos e incrementó un 50 % los ingresos familiares de 5 240 pequeños agricultores, minoristas y mayoristas.

No obstante, estos proyectos, que se describen entre muchos otros estudios de casos en el nuevo informe, siguen siendo la excepción en lugar de la norma.

Las recomendaciones para los encargados de la toma de decisiones

Para ampliar la escala de las cadenas sostenibles de frío de los alimentos a nivel mundial, en el informe se incluye una serie de recomendaciones, dirigidas a los gobiernos y las partes interesadas. Entre las recomendaciones, figuran las siguientes:

• Aplicar un enfoque global de los sistemas a la provisión de cadenas de frío de los alimentos, reconociendo que el suministro de tecnologías de refrigeración por sí solo no es suficiente.

• Cuantificar el uso de la energía y las emisiones de GEI en las cadenas de frío de los alimentos existentes, así como establecer una referencia al respecto, y determinar oportunidades de reducción.

• Colaborar en la realización y realizar evaluaciones de las necesidades en relación con las cadenas de frío de los alimentos, así como elaborar planes de acción nacionales sobre refrigeración progresivos y que incluyan los costos, respaldados por medidas específicas y financiación.

• Aplicar y hacer cumplir normas de eficiencia mínima ambiciosas, así como realizar un seguimiento y velar por el cumplimiento de estas para evitar importaciones ilegales de refrigerantes y equipos de cadena de frío de los alimentos ineficientes.

• Realizar demostraciones de los sistemas a gran escala para mostrar las repercusiones positivas de las cadenas de frío sostenibles y las formas en que las intervenciones pueden crear soluciones sostenibles y resilientes para ampliar la escala.

• Establecer centros multidisciplinarios para el desarrollo de cadenas de frío de los alimentos a nivel nacional o regional.

Sobre “Cool Coalition”, la coalición para la refrigeración

La Cool Coalition es una red mundial de múltiples partes interesadas que incluye gobiernos, ciudades, organizaciones internacionales, empresas, instituciones financieras, instituciones académicas y grupos de la sociedad civil comprometidos con una rápida transición mundial a una refrigeración eficiente y respetuosa con el medio ambiente. La coalición es uno de los resultados oficiales e “iniciativas de transformación” propuestos por la Oficina Ejecutiva del Secretario General para la Cumbre sobre la Acción Climática de las Naciones Unidas. La Secretaría de la coalición la alberga el PNUMA.

Acerca de la Coalición Clima y Aire Limpio

La Coalición Clima y Aire Limpio es una asociación voluntaria de gobiernos, organizaciones intergubernamentales, empresas, instituciones científicas y organizaciones de la sociedad civil comprometidos con la mejora de la calidad del aire y la protección del clima a través de medidas para reducir los contaminantes climáticos de vida corta, entre ellos el metano, el carbono negro, el ozono troposférico y los hidrofluorocarburos. La Secretaría de la coalición la alberga el PNUMA.

Contactos

Peter Mayer Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 53304 [email protected]

Keisha Rukikaire El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (+254) 20 7621 104 [email protected]