A medida que el ritmo de la urbanización se acelera en Asia y el Pacífico, también aumenta la amenaza de la inseguridad alimentaria urbana: Informe de la ONU

En 2021, había 396 millones de personas subalimentadas en la región y se estima que 1 050 millones de personas sufrían inseguridad alimentaria moderada o grave.

©Chris Steele-Perkins/Magnum Photos for FAO

Cada vez más, la seguridad alimentaria y la nutrición en el contexto urbano determinarán el progreso —o la falta del mismo— hacia la consecución del ODS 2 (poner fin al hambre) y de las metas de la WHA sobre seguridad alimentaria y nutrición.

©Chris Steele-Perkins/Magnum Photos for FAO

24/01/2023

Bangkok – Las ciudades de Asia están creciendo a un ritmo tan rápido que se espera que casi el 55 % de la ingente población de la región resida en zonas urbanas en 2030, lo cual tendrá también graves consecuencias para la seguridad alimentaria y la nutrición urbanas, según las principales conclusiones de un nuevo informe elaborado por cuatro organismos de las Naciones Unidas.

Pero la amenaza no supone solo una preocupación futura, sino que los efectos se dejan sentir ya, según la publicación Asia and the Pacific Regional Overview of Food Security and Nutrition 2022 – Urban Food Systems and Nutrition (Panorama regional de la seguridad alimentaria y la nutrición en Asia y el Pacífico en 2022: sistemas alimentarios y nutrición urbanos). Publicado conjuntamente cada año, este informe sobre la inseguridad alimentaria es elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

La combinación de un aumento de los asentamientos de personas con bajos ingresos, el incremento de los costos de los alimentos y la necesidad de desarrollar una agenda alimentaria urbana que tenga en cuenta las infraestructuras, el transporte, el agua potable y la gestión de residuos están planteando nuevos retos a los planificadores y a los encargados de formular las políticas nacionales de toda la región de Asia y el Pacífico.

Los aspectos más destacados de este informe, revelados hoy, indican los retos y los determinantes sistémicos de las dietas poco saludables en las zonas urbanas, tanto en lo que respecta a la desnutrición como al sobrepeso y la obesidad. Perfilan diversos entornos urbanos, así como las intervenciones, experiencias y oportunidades de innovar a múltiples niveles para transformar las zonas urbanas en ciudades sostenibles. Cada vez más, la seguridad alimentaria y la nutrición en el contexto urbano determinarán el progreso —o la falta del mismo— hacia la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible de poner fin al hambre (ODS 2) y las metas de la Asamblea Mundial de la Salud (WHA) para 2030 sobre seguridad alimentaria y nutrición.

Asia y el Pacífico se alejan de sus objetivos de seguridad alimentaria

Este es el quinto informe anual sobre la seguridad alimentaria y la nutrición en la región de Asia y el Pacífico. En los últimos años, las ediciones anteriores informaban de que los avances en la lucha contra el hambre y todas las formas de malnutrición se estaban estancando, luego retrocediendo y, más recientemente, alejándonos aún más de la consecución de los ODS.

Este retroceso era evidente incluso antes de que se produjera la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) en 2020. Pero mientras la pandemia se prolongaba —aunque de forma más leve en la mayor parte de la región en 2022—, surgió otra crisis a causa de la falta de alimentos, piensos, combustible, fertilizantes y financiación, al igual que el conflicto entre Rusia y Ucrania, dos de los principales productores agrícolas a nivel mundial. La coincidencia de estos y otros problemas durante el pasado año se tradujo en un aumento sin precedentes de los precios de los alimentos y la energía, que ha golpeado duramente a los hogares y los medios de subsistencia y ha hecho que millones de personas más pasen a sufrir el hambre y la pobreza.

En marzo de 2022, el índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó el nivel más alto desde su creación, como resultado de las constantes subidas registradas durante los dos años anteriores, a partir del inicio de la pandemia de la COVID-19. Desde entonces, el índice de precios de los alimentos ha descendido algo, pero sigue estando a un nivel considerablemente más alto (un 28 %) que en 2020. Los elevados precios de los insumos agrícolas, la preocupación por la meteorología y el clima y el aumento de la incertidumbre en los mercados derivada de la persistente guerra en Ucrania contribuyen a la tensión de los mercados alimentarios. La factura de las importaciones alimentarias alcanzará este año un nuevo récord de 1,94 billones de USD, según la última edición de Perspectivas alimentarias de la FAO, publicada en noviembre. Sin duda, la convergencia de estos factores negativos agravará el hambre y la pobreza en Asia y el Pacífico, la región más poblada del mundo.

Se necesitan medidas urgentes para combatir el retraso del crecimiento, el sobrepeso y la obesidad

Las cifras del informe dibujan un panorama sombrío, que exige un llamamiento a tomar medidas urgentes. En 2021, 396 millones de personas estaban subalimentadas en la región, y se estima que 1 050 millones de personas sufrían inseguridad alimentaria moderada o grave. Casi 75 millones de niños menores de cinco años de Asia y el Pacífico sufren retraso en el crecimiento, lo que supone la mitad del total mundial. El 10 % está afectado por la emaciación, mientras que la baja calidad de la dieta impulsa también el aumento general del sobrepeso y la obesidad infantil.

Entre los niños mayores y los adultos, la obesidad sigue aumentando en todos los países de esta región. Los países insulares del Pacífico tienen la mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad del mundo. La obesidad es un factor de riesgo de muchas enfermedades crónicas no transmisibles y tiene una gran repercusión en las economías nacionales, al reducir la productividad y la esperanza de vida y aumentar la discapacidad y los costos de la atención sanitaria. Ningún país de Asia y el Pacífico está en vías de alcanzar el objetivo de la WHA de detener el aumento de la obesidad entre los adultos.

Lo que empeora la situación es el costo que supone procurarse una dieta saludable. En esta región, una dieta saludable es inasequible en la mayoría de los países para casi 2 000 millones de habitantes (1 900 millones de personas, lo que supone el 44,5 % de la población de la región). Los efectos combinados de la pandemia y de la inflación persistente han hecho que el costo medio de una dieta saludable aumente hasta casi 4 USD al día (3,98 USD por persona y día), según el informe.

Un llamamiento a la acción y medidas en marcha

A lo largo del año, a medida que se intensificaba la crisis causada por la falta de alimentos, piensos, combustible, fertilizantes y financiación, los cuatro organismos de las Naciones Unidas antes mencionados tomaron la iniciativa de aunar esfuerzos en los planos regional y nacional para prestar apoyo técnico coordinado a los países y las iniciativas. Pedimos a todos los representantes y directores en los países que crearan sinergias en sus esfuerzos para hacer frente a los efectos a corto plazo —así como a las repercusiones a medio y largo plazo— que la crisis tendrá en las economías, los hogares y las personas, en particular las mujeres y los niños, de la región.

Al mismo tiempo, los principales responsables del informe señalaron que la crisis es una oportunidad para aprovechar el impulso de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios de 2021. Juntos, los organismos están intensificando sus esfuerzos con los Estados Miembros para remodelar y repensar los sistemas alimentarios de toda la región a fin de hacerlos más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles, sin dejar a nadie atrás. Sin embargo, los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y los organismos de financiación y desarrollo tendrán que seguir demostrando liderazgo y colaborando para lograr un cambio transformador de los sistemas agroalimentarios y ofrecer mejores cifras en este informe emblemático en los próximos años.

Las principales conclusiones del informe se han presentado hoy en un acto celebrado en Bangkok. El informe completo estará disponible en línea próximamente.

Contactos

Allan Dow Oficina Regional para Asia y el Pacífico [email protected]