La acción por el clima en los agronegocios podría reducir las emisiones hasta en un 7 %

Un informe conjunto del BERD y la FAO valora la importancia económica de ahorros potenciales de hasta 360 000 millones de USD

Acelerar la inversión hacia sistemas agroalimentarios neutros en carbono

©FAO

05/11/2021

Roma/Londres – La adopción de medidas específicas en la agricultura podría tener un gran efecto en el cambio climático, según un informe conjunto del Centro de Inversiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) presentado en la Conferencia sobre el Clima (COP 26) celebrada en Glasgow.

El potencial de mitigación de las actividades agrícolas y ganaderas, incluidas la captación de carbono en el suelo y una ordenación territorial más acertada, se estima entre un 3 % y un 7 % del total de las emisiones antropógenas para 2030. El valor económico potencial de la mitigación de estas emisiones podría ascender a entre 60 000 y 360 000 millones de USD, según ambas instituciones.

“La agricultura debe convertirse en el centro de una coalición mundial para la neutralidad con respecto a las emisiones de carbono y tenemos que respaldar tanto la mitigación como la adaptación. Debemos permitir que los pequeños agricultores se adapten y se beneficien económicamente de la prestación de servicios ambientales”, aseguró el Sr. Mohamed Manssouri, Director del Centro de Inversiones de la FAO. “Ahora es el momento de aprovechar esta oportunidad esencial para reducir las emisiones y aumentar la captación de carbono, al tiempo que se restaura la biodiversidad, se fomentan la salud y la nutrición y se generan nuevas oportunidades de negocio a través de los sistemas alimentarios y el uso de la tierra”.

En el informe se pone de manifiesto el enorme potencial de incluir los sistemas alimentarios y de uso de la tierra en la lucha contra el cambio climático. También se muestra cómo el sector agropecuario se encuentra en una situación única para formar parte de la solución de la neutralidad con respecto a las emisiones de carbono mediante la reducción de las emisiones, al tiempo que aprovecha al máximo su potencial para actuar como sumidero de carbono al absorber más carbono de la atmósfera del que libera. A comienzos de 2022 verá la luz un informe completo.

El sector agropecuario genera una gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y se calcula que los sistemas agroalimentarios producen entre el 21 % y el 37 % del total de las emisiones mundiales. Pero la agricultura también se ve afectada por las emisiones. Los agricultores suelen estar entre los primeros testigos del cambio climático. El aumento de las temperaturas, el cambio del régimen de lluvias y las perturbaciones de la cadena de suministro ya están afectando a la producción de alimentos, lo que socava los esfuerzos mundiales para acabar con el hambre.

El informe del BERD y la FAO muestra cómo inversiones e intervenciones sostenibles y bien orientadas harán que la agricultura forme parte de la solución al problema del clima. Alcanzar la neutralidad con respecto a las emisiones de carbono en los sistemas agroalimentarios significa esencialmente reducir las emisiones de GEI a lo largo de toda la cadena de valor, mejorar las prácticas agrícolas, utilizar las tierras agrícolas para la fijación de carbono, promover la agricultura sostenible y evitar el aclareo del terreno. En el informe se establecen esferas de acción clave para los encargados de la adopción de políticas y los inversores, que incluyen la formulación y la mejora de mecanismos de gobernanza sólidos y la incorporación de la neutralidad con respecto a las emisiones de carbono en las estrategias institucionales.

Lograr la combinación adecuada de políticas y acordar métodos de contabilidad del carbono puede desbloquear importantes inversiones a fin de que los sistemas agroalimentarios sean más respetuosos con el medio ambiente. “El universo de inversión está evolucionando rápidamente a medida que los bancos ajustan sus préstamos al objetivo de cero emisiones netas y los gestores de activos buscan oportunidades para descarbonizar sus carteras, al tiempo que gestionan los riesgos asociados con el cambio climático”, dijo la Sra. Natalya Zhukova, Directora del BERD, Jefa de agronegocios.

Uno de los principales actores para abordar el cambio climático es el sector privado. Las políticas, estrategias y cronogramas de los países son importantes para poner de relieve los cambios normativos y crear incentivos que impulsen la valoración y fijación de precios acertados del carbono.

Aunque el sector privado tendrá que movilizar miles de millones, también saldrá ganando al reducir los costos, mitigar los riesgos, proteger los valores de marca, garantizar la viabilidad de la cadena de suministro y obtener ventajas competitivas a largo plazo.

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