El conflicto está causando hambre aguda en la República Democrática del Congo, advierten los organismos de las Naciones Unidas

Kinshasa – Se calcula que 6,7 millones de personas sufren situaciones críticas o de emergencia por inseguridad alimentaria en Kivu del Sur e Ituri, lo que representa un aumento del 10 % en comparación con el año pasado.

Según el último análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases, publicado por el Gobierno, 25,8 millones de personas siguen haciendo frente a situaciones críticas o de emergencia por inseguridad alimentaria como consecuencia de las malas cosechas, los desplazamientos provocados por la violencia, las enfermedades, el desempleo y la destrucción de la infraestructura. 

En el informe se señala que entre las zonas más afectadas por la inseguridad alimentaria se incluyen Djugu y Masisi, en Ituri, y Rutshuru, Nyiragongo, Goma, Beni y Mambassa, en Kivu del Norte. La violencia y la inseguridad han apartado a comunidades enteras de sus campos. Incluso cuando se dispone de alimentos, los hogares pobres necesitan ayuda para costear alimentos nutritivos suficientes y adecuados a causa del encarecimiento de los precios. El conflicto también ha dificultado la prestación de ayuda humanitaria.

“La lucha contra la inseguridad alimentaria sigue siendo el problema más grave para la República Democrática del Congo. La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en fases (CIF) determinó el número de personas que padecen inseguridad alimentaria en todo el país”, explicó el Sr. José Ilanga Lofonga, Secretario General del Ministerio de Agricultura. “Debemos movilizar el apoyo y los recursos y proteger a los hogares que dependen de la asistencia alimentaria en los territorios afectados por el conflicto”.

“En los últimos cinco años, la República Democrática del Congo ha seguido siendo uno de los países con mayor inseguridad alimentaria del mundo. Eso pone a las poblaciones vulnerables en una situación difícil”, dijo el Sr. Aristide Ongone Obame, Representante de la FAO en la República Democrática del Congo. “A pesar de las causas estructurales y cíclicas de esta situación, la inversión en el desarrollo agrícola produce efectos multiplicadores. La República Democrática del Congo necesita con urgencia financiación adicional para impulsar la producción agrícola y promover la diversificación de los alimentos y los ingresos”.

“Nos preocupa que el conflicto haya causado el desplazamiento de un número de personas tan grande, razón por la que son más las familias que pasan hambre. El PMA está reforzando sus planes de asistencia para mejorar los medios de vida. Sin embargo, la República Democrática del Congo necesita una mayor inversión en agricultura y desarrollo rural para revertir el hambre”, afirmó el Sr. Peter Musoko, Representante y Director del PMA en la República Democrática del Congo.

Los organismos de las Naciones Unidas intensifican las medidas de apoyo a los más vulnerables

La FAO prestará asistencia multisectorial para fortalecer la producción de alimentos y generar ingresos para las poblaciones vulnerables en las zonas gravemente afectadas por altos niveles de inseguridad alimentaria. La FAO necesita 106,4 millones de USD para prestar ayuda a alrededor de 1,8 millones de personas en los sectores de la producción agrícola, ganadera y pesquera en 2023.

Durante la campaña agrícola de 2022/23, la Organización prestó asistencia a casi medio millón de personas suministrando semillas y herramientas agrícolas para fortalecer sus medios de vida y aumentar la producción local de alimentos. Además, se está llevando a cabo un amplio programa de producción de semillas mejorado por la FAO con miras a reponer el capital nacional de semillas y aumentar la disponibilidad de semillas mejoradas adaptadas al cambio climático y con un alto valor nutritivo. 

El PMA tiene previsto llegar este año a más de 7,1 millones de personas en la República Democrática del Congo. Si bien la asistencia alimentaria de urgencia es esencial para poner fin al hambre, la labor del PMA encaminada a la creación de resiliencia promueve la autosuficiencia alimentaria, medios de vida sostenibles, una recuperación rápida de las perturbaciones y paz a largo plazo. Por ejemplo, el programa de comidas escolares del PMA fomenta la escolarización de los niños, contribuye a que estos no abandonen la escuela y promueve las economías locales al proporcionar un mercado a los pequeños agricultores. El PMA necesita 257,8 millones de USD para mantener programas esenciales durante los próximos seis meses.