Empoderamiento de las mujeres rurales: la nueva fase del programa conjunto de las Naciones Unidas se centrará en países de África, Asia y el Pacífico

Roma – Cuatro organismos de las Naciones Unidas anunciaron hoy la próxima puesta en marcha de una nueva fase de un programa conjunto destinado a garantizar los medios de vida, los derechos y la resiliencia de las mujeres rurales a fin de avanzar en el desarrollo sostenible.

El Programa conjunto para acelerar los progresos hacia el empoderamiento económico de la mujer rural es una asociación entre la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres), y los tres organismos con sede en Roma, es decir, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA). El programa, que se inició en 2014, tiene por objeto aumentar su base de financiación y ampliar aún más su escala para incluir otros países.

Esta nueva fase del programa, de cinco años de duración, se centrará inicialmente en las Islas del Pacífico, Nepal, el Níger, la República Unida de Tanzanía y Túnez, gracias al generoso apoyo de Noruega y Suecia, que se han comprometido a aportar al programa aproximadamente 25 millones de USD.

“Esta asociación se basa en un éxito previo y demuestra los efectos de combinar conocimientos especializados con el fin de lograr resultados significativos para las mujeres rurales. Estos resultados incluyen el aumento de la productividad agrícola, la autonomía económica y las funciones de liderazgo. Agradecemos a Noruega y a Suecia la oportunidad de ampliar el programa tanto en los países en los que ya existe como en nuevos países, manteniendo así una atención firme en los derechos y necesidades de las mujeres rurales”, afirmó la Sra. Sima Bahous, Directora Ejecutiva de ONU-Mujeres.

Las mujeres rurales se enfrentan a barreras estructurales que incluyen políticas, leyes y normas sociales discriminatorias que impiden su acceso a los servicios, los recursos y las oportunidades. Soportan la carga desproporcionada del cuidado no remunerado y el trabajo doméstico y a menudo se ven excluidas de la participación y el liderazgo en la vida pública.

“Este programa y su enfoque integral constituyen un excelente vehículo para mejorar los medios de vida de las mujeres rurales. Las enseñanzas adquiridas de la primera fase muestran que resulta crucial garantizar la financiación desde el inicio del programa y alentamos a otros donantes a unirse a nosotros en este importante esfuerzo por empoderar a las mujeres rurales”, declaró la Sra. Astrid T. Tveteraas, Jefa de la Sección de Alimentación del Departamento para el Clima y el Medio Ambiente del Organismo de Cooperación para el Desarrollo de Noruega.

“Este programa ha mostrado que las mujeres rurales son agentes clave para lograr los cambios transformadores de carácter económico, medioambiental y social necesarios para alcanzar el desarrollo sostenible. Suecia se complace en prestar apoyo a la segunda fase en nuevos países. Del mismo modo, Suecia espera con impaciencia apoyar la manera en que los enfoques y las enseñanzas adquiridas del programa pueden impulsar aún más el desarrollo mundial general del empoderamiento económico de las mujeres”, declaró la Sra. Lotta Sylwander, Especialista principal en política de género de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

El programa se basa en las ventajas comparativas y las fortalezas de la FAO, el FIDA, ONU-Mujeres y el PMA para abordar las dimensiones de múltiples facetas del empoderamiento económico de las mujeres rurales, que incluye el acceso a oportunidades, recursos y servicios, en particular, tierras, crédito y tecnología. El programa trabaja con los gobiernos nacionales para avanzar en el cambio relativo a las políticas, con los gobiernos locales para que garanticen la aplicación de las políticas, y con las comunidades locales y los hogares para abordar las dinámicas de poder desiguales y las normas sociales discriminatorias a fin de lograr un cambio profundo y duradero.

La primera fase del programa se llevó a cabo en Etiopía, Guatemala, Kirguistán, Liberia, Nepal, el Níger y Rwanda de 2014 a 2021, y llegó a aproximadamente 80 000 mujeres rurales. Los participantes lograron, de media, un incremento del 82 % de la producción agrícola, y generaron más de 3 600 000 USD procedentes de las ventas en la explotación agrícola y fuera de ella y casi 2 millones de USD a través de sistemas de préstamos y ahorros. Los resultados del programa también mostraron una mayor autonomía económica de las mujeres rurales, unas relaciones en el hogar más equitativas desde el punto de vista del género, y un aumento del número de mujeres en cargos de liderazgo. 

La nueva fase del programa se pondrá en marcha oficialmente en un acto paralelo durante la 66.ª reunión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que se celebrará el 23 de marzo de 2022.