La FAO se suma a los llamamientos para poner fin al trabajo infantil en la agricultura

La conferencia mundial para acelerar la adopción de medidas contra el trabajo infantil ha comenzado en Sudáfrica

FAO

En el África subsahariana, cuatro de cada cinco niños trabajan durante demasiadas horas realizando labores pesadas y peligrosas en los ámbitos de la agricultura, la ganadería, la actividad forestal, la pesca y la acuicultura.

©FAO/Olympia de Maismont

17/05/2022
Durban – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se suma a los llamamientos para poner fin al trabajo infantil en la agricultura reiterados en la quinta Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil, que se está llevando a cabo en Sudáfrica esta semana.

“En el África subsahariana, cuatro de cada cinco niños trabajan durante demasiadas horas realizando labores pesadas y peligrosas en los ámbitos de la agricultura, la ganadería, la actividad forestal, la pesca y la acuicultura. Esos niños no pueden disfrutar de una educación obligatoria. Esta situación tiene que acabar”, declaró el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, en un mensaje en vídeo transmitido en la conferencia.

En el África subsahariana, las cifras de niños que trabajan aumentaron en más de 15 millones entre 2016 y 2020. Actualmente, hay más niños que realizan trabajos en el África subsahariana que en el resto del mundo en su conjunto y la mayoría de estos niños trabajan en explotaciones agrícolas familiares.

“Queremos que los niños se conviertan en jóvenes que muestren entusiasmo por la ganadería y la agricultura. Necesitamos jóvenes agricultores con formación, que sean innovadores y puedan alimentar a sus familias y al mundo, a fin de proteger el planeta y mantener la paz”, manifestó el Director General de la FAO.

El trabajo infantil se produce en una abrumadora mayoría en el ámbito de la agricultura —un sector que representa más del 70 % del trabajo infantil en el mundo. Esto significa que un total de 112 millones de niñas y niños trabajan extensas horas y realizan muchas veces tareas peligrosas en el sector agrícola. La crisis de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha agravado la situación, pues el trabajo infantil cubrió con frecuencia las carencias en la producción agrícola debido a las restricciones de desplazamiento o se empleó para compensar las pérdidas de ingresos en las familias.

La pobreza en los hogares sigue siendo uno de los principales factores que impulsan el trabajo infantil en el sector agrícola. Muchas familias y comunidades consideran que no tienen más opción que recurrir a sus hijos para cubrir sus necesidades de alimentos e ingresos. Los niños que trabajan hoy probablemente padezcan hambre mañana, perpetrando así el ciclo de la pobreza rural.

Para impulsar los avances hacia el logro de la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relativa a la erradicación del trabajo infantil en todas sus formas (ODS 8.7), la FAO hace un llamamiento para dar un paso adelante decisivo en la agricultura.

“Debemos mitigar la repercusión de la pandemia de la COVID-19 en la seguridad alimentaria, la nutrición y los medios de vida de las familias más vulnerables. Necesitamos instrumentos financieros en la agricultura que atiendan las vulnerabilidades de los pequeños agricultores a los efectos del cambio climático y los conflictos [para erradicar el trabajo infantil]”, señaló el Sr. Abebe Haile-Gabriel, Subdirector General de la FAO y Representante Regional para África, durante la sesión de hoy de la conferencia relativa a las prioridades en materia de políticas para poner fin al trabajo infantil en África.

Soluciones: actuar de forma conjunta

El trabajo infantil en la agricultura es un problema de carácter intersectorial que requiere una solución transversal. La FAO hace un llamamiento a todos los agentes que participan en los sistemas agroalimentarios para que adopten un papel activo en la erradicación del trabajo infantil.

Las instituciones de investigación pueden contribuir a generar datos empíricos, que resulta fundamental para concienciar, iniciar el diálogo y diseñar medidas apropiadas.

Las organizaciones de productores pueden prestar servicios que contribuyan a poner fin a la dependencia que las explotaciones y empresas familiares tienen de la mano de obra infantil. Entre estos servicios figuran la capacitación para aumentar la eficiencia de los trabajadores adultos y el fomento de tecnologías sostenibles y prácticas alternativas que mejoren la inocuidad y la productividad. Estos pueden ayudar también a determinar y abordar el uso de mano de obra infantil en las cadenas de suministro.

Los agentes de extensión agrícola están en primera línea, interactuando a diario con agricultores, pescadores y ganaderos, y pueden abordar algunas de las causas profundas del trabajo infantil en la agricultura apoyando cambios dirigidos a la aplicación de prácticas y tecnologías mejoradas.

El sector privado debe ser más proactivo y cumplir con las obligaciones en materia de derechos humanos.

La FAO en la quinta Conferencia Mundial

La FAO organizará un panel temático específico de alto nivel sobre el trabajo infantil en la agricultura y un acto paralelo centrado en la pesca artesanal y el sector de la acuicultura. En estas sesiones se presentarán soluciones, se renovarán los compromisos de los agentes agrícolas y se pedirán más medidas intersectoriales e inversiones para aliviar la pobreza y transformar nuestros sistemas agroalimentarios. La FAO también estará presente en el panel temático de alto nivel sobre el papel central de la protección social en la lucha contra el trabajo infantil.

En paralelo a la conferencia, la FAO ha presentado una nueva publicación titulada Ten years of FAO experience on ending child labour in agriculture in Africa (Diez años de experiencia de la FAO en relación con la erradicación del trabajo infantil en la agricultura en África). Este compendio es resultado de una actividad de inventario, la primera de este tipo, en la que se examinaron las actividades de la FAO para combatir el trabajo infantil en la agricultura en Malawi, Malí, Níger, la República Unida de Tanzanía y Uganda durante un decenio (2010-2020). Tiene por finalidad realizar una contribución práctica al ámbito de la eliminación del trabajo infantil en la agricultura, poniendo de relieve algunas de las actividades apoyadas por la FAO, los procesos y prácticas llevados a cabo en los países, los logros y las enseñanzas adquiridas.

La quinta Conferencia Mundial sobre Trabajo Infantil se celebra en Durban, del 15 al 20 de mayo, y está organizada conjuntamente por el Gobierno de Sudáfrica y la Organización Internacional del Trabajo.

Actos de la FAO en la quinta Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil

Haga clic aquí para obtener más información acerca del panel temático de alto nivel sobre el trabajo infantil en la agricultura, que tendrá lugar el jueves, 19 de mayo, de 12.30 a 14.15 CET

Haga clic aquí para unirse al acto paralelo sobre el sector pesquero el jueves, 19 de mayo, de 11.15 a 12.15 CET

Haga clic aquí para obtener más información acerca del panel temático de alto nivel sobre el papel central de la protección social en la lucha contra el trabajo infantil, que tendrá lugar el miércoles, 18 de mayo, de 12.30 a 14.15 CET

Datos básicos

• El trabajo infantil constituye una violación grave de los derechos humanos: es perjudicial para los niños, afecta a su educación, su salud y su futura capacidad de inserción laboral y perpetúa la pobreza.

• En el mundo, 160 millones de niños se ven obligados a trabajar —un aumento de 8,4 millones en los cuatro últimos años, que supone un drástico retroceso de años de progreso.

• En la actualidad, casi uno de cada 10 niños están sometidos al trabajo infantil en todo el mundo.

• En el África subsahariana, el número de niños que trabajan aumentó en más de 15 millones desde 2016. Actualmente, hay más niños que trabajan en el África subsahariana que en el resto del mundo en su conjunto.

• A escala mundial, la agricultura representa el 70 % del trabajo infantil (112 millones de niñas y niños) y los niños empiezan a trabajar con tan solo cinco años como mano de obra familiar no remunerada.

• Cuatro millones de niños más se incorporaron al trabajo infantil en el sector de la agricultura durante el período de 2016 a 2020.

• Los efectos socioeconómicos de la COVID-19 en las poblaciones rurales han sido drásticos. Se ha utilizado a los niños para compensar la pérdida de ingreso y la falta de mano de obra en la producción agrícola y de alimentos.

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