La FAO pide que se adopten medidas preventivas para salvaguardar las vidas y los medios de subsistencia en Somalia antes de la llegada de El Niño

De la Oficina Regional de la FAO para África

© FAO

Las inundaciones a lo largo del río Shabelle en Somalia provocaron el desplazamiento de unas 250.000 personas a principios de 2023.

©FAO

07/07/2023

Mogadiscio. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pide que se mejoren los sistemas de alerta temprana y las medidas preventivas en Somalia antes de la llegada de los fenómenos previstos de El Niño y la fase positiva del dipolo del océano Índico, así como el inicio de la próxima temporada de lluvias (Deyr) en octubre de 2023, que podrían afectar hasta a 1,2 millones de personas en el país. Las comunidades ribereñas somalíes están particularmente expuestas al riesgo de inundaciones. Se enfrentan a una posible pérdida de bienes y ganado y a daños a los cultivos, pues 1,5 millones de hectáreas de tierra se encuentran amenazadas por las crecidas de los ríos Juba y Shabelle. Esta amenaza a los medios de vida locales llega justo después de una sequía histórica que ya ha tenido repercusiones negativas en la seguridad alimentaria y la capacidad de las personas para hacer frente a los desastres. 

El Niño es un patrón climático que se produce entre cada dos y siete años y trae consigo diversos peligros y oportunidades potenciales para las comunidades rurales y sus medios de vida en Somalia. El dipolo del océano Índico es otro patrón climático, relacionado también con la temperatura de la superficie del mar, pero este tiene lugar en el océano Índico. Los modelos meteorológicos de los organismos mundiales y regionales, tales como la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos de América/la Red de sistemas de alerta temprana contra la hambruna, el Centro europeo de predicción meteorológica a plazo medio, el Instituto Internacional de Investigación sobre el Clima y la Sociedad, el Servicio Meteorológico del Reino Unido y el Centro de Predicción y Aplicaciones Climáticas, se muestran seguros de que, al producirse estos fenómenos meteorológicos, se intensificarán las precipitaciones en la zona oriental del Cuerno de África y otros cambios climáticos. 

“Contamos con la información necesaria para adoptar medidas, y este es el momento de trabajar en colaboración como comunidad humanitaria para prevenir otro desastre climático en Somalia”, dijo el Sr. Ezana Kassa, Jefe de programa de la FAO en Somalia. “Disponemos de solo tres meses para actuar y prevenir la pérdida de más vidas y medios de subsistencia”, añadió. Este mismo año el país ya ha presenciado una inundación de proporciones históricas con el desbordamiento del río Shabelle, que provocó el desplazamiento de más de 250 000 personas. 

Riesgos y oportunidades para las comunidades rurales de Somalia 

En las comunidades ribereñas asentadas a orillas de los ríos Shabelle y Juba, las inundaciones pueden causar daños generalizados en los bienes y obstaculizar servicios fundamentales como la educación, la atención sanitaria y la red de carreteras. También pueden perturbar la producción agrícola al anegarse las tierras agrícolas y los cultivos, situación que daría lugar a la escasez de alimentos. Las comunidades pesqueras de la costa también pueden verse afectadas por El Niño, debido al posible riesgo de oleaje de tormenta derivado de las inundaciones y el aumento de la cantidad de limo en los ríos y los océanos, que reduce las capturas de peces y expone a los pescadores a perder la vida y los medios de subsistencia. Por otra parte, el ganado afectado puede padecer fiebres y enfermedades transmitidas por el agua, con el consiguiente riesgo de contagio para los humanos. 

Sin embargo, El Niño también puede generar oportunidades muy necesarias para mejorar la seguridad alimentaria de las comunidades rurales, en particular después de la grave sequía de tres años de duración. En las zonas agrícolas de secano, el aumento de las precipitaciones puede dar lugar a una mayor producción de alimentos y forraje. Los agricultores que hayan recibido información y capacitación podrán aprovechar el incremento de las precipitaciones para impulsar su productividad. También es posible que se llenen los puntos de captación hídrica y las presas, lo que mejoraría la seguridad en el abastecimiento de agua durante la próxima temporada seca. 

La FAO pide a todas las partes interesadas que intervienen en actividades humanitarias, los asociados gubernamentales y los actores locales que se tomen en serio las advertencias sobre El Niño y que trabajen en colaboración para prevenir la pérdida de vidas y medios de subsistencia en Somalia. Para eso es necesario, entre otras cosas, proporcionar a las comunidades sistemas de alerta temprana y formación sobre los riesgos de inundación que genera El Niño; establecer con antelación los recursos de intervención en situaciones de emergencia, como alimentos, agua y abrigo, y trabajar con las comunidades para elaborar planes de contingencia a fin de hacer frente a los efectos más probables de El Niño. También disponemos de un breve margen de actuación de tres meses para apoyar a los agricultores en el esfuerzo de aprovechar al máximo el aumento de las precipitaciones suministrándoles semillas y equipos con los que impulsar la productividad. 

La FAO se ha comprometido a salvaguardar y apoyar la seguridad alimentaria en Somalia y a fortalecer los sistemas alimentarios para que sean más resilientes a las perturbaciones climáticas y los desafíos del futuro. Trabajando juntos con el fin de prepararse para los posibles efectos de El Niño, los gobiernos y los asociados humanitarios pueden mitigar sus peores efectos, prevenir la pérdida de vidas y medios de subsistencia y aprovechar las oportunidades para seguir reforzando la seguridad alimentaria en el país.