Perspectivas alimentarias de la FAO: La producción mundial se expandirá, pero la disminución de las importaciones de los países más vulnerables es motivo de preocupación

En el nuevo informe se apunta a un aumento probable de la producción en la mayoría de alimentos básicos, pero el delicado equilibrio entre la oferta y la demanda deja poco margen para más perturbaciones

Perspectivas alimentarias.

©FAO

15/06/2023

Roma – Se pronostica que el costo de las importaciones de alimentos en el mundo alcanzará un nuevo máximo histórico este año, aunque se prevé que aumente a un ritmo muy inferior al del año pasado, ya que la subida de los precios mundiales, impulsada por el aumento de las cotizaciones de las frutas, las hortalizas, el azúcar y los productos lácteos, desalienta la demanda, especialmente en los países más vulnerables económicamente, según un informe publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

En el informe Perspectivas alimentarias de la FAO se estima que el costo mundial de los alimentos ascenderá a 1,98 billones de USD en 2023, esto es, un 1,5 % más que en 2022. En 2022 este costo había aumentado un 11 % y en 2021, un 18 %.

Mientras que las importaciones de alimentos de las economías avanzadas siguen aumentando, está previsto que el costo de las importaciones para el grupo de los países menos adelantados (PMA) disminuya un 1,5 % este año y se reduzca un 4,9 % en el caso de los países en desarrollo importadores netos de alimentos, según la FAO.

En el informe semestral de la División de Mercados y Comercio de la FAO se advierte que “la disminución de los volúmenes de importación de alimentos es una circunstancia preocupante en ambos grupos, que hace pensar en una reducción del poder adquisitivo”. “Estas preocupaciones se ven agravadas por el hecho de que la disminución de los precios internacionales de los productos alimenticios primarios no se ha traducido, o al menos no lo ha hecho plenamente, en una disminución de los precios a nivel minorista interno, lo que da a entender que las presiones del costo de la vida podrían persistir en 2023”.

La nueva edición del informe Perspectivas alimentarias tiene un capítulo especial en el que se examinan los cambios recientes en el componente de alimentos del índice de precios al consumidor para los países en desarrollo importadores netos de alimentos y la forma en la que las fluctuaciones cambiarias, especialmente en relación con el dólar de los EE.UU. en el que se factura la mayoría del comercio agroalimentario, inciden en la inflación de los precios de los alimentos en estos países.

Mientras que la depreciación del dólar de los EE.UU. durante la crisis alimentaria mundial de 2007-08 ayudó a los importadores de alimentos a compensar el aumento de los precios alimentarios, el efecto contrario ha caracterizado los últimos años. Por ejemplo, los precios mundiales del maíz disminuyeron un 10,2 % entre abril de 2022 y septiembre de 2022, pero solo se redujeron de un 4,8 % en promedio si se calculan en la moneda local efectiva de los países en desarrollo importadores netos de alimentos.

Eso pone de relieve la importancia de intervenciones bien adaptadas para combatir la inflación, señaló el Sr. El Mamoun Amrouk, Economista superior de la FAO y autor del capítulo en cuestión. De lo contrario, advirtió, “el aumento de los precios de los alimentos puede llevar a un malestar social y a un incremento de las dificultades económicas, socavando los esfuerzos por luchar contra la pobreza y la inseguridad alimentaria y echando por tierra todos los avances obtenidos hasta el momento”.

En el informe se ofrecen amplios detalles estadísticos.

Tendencias de los productos básicos

La última publicación del informe de la FAO Perspectivas alimentarias, en el que figuran previsiones de la producción, el comercio, la utilización y los niveles de existencias de los principales productos alimenticios básicos en todo el mundo, apunta a probables aumentos de la producción en la mayoría de categorías, incluidos el arroz, los cereales secundarios, los cultivos oleaginosos, la leche, el azúcar, la carne y el pescado y los productos pesqueros. Sin embargo, la producción mundial de trigo podría disminuir con respecto al máximo histórico alcanzado en la última campaña.

A pesar de esta perspectiva más bien positiva, los sistemas mundiales de producción agroalimentaria siguen siendo vulnerables a las perturbaciones, derivadas de fenómenos meteorológicos extremos, tensiones geopolíticas, cambios de políticas y novedades en otros mercados de productos básicos, lo que podría cambiar el delicado equilibrio entre la oferta y la demanda y repercutir en los precios y la seguridad alimentaria mundial.

Se prevé que la producción mundial de cereales secundarios aumente un 3,0 %, hasta alcanzar los 1 513 millones de toneladas, lo que supone un nuevo nivel récord, sostenido por un importante aumento previsto de la producción de maíz en los Estados Unidos de América y una cosecha sin precedentes en el Brasil, que darían lugar a un aumento de la oferta global y una disminución de los precios.

Según los pronósticos, la producción mundial de arroz aumentará un 1,3 % en 2023/24 hasta los 523,5 millones de toneladas, mientras que se prevé que el comercio internacional disminuya un 4,3 % en términos de volumen hasta los 53,6 millones de toneladas. El aumento previsto de la producción obedece sobre todo a los incentivos positivos derivados del incremento general de los precios al productor, la reducción de los costos de los fertilizantes y la continuación de medidas de ayuda públicas. Por el contrario, se espera que la producción de trigo mundial en 2023 disminuya un 3,0 % respecto de su máximo histórico de 777 millones de toneladas en 2022, debido principalmente a la disminución prevista en Australia y la Federación de Rusia, que el año pasado habían registrado producciones récord. Esta disminución refleja mayormente los posibles efectos de los fenómenos meteorológicos extremos, que provocarán una disminución de las superficies plantadas.

Se prevé que la producción mundial de cultivos oleaginosos, leche y azúcar se amplíe, al igual que la de la carne, aunque los volúmenes de carne de cerdo y bovino podrían disminuir ligeramente en 2023.

Se prevé asimismo que en 2023 aumente la producción mundial de animales acuáticos, aunque ello se deba a un aumento previsto de la producción acuícola a medida que la pesca de captura vaya reduciéndose.

Puede obtener más información aquí.

Contactos

Christopher Emsden Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 53291 [email protected]

Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 53625 [email protected]