La FAO propone cinco medidas clave para abordar el nexo entre el clima y los conflictos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas

Beth Bechdol, Directora General Adjunta de la FAO, pide soluciones innovadoras para romper el círculo vicioso entre crisis climática, conflictos y hambre

©UN Photo/Manuel Elías

Beth Bechdol, Directora General Adjunta de la FAO, interviene en el debate abierto de alto nivel del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

14/02/2024

Nueva York - La crisis climática y los conflictos están cada vez más interrelacionados, alimentándose mutuamente para perpetuar el hambre y la pobreza. Se necesitan medidas urgentes y soluciones innovadoras para hacer frente a la inseguridad alimentaria mundial, aseguró hoy la Sra. Beth Bechdol, Directora General Adjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en el debate abierto de alto nivel del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

El acto titulado “Las repercusiones del cambio climático y la inseguridad alimentaria en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales” —acto distintivo de la Presidencia de Guyana— fue presidido por el Sr. Mohamed Irfaan Ali, Presidente de Guyana, y reunió a más de 80 Estados miembros. El Sr. António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, pronunció sus observaciones preliminares, subrayando que tanto los desastres climáticos como los conflictos exacerban las desigualdades, ponen en peligro los medios de vida y obligan a las personas a abandonar sus hogares.

Entre los otros ponentes se encontraban el Sr. Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y la Sra. Jimena Leiva Roesch, Directora de Iniciativas Globales y responsable de Paz, Clima y Desarrollo Sostenible del Instituto Internacional de la Paz.

Los agricultores se llevan la peor parte de los efectos del cambio climático

En su discurso, la Sra. Bechdol señaló que el aumento de las temperaturas, el cambio de los regímenes de precipitaciones y la mayor frecuencia de los fenómenos climáticos extremos son cada vez más intensos, lo que compromete la seguridad y estabilidad alimentarias.

“La crisis climática no perdona a nadie, pero no afecta a todos por igual ni de la misma manera”, afirmó. “Sabemos que las personas más expuestas son las que dependen de la agricultura y los recursos naturales: viven en zonas rurales y son agricultores”. La Directora General Adjunta añadió que estas poblaciones también son propensas a sufrir conflictos derivados de la escasez de recursos naturales.

Según el Informe mundial sobre las crisis alimentarias de 2023, 258 millones de personas en 58 países se enfrentan a niveles elevados de inseguridad alimentaria aguda (Fase 3 de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases o superior), y más de dos tercios —es decir, 174 millones de personas— entran en esta categoría a causa del clima y los conflictos.

“El cambio climático deshará los avances logrados en la mitigación del hambre, pero a medida que se intensifique creará nuevas perturbaciones y seguirá siendo causa de conflictos”, afirmó, señalando que, según algunas proyecciones, el 10 % de la superficie actualmente apta para los principales cultivos y la ganadería podría ser climáticamente inadecuada a mediados de siglo en base a hipótesis de emisiones elevadas.

Para ello, la Sra. Bechdol subrayó la necesidad de dotar a los agricultores y a las comunidades de instrumentos que les permitan prepararse y responder a estas crisis, así como recuperarse rápidamente de ellas. “Estamos viendo los resultados de nuestros esfuerzos para aumentar la resiliencia de las comunidades rurales en lugares como el Afganistán”, dijo, señalando la disminución de la población que se enfrenta a una grave inseguridad alimentaria en el país.

Hacer frente a las amenazas interrelacionadas

La Sra. Bechdol subrayó la importancia del Fondo para la Consolidación de la Paz del Secretario General, que ha venido respondiendo a la necesidad de abordar la intersección entre el cambio climático y los conflictos, y los efectos de una mayor competencia por los recursos naturales, y reiteró el compromiso de la FAO de apoyar este tipo de proyectos y fortalecer la colaboración con sus asociados.

Se refirió también a la complejidad de la relación entre el cambio climático y los conflictos, citando como ejemplo los conflictos entre pastores y ganaderos en África occidental y central debido a la alteración de las rutas migratorias que provoca una creciente competencia por unos recursos naturales ya de por sí escasos.

En el Yemen, la FAO ha puesto en marcha un proyecto de agua para la paz, que ha ayudado a mitigar los litigios relacionados con el agua, con las mujeres como agentes de resolución de conflictos. A través de la remuneración en efectivo por trabajo, las comunidades participantes han protegido zonas por las que fluye el agua durante las lluvias y han rehabilitado canales de riego. Las comunidades agrícolas participan, en el marco del proyecto, en la resolución de conflictos locales sobre la asignación del agua.

Dado que el cambio climático y los riesgos para la seguridad que plantea no conocen fronteras geográficas, es necesario cooperar a todos los niveles para garantizar una ordenación pacífica y sostenible de los recursos compartidos, señaló la Sra. Bechdol.

Cinco medidas fundamentales

La Directora General Adjunta esbozó cinco medidas fundamentales para abordar el nexo entre el clima y los conflictos:

  • Dar prioridad a las inversiones para crear sistemas agroalimentarios resilientes al clima, sobre la base de la adaptación al cambio climático, la reducción de riesgos de catástrofes y los enfoques comunitarios.
  • Solicitar a las entidades de las Naciones Unidas que analicen de manera periódica los riesgos y vínculos asociados al cambio climático e informen al respecto. Los datos y la información son claves para las intervenciones específicas.
  • Mejorar la coordinación estratégica a todos los niveles y aprovechar los mecanismos existentes, como el Mecanismo de seguridad climática de las Naciones Unidas y el Mecanismo de coordinación de la seguridad climática de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo.
  • Crear puestos de asesores especializados en clima, paz y seguridad en más misiones de las Naciones Unidas, en especial en aquellas susceptibles al cambio climático.
  • Establecer centros regionales de clima, paz y seguridad, como la Oficina del Enviado Especial para el Cuerno de África.

La Sra. Bechdol concluyó subrayando que no se puede descuidar la agricultura. Supone una solución clave a las crecientes amenazas del cambio climático, los conflictos y sus repercusiones en la seguridad alimentaria. “Es hora de centrarse en los agricultores, los pastores, los pescadores y los silvicultores: no podemos permitirnos dejar a nadie atrás”, afirmó.

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