La FAO necesita 1800 millones de USD para salvar las vidas y los medios de subsistencia de 43 millones de personas en 2024

Se prevé un aumento drástico del hambre aguda, mientras el apoyo de emergencia a la agricultura sigue sufriendo una falta considerable de fondos

©FAO/Hashim Azizi

Un canal de riego construido por la FAO gracias a la financiación del Banco Mundial en el distrito de Alishing, en la provincia de Laghman (Afganistán).

©FAO/Hashim Azizi

11/12/2023

Roma. En 2024, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) busca recaudar un total de 1 800 millones de USD en el marco de los planes de respuesta humanitaria con el fin de prestar asistencia a 43 millones de personas para que produzcan sus propios alimentos, mientras el hambre aguda continúa agravándose en todo el mundo.

El comunicado de la FAO se realizó en el marco del llamamiento humanitario a gran escala de las Naciones Unidas, que se emitió hoy en nombre de más de 1 900 asociados en labores humanitarias y que abarca 72 países afectados por crisis de forma directa o indirecta.

A lo largo de 2023, las necesidades humanitarias siguieron manteniendo niveles inaceptablemente elevados y aproximadamente una de cada 33 personas (258 millones de personas) en 58 países y territorios padeció hambre aguda como consecuencia de los conflictos armados, las crisis económicas, los fenómenos climáticos extremos, la pobreza y la desigualdad. De forma simultánea, los presupuestos para labores humanitarias comenzaron a sufrir recortes, lo que dejó a millones de personas sin asistencia.

La asistencia agrícola de emergencia se descuida en gran medida

En promedio, dos tercios de las personas aquejadas de inseguridad alimentaria aguda dependen de la agricultura para sobrevivir. En contextos humanitarios, las intervenciones agrícolas de emergencia que hacen posible que las personas produzcan sus propios alimentos —en muchos casos en combinación con la distribución directa de alimentos y transferencias de efectivo— pueden ser la forma más eficaz de atender las necesidades humanitarias esenciales, obteniendo a su vez máxima repercusión de cada dólar aportado.

Sin embargo, solo el 4 % del total de la financiación para actividades humanitarias que llega a los sectores alimentarios se destina a asistencia agrícola de emergencia.

Las crisis alimentarias seguirán dominando el panorama mundial en 2024. Se prevén nuevas contracciones de la financiación, mientras que los fenómenos meteorológicos extremos derivados de la crisis climática y El Niño interactúan con nuevos conflictos cada vez más intensos y la inestabilidad económica y empujan a más personas al hambre.

Examen de la respuesta de la FAO en 2023

A finales de noviembre, la FAO había prestado asistencia a más de 30 millones de personas que se habían visto afectadas por crisis alimentarias en 2023, pese a los recortes de financiación.

El año pasado, con un costo de apenas 598 millones de USD, el apoyo de emergencia de la FAO para la producción de cultivos y hortalizas hizo posible que 23 millones de personas en 29 países cultivaran sus propios alimentos y obtuvieran los cereales necesarios para sus familias durante un promedio de 11 meses. En general, el valor de los cultivos y hortalizas producidos ascendió a 2 750 millones de USD, lo que supone una rentabilidad media de la inversión de 6 USD por cada dólar aportado a la FAO.

Las decisiones de financiar intervenciones agrícolas de emergencia a gran escala están produciendo efectos cuantificables. En el Afganistán, por ejemplo, los paquetes de trigo suministrados por la FAO no solo pudieron satisfacer las necesidades anuales de trigo de una familia, sino que las semillas ofrecieron rendimientos muy superiores a las alternativas, con incrementos netos de más de 0,5 toneladas por hogar. Gracias a este grado de asistencia agrícola, en combinación con asistencia alimentaria y transferencias de efectivo, la cifra de afganos en zonas rurales aquejados de niveles altos de inseguridad alimentaria aguda ha empezado a disminuir y ha pasado del 47 % de la población medida entre marzo y mayo de 2022 al 40 % en abril de 2023.

Asimismo, a pesar de los enfrentamientos generalizados en un momento crucial en la campaña agrícola en el Sudán, la FAO, con el esfuerzo incansable de asociados locales y el apoyo de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas para garantizar el acceso a las comunidades rurales, pudo distribuir con rapidez semillas de cultivos de calidad a casi un millón de hogares agrícolas con tiempo suficiente para la siembra. Las cosechas de estas semillas deberían bastar para alimentar a unos 13 millones de personas durante más de siete meses.

Se necesitan urgentemente fondos para preasignar insumos esenciales antes de las próximas temporadas de siembra, por ejemplo, en Sudán del Sur y Ucrania. La FAO aboga por que se proporcione una financiación flexible y no condicionada a través del Fondo especial para actividades de emergencia y rehabilitación. Se trata de la forma más eficaz de apoyar la labor de la FAO, al permitirle actuar con rapidez cuando las situaciones se agravan o surgen nuevas crisis.

“En un momento de recortes en la financiación mundial, este tipo de apoyo salva vidas a la vez que es eficaz en función de los costos”, destacó la Sra. Beth Bechdol, Directora General Adjunta de la FAO. “Las intervenciones agrícolas de emergencia salvan vidas y son transformadoras, y deben ser financiadas”.

Más sobre este tema

FAO in the 2024 Humanitarian Response Plans (La FAO en los planes de respuesta humanitaria de 2024)

Oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO

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