La FAO necesita 1 500 millones de USD para salvar las vidas y los medios de subsistencia de hasta 50 millones de personas en 2022
Las necesidades humanitarias y la inseguridad alimentaria aguda están aumentando. Las actividades agrícolas que salvaguardan los medios de subsistencia son cruciales y requieren urgentemente financiación a gran escala, según el Director General de la FAO
Con menos del 4 % de los 41 000 millones de UDS solicitados en todos los llamamientos para 2022, la FAO pretende proporcionar ayuda para la subsistencia a unos 50 millones de personas.
©FAO/Hashim Azizi
02/12/2021
Estocolmo/Roma – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) busca obtener 1 500 millones de USD en 2022 para salvar las vidas y los medios de subsistencia de algunas de las personas aquejadas de mayor inseguridad alimentaria del mundo, a medida que el hambre aguda se incrementa en todo el planeta. El comunicado se hizo en el marco del llamamiento humanitario a gran escala de las Naciones Unidas de hoy.
Con menos del 4 % de los 41 000 millones de UDS solicitados en todos los llamamientos para 2022, la FAO pretende proporcionar ayuda para la subsistencia a unos 50 millones de personas.
La intensificación y propagación de los conflictos y otras emergencias humanitarias, los fenómenos climáticos extremos y la prolongación de los efectos de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) —que se ven acentuados por las múltiples repercusiones de la crisis climática— han empujado a cada vez más personas a situaciones de hambre extrema. En septiembre, 161 millones de personas sufrían una gran inseguridad alimentaria aguda, de las cuales 45 millones se enfrentaban a un riesgo inminente de inanición, lo que supone un fuerte aumento en comparación con los 155 millones de todo el año 2020.
La población rural está en primera línea. Dos tercios de las personas que padecen hambre aguda se encuentran en zonas rurales y dependen de la agricultura para su alimentación e ingresos diarios, y sus medios de subsistencia se ven amenazados.
En su intervención en un grupo de debate de alto nivel durante la presentación del Panorama Global Humanitario de 2022, el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, subrayó que la única forma de detener y atajar el hambre aguda es reorientar el apoyo financiero al sector agrícola, que actualmente solo recibe el 8 % de los recursos humanitarios asignados.
“El arco de la inseguridad alimentaria aguda sigue disparándose, a pesar de una tendencia paralela al alza de la financiación humanitaria para el sector alimentario”, dijo tras subrayar que la agricultura es crucial para ofrecer una salida a las crisis alimentarias prolongadas y profundas y debe constituir un elemento fundamental de la respuesta humanitaria de emergencia inmediata.
La ayuda agrícola es estratégica, pero se carece de fondos
En 2021, los llamamientos humanitarios relacionados con el sector agrícola apenas recibieron financiación, a pesar de encontrarse entre las intervenciones humanitarias de primera línea más eficaces en función de los costos.
Por ejemplo, en el Afganistán, donde cuatro de cada cinco personas que padecen hambre aguda se encuentran en zonas rurales, un paquete de ayuda para el cultivo de trigo de 157 USD puede suministrar a una familia de siete miembros suficientes alimentos básicos para todo un año.
Del mismo modo, mantener el ganado vivo y protegido contra las enfermedades cuesta poco, pero proporciona enormes beneficios. Para una familia al borde de la supervivencia, un solo vaso de leche al día puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. En el Yemen, por ejemplo, con solo 8 USD, la FAO puede vacunar y desparasitar un rebaño promedio de cinco ovejas o cabras, protegiendo así activos que alcanzan un valor de 500 USD en el mercado local.
Con este fin, el Director General de la FAO hizo un llamamiento al sector humanitario en aras de asignar de una forma más estratégica los recursos, ayudando a las personas vulnerables a cultivar alimentos justo donde más se necesitan. Para ello es necesario proporcionar a los agricultores semillas y fertilizantes a tiempo para la temporada de siembra, así como un mejor acceso al agua y a otros recursos, señaló el Sr. QU.
Las repercusiones de los conflictos y el clima siguen siendo factores clave de la inseguridad alimentaria aguda
El tema general del Panorama Global Humanitario (2022) —un análisis mundial de las necesidades humanitarias publicado anualmente por la Oficina de las Naciones Unidas de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH)— se centra en el cambio climático y la acción humanitaria.
Si bien los conflictos siguen siendo la causa principal del hambre aguda, la crisis climática actúa como multiplicador del riesgo, afectando a la condición socioeconómica, a los medios de subsistencia y a los recursos naturales de la población de todo el mundo y erosionando cada vez más su capacidad para afrontarlos. También aumenta las tensiones entre las comunidades.
Los pequeños agricultores y las comunidades rurales en su conjunto soportan una carga desmesurada de los efectos del cambio climático, los fenómenos climáticos extremos y los conflictos. A medida que se agrava la crisis climática, los medios de subsistencia de 2 500 millones de pequeños agricultores, pescadores, silvicultores y pastores se ven expuestos a riesgos cada vez mayores. De hecho, en 2020, 15 grandes crisis alimentarias fueron causadas principalmente por fenómenos meteorológicos extremos.
Actuar antes de que se produzcan las crisis
La FAO subrayó hoy que, junto con las intervenciones humanitarias relacionadas con los medios de subsistencia, es necesario seguir esforzándose para reforzar la resiliencia y ampliar la reducción del riesgo de catástrofes a nivel comunitario, con el fin de evitar y reducir al mínimo las repercusiones de los inevitables fenómenos climáticos extremos sobre la producción y la disponibilidad de alimentos. También es fundamental aumentar los recursos para adoptar medidas preventivas vinculadas a la alerta temprana.
En 2020/21, la FAO invirtió 250 millones de USD en la adopción de medidas preventivas y, con la ayuda de los asociados, la Organización pretende dedicar al menos el 20 % de su financiación de emergencia a la adopción de medidas de ese tipo para 2025.
El acto de hoy en Estocolmo es uno de los seis que se llevarán cabo para presentar el Panorama Global Humanitario de 2022 en varias capitales del mundo. Este acto fue copatrocinado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Suecia y la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Con menos del 4 % de los 41 000 millones de UDS solicitados en todos los llamamientos para 2022, la FAO pretende proporcionar ayuda para la subsistencia a unos 50 millones de personas.
La intensificación y propagación de los conflictos y otras emergencias humanitarias, los fenómenos climáticos extremos y la prolongación de los efectos de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) —que se ven acentuados por las múltiples repercusiones de la crisis climática— han empujado a cada vez más personas a situaciones de hambre extrema. En septiembre, 161 millones de personas sufrían una gran inseguridad alimentaria aguda, de las cuales 45 millones se enfrentaban a un riesgo inminente de inanición, lo que supone un fuerte aumento en comparación con los 155 millones de todo el año 2020.
La población rural está en primera línea. Dos tercios de las personas que padecen hambre aguda se encuentran en zonas rurales y dependen de la agricultura para su alimentación e ingresos diarios, y sus medios de subsistencia se ven amenazados.
En su intervención en un grupo de debate de alto nivel durante la presentación del Panorama Global Humanitario de 2022, el Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, subrayó que la única forma de detener y atajar el hambre aguda es reorientar el apoyo financiero al sector agrícola, que actualmente solo recibe el 8 % de los recursos humanitarios asignados.
“El arco de la inseguridad alimentaria aguda sigue disparándose, a pesar de una tendencia paralela al alza de la financiación humanitaria para el sector alimentario”, dijo tras subrayar que la agricultura es crucial para ofrecer una salida a las crisis alimentarias prolongadas y profundas y debe constituir un elemento fundamental de la respuesta humanitaria de emergencia inmediata.
La ayuda agrícola es estratégica, pero se carece de fondos
En 2021, los llamamientos humanitarios relacionados con el sector agrícola apenas recibieron financiación, a pesar de encontrarse entre las intervenciones humanitarias de primera línea más eficaces en función de los costos.
Por ejemplo, en el Afganistán, donde cuatro de cada cinco personas que padecen hambre aguda se encuentran en zonas rurales, un paquete de ayuda para el cultivo de trigo de 157 USD puede suministrar a una familia de siete miembros suficientes alimentos básicos para todo un año.
Del mismo modo, mantener el ganado vivo y protegido contra las enfermedades cuesta poco, pero proporciona enormes beneficios. Para una familia al borde de la supervivencia, un solo vaso de leche al día puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. En el Yemen, por ejemplo, con solo 8 USD, la FAO puede vacunar y desparasitar un rebaño promedio de cinco ovejas o cabras, protegiendo así activos que alcanzan un valor de 500 USD en el mercado local.
Con este fin, el Director General de la FAO hizo un llamamiento al sector humanitario en aras de asignar de una forma más estratégica los recursos, ayudando a las personas vulnerables a cultivar alimentos justo donde más se necesitan. Para ello es necesario proporcionar a los agricultores semillas y fertilizantes a tiempo para la temporada de siembra, así como un mejor acceso al agua y a otros recursos, señaló el Sr. QU.
Las repercusiones de los conflictos y el clima siguen siendo factores clave de la inseguridad alimentaria aguda
El tema general del Panorama Global Humanitario (2022) —un análisis mundial de las necesidades humanitarias publicado anualmente por la Oficina de las Naciones Unidas de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH)— se centra en el cambio climático y la acción humanitaria.
Si bien los conflictos siguen siendo la causa principal del hambre aguda, la crisis climática actúa como multiplicador del riesgo, afectando a la condición socioeconómica, a los medios de subsistencia y a los recursos naturales de la población de todo el mundo y erosionando cada vez más su capacidad para afrontarlos. También aumenta las tensiones entre las comunidades.
Los pequeños agricultores y las comunidades rurales en su conjunto soportan una carga desmesurada de los efectos del cambio climático, los fenómenos climáticos extremos y los conflictos. A medida que se agrava la crisis climática, los medios de subsistencia de 2 500 millones de pequeños agricultores, pescadores, silvicultores y pastores se ven expuestos a riesgos cada vez mayores. De hecho, en 2020, 15 grandes crisis alimentarias fueron causadas principalmente por fenómenos meteorológicos extremos.
Actuar antes de que se produzcan las crisis
La FAO subrayó hoy que, junto con las intervenciones humanitarias relacionadas con los medios de subsistencia, es necesario seguir esforzándose para reforzar la resiliencia y ampliar la reducción del riesgo de catástrofes a nivel comunitario, con el fin de evitar y reducir al mínimo las repercusiones de los inevitables fenómenos climáticos extremos sobre la producción y la disponibilidad de alimentos. También es fundamental aumentar los recursos para adoptar medidas preventivas vinculadas a la alerta temprana.
En 2020/21, la FAO invirtió 250 millones de USD en la adopción de medidas preventivas y, con la ayuda de los asociados, la Organización pretende dedicar al menos el 20 % de su financiación de emergencia a la adopción de medidas de ese tipo para 2025.
El acto de hoy en Estocolmo es uno de los seis que se llevarán cabo para presentar el Panorama Global Humanitario de 2022 en varias capitales del mundo. Este acto fue copatrocinado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Suecia y la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Contactos
Irina Utkina Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 52542 [email protected]
Oficina de Prensa, FAO (+39) 06 570 53625 [email protected]