La FAO, el Programa Mundial de Alimentos y la Unión Europea analizan la prevención de las crisis alimentarias antes de que se produzcan

El Diálogo de Bruselas “From reaction to prevention: anticipatory action against food crises” (De la reacción a la prevención: acción preventiva frente a las crisis alimentarias) subraya la eficiencia y la eficacia en función de los costos de la acción preventiva

El Diálogo de Bruselas “From reaction to prevention: anticipatory action against food crises” .

12/10/2021

Bruselas/Roma - Actuar antes de que se produzcan los desastres es más eficiente y ayuda a salvar vidas y ahorrar dinero, según han declarado funcionarios de organismos de las Naciones Unidas que se ocupan de la alimentación, y de la Unión Europea (UE) durante una reunión virtual celebrada hoy a fin de potenciar la función de la acción preventiva como solución que se precisa con urgencia ante las crisis alimentarias.

El Diálogo en Bruselas “De la reacción a la prevención: acción preventiva frente a las crisis alimentarias” reunió a los responsables de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y las Operaciones de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea. Tras la sesión de alto nivel, se celebraron debates de expertos en los que se presentó la experiencia de los asociados sobre el terreno y se intercambiaron enseñanzas adquiridas.

Basándose en los resultados del Acto de alto nivel sobre acción preventiva organizado por el Secretario General de las Naciones Unidas y la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, la iniciativa reitera el compromiso de los miembros fundadores de la Red mundial contra las crisis alimentarias, una alianza de agentes humanitarios y del desarrollo que tratan de resolver las causas profundas de las crisis alimentarias y fomentar soluciones sostenibles. Después de disminuir durante decenios, el número de personas que padecen hambre ha empezado de nuevo a aumentar. En la actualidad, hay 155 millones de personas que padecen hambre aguda y cuyas vidas y medios de subsistencia corren peligro por falta de alimentos. Otros 41 millones de personas están en riesgo de padecer hambruna o condiciones similares.

“Estas tendencias nos muestran que nuestros enfoques reactivos tradicionales ya no se ajustan a nuestra nueva realidad”, señaló el Director General de la FAO, Sr. QU Dongyu. Sabemos que muchas crisis alimentarias pueden prevenirse porque son recurrentes, afirmó el Sr. QU. “Y sabemos que la inversión en sistemas de alerta temprana no solo resulta rentable para las comunidades, sino también para los gobiernos”.

La pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) se ha sumado a amenazas existentes como las plagas, las infestaciones, los conflictos y el cambio climático, lo que ha agravado la crisis alimentaria mundial y ha aumentado el sentido de urgencia.

Al mismo tiempo, los avances en materia de tecnología y recopilación de datos han mejorado sustancialmente la capacidad de los expertos de analizar los riesgos y prever muchos desastres antes de que ocurran, lo que ha hecho que pasar de la reacción a la prevención se convierta en un paso fundamental, especialmente en tiempos de limitaciones financieras.

“Las necesidades en cuanto a asistencia alimentaria están aumentando a mayor ritmo que la financiación disponible, haciendo que el paradigma de ayuda actual sea insostenible a más largo plazo”, declaró el Sr. Janez Lenarcic, Comisario de Gestión de Crisis de la UE. “Debemos comenzar a adoptar medidas sobre los riesgos de futuras crisis alimentarias”.

El PMA señaló que prevenir las crisis alimentarias era eficaz en función de los costos y requería esfuerzos conjuntos que deberían ir más allá de los meros riesgos naturales e incluir también los riesgos de conflictos.

“No podemos sentarnos tranquilamente y esperar. Ya tenemos las soluciones. En los dos últimos años, nos hemos estado preparando para adoptar el tipo de medidas preventivas necesarias para abordar los desafíos que vamos a afrontar en el futuro. Pero es el momento de invertir para ampliar el alcance de estos programas”, declaró el Director Ejecutivo del PMA, Sr. David Beasley. “Cada vez que hay que intervenir después de producirse la crisis, cuando las carreteras están cortadas y las infraestructuras bloqueadas, el costo puede ser por lo menos el doble”.

Medidas preventivas en acción

La acción preventiva, que puede adoptar muchas formas y tener diverso alcance, es de carácter extremadamente urgente y se fundamenta en las previsiones. Abarca desde las transferencias monetarias que permiten a las personas protegerse a sí mismas y a sus animales, hasta la asistencia a los pescadores para que pongan a buen recaudo sus embarcaciones y artes cuando se avecina una tormenta, así como los equipos de horticultura doméstica con el fin de ayudar a las familias en zonas de guerra a producir alimentos más cerca del hogar antes de que se produzca una escalada del conflicto.

En el Diálogo de la FAO en Bruselas se probó de forma convincente cómo la acción preventiva funciona.

Los participantes escucharon cómo la FAO, la UE y los gobiernos locales ayudaron a agricultores en el Cuerno de África a evitar pérdidas para sus cultivos de más de 1 500 millones de USD, así como a proteger la seguridad alimentaria de más de 36 millones de personas gracias a la aplicación de medidas, cuando la langosta del desierto aún no había llegado. En Bangladesh, la FAO, el PMA y otros asociados actuaron de forma temprana tomando como base las alertas para proteger a la población frente al aumento de las inundaciones, con la ayuda de las consignaciones más rápidas del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia en la historia de las Naciones Unidas. En el Sudán, ante una temporada de lluvias especialmente escasas en Kasala, se activó un mecanismo de alerta temprana facilitado por la FAO. Por cada dólar de los EE.UU. invertido, las familias de agricultores obtuvieron un rendimiento de 6,7 USD en pérdidas evitadas y beneficios añadidos. Y en Burundi, el PMA y la UE están estableciendo actualmente un plan de acción preventiva que se puede activar antes de que se produzcan perturbaciones climáticas.

Dado que los gobiernos y organismos reconocen cada vez más las ventajas en términos de eficiencia y eficacia en función de los costos, el impulso de la acción preventiva está tomando cuerpo. La acción preventiva ha ocupado un lugar destacado en la nueva Comunicación relativa a la acción humanitaria de la UE, en el Pacto del Grupo de los Siete (G-7) para la Prevención de la Hambruna y las Crisis Humanitarias y en los debates previos a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, así como en las iniciativas que se están llevando a cabo para luchar contra el cambio climático.

Para que la acción preventiva se convierta en una parte integrante de las intervenciones humanitarias es necesario que se diseñen políticas audaces, un aprendizaje colectivo, el establecimiento de asociaciones y la coordinación entre una serie de actores amplia y diversificada, según afirmaron los funcionarios.

En la Galería de la Reina, en Bruselas, se podrá visitar hasta el 13 de octubre una exposición fotográfica sobre la acción preventiva.

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