El índice de precios de los alimentos de la FAO disminuye ligeramente en agosto

Los nuevos pronósticos relativos a la producción mundial de cereales en 2024 apuntan a una caída de los cereales secundarios debida a factores meteorológicos, compensada por aumentos previstos del trigo y el arroz

Un campo de trigo en Serbia.

©FAO/Victor Sokolowicz

06/09/2024

Roma – El nivel de referencia de los precios mundiales de los productos alimenticios disminuyó ligeramente en agosto en vista de que la disminución de las cotizaciones del azúcar, la carne y los cereales contrarrestó los aumentos correspondientes a los aceites vegetales y los productos lácteos, según informó el viernes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 

El índice de precios de los alimentos de la FAO, que hace un seguimiento mensual de los precios internacionales de un conjunto de productos alimenticios comercializados a escala mundial, registró en agosto un promedio de 120,7 puntos, lo que supone un leve descenso respecto de la cifra revisada de julio y se sitúa un 1,1 % por debajo de su valor en agosto de 2023. 

El índice de precios de los cereales de la FAO disminuyó un 0,5% respecto de julio como consecuencia de un descenso de los precios mundiales de las exportaciones de trigo en el contexto de los precios competitivos de la oferta del Mar Negro y de una producción superior a lo previsto en la Argentina y los Estados Unidos de América. Entretanto, los precios mundiales del maíz mostraron un leve incremento por las repercusiones de las olas de calor en el rendimiento en partes de Europa y los Estados Unidos de América, mientras que el índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz aumentó un 0,6 %, pues las cotizaciones de las variedades de arroz distintas de la índica aumentaron por efecto de la escasez estacional y de la apreciación de las monedas de algunos países exportadores frente al dólar de los EE.UU. 

El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO aumentó un 0,8 % respecto de julio hasta alcanzar el máximo nivel en los últimos 20 meses, pues el aumento de los precios internacionales del aceite de palma contrarrestó con creces la disminución de las cotizaciones de los aceites de soja, girasol y colza. 

El índice de la FAO para los precios de los productos lácteos también aumentó en agosto, a razón de un 2,2 %. Se registró un aumento de la leche entera en polvo a raíz de un incremento de la demanda de importaciones de suministros al contado. También subieron los precios internacionales del queso, arrastrados por una mayor demanda mundial de importaciones, mientras que las cotizaciones internacionales de la mantequilla registraron un máximo histórico debido a la mayor incertidumbre suscitada por la idoneidad de la oferta de leche en Europa occidental. 

El índice de precios de la carne de la FAO disminuyó un 0,7 % respecto de julio, y la carne porcina, de aves de corral y de ovino sufrieron descensos derivados de una demanda de importaciones anodina, mientras que los precios mundiales de la carne de vacuno aumentaron levemente. 

El índice de precios del azúcar de la FAO disminuyó un 4,7 % en agosto hasta situarse en su nivel más bajo desde octubre de 2022. La caída obedeció a una mejora de las perspectivas de producción para las próximas cosechas de caña de azúcar en la India y Tailandia, así como al descenso de los precios internacionales del petróleo crudo. Sin embargo, a raíz de la preocupación suscitada por los efectos de los incendios en los campos de caña de azúcar de destacadas zonas de cultivo del Brasil, el precio del azúcar aumentó de forma pronunciada a fines de agosto. 

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Una producción mundial de cereales equivalente a la de 2023 

La FAO también redujo su pronóstico relativo a la producción mundial de cereales en 2024 situándola ahora en 2 851 millones de toneladas, cifra casi equivalente a la de 2023. 

En la nueva Nota informativa sobre la oferta y la demanda de cereales, publicada también el viernes, se atribuían las revisiones a las expectativas de que se redujeran las cosechas de cereales secundarios, entre ellos el maíz, en gran medida a causa de condiciones meteorológicas cálidas y secas en la Unión Europea, México y Ucrania. Entretanto, la FAO ha elevado su pronóstico relativo a la producción mundial de trigo en 2024, así como en relación con el arroz, cuya previsión actual es de un máximo histórico de 537 millones de toneladas. 

Está previsto que la utilización mundial total de cereales en 2024/25 aumente hasta situarse en 852 millones de toneladas, cifra que supone un aumento del 0,2 % respecto de 2023/24. También está previsto que la utilización de arroz registre un máximo histórico a raíz de un crecimiento acelerado del componente de ingesta de alimentos conforme a lo esperado. 

Está previsto que las reservas mundiales de cereales aumenten un 1,2 % al final de las campañas de 2025, con lo cual el coeficiente reservas-utilización de los cereales a escala mundial en 2024/25 pasaría a situarse en un 30,7 %. 

El comercio internacional total de cereales se sitúa ahora en 485,6 millones de toneladas, lo cual representa una disminución del 3,3 % respecto de 2023/24, principalmente como consecuencia de un descenso de los volúmenes comercializados de cereales secundarios. 

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El Sistema de información sobre el mercado agrícola (SIMA) también publicó su boletín sobre el mercado (Market Monitor) mensual. Además de presentar la información conforme a lo establecido, la actual edición amplía la cobertura de la evolución de los mercados de fertilizantes e incluye una nueva sección dedicada a los aceites vegetales. 

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